Patrimonio histórico local
Como cada año, en estas vacaciones viajé de Santiago a Puerto Montt, la ciudad donde viví por 18 años.
Nuevamente, con cierta tristeza vi cómo nuestro patrimonio histórico se hunde en el olvido de las autoridades y la ciudadanía. Cada año, la Casa Ebel se encuentra en peor estado de deterioro, siendo el ícono del olvido de una parte de las raíces de la ciudad. Y es sólo la punta del iceberg. Los "mejoramientos" en la "Silla del Presidente" causan asombro: se puso un letrero y no hay espacio para vehículos, protección por la carretera y un largo etcétera. El busto de Manuel Rodríguez, que por años adornó la Plaza de Armas, sigue olvidado y rayado en una plaza del sector alto de la ciudad.
En el especial de El Llanquihue del 12 de febrero, el alcalde Paredes señaló: "Puerto Montt tiene muchas identidades, pero todavía no hay una propia", hablando después que él la veía como "pluriclasista" un concepto por cierto inventado por él. Debe saber el edil que para construir una identidad se requiere de historia y de patrimonio. Las personas somos lo que nuestros padres nos enseñaron y legaron, y eso se aplica para las ciudades y los pueblos; pero si no nos preocupamos de conservar lo que tenemos menos podremos construir una identidad propia. ¿Qué hace la Municipalidad y la ciudadanía por su patrimonio histórico?
La Casa Pauly adquirida por la Municipalidad sigue en el mismo estado en que se compró, sin que se vea un proceso de restauración profesional y pertinente, y menos un uso acorde al carácter de la propiedad, mientras tanto los rayados ahogan a la ciudad. Lo curioso del tema es que no hay que moverse muy lejos, para ver que en otras partes sí existe respeto por la ciudad y conservación del patrimonio: Puerto Varas, Frutillar, Osorno y Valdivia son ejemplos de ello.
ELÍAS F. NAVARRETE SOBARZO. Licenciado en Historia.
Acceso al Hospital
Desde la inauguración del nuevo Hospital de Puerto Montt, he estado esperando que las autoridades entiendan la tremenda necesidad que tenemos todos aquellos que vivimos en todo el sector suroeste de la comuna y de todas las comunas de Calbuco, Maullín, Los Muermos y toda la isla de Chiloé, de poder acceder a dicho establecimiento directamente desde la autopista de salida al norte (vía Ruta del Canal).
Vea cada día los malabares que deben hacer las ambulancias para poder ingresar a Puerto Montt, sobre todo en los horarios punta.
La solución es fácil y económica, y sólo consiste en:
1.- Voluntad política de las autoridades.
2.- 100 a 120 metros de pavimento y un par de letreros o señaléticas de tránsito, para acceder directo al sector de urgencias del HPM.
Esta sencilla gestión haría que disminuyan los tacos de acceso a Puerto Montt y salvarían a más de una vida.
HERNÁN BEYER HORNIG.
¡Vehículos!
En todas las actividades cotidianas de la vida, para una buena convivencia comunal, lo fundamental es el respeto mutuo entre las personas. Para ello, no importa la condición social ni económica. En muchos sectores de la ciudad hay un problema latente, que se ha convertido en un cuento de nunca acabar. Hay pasajes donde muchos vecinos tiene la suerte de tener más de un vehículo (hasta cinco y más) incluyendo algunos de alto tonelaje. El problema no es tener muchos vehículos, sino que el quitarle los espacios a los que ven como su lugar es ocupado y tener que andar de puerta en puerta, solicitando que los saquen para estacionar el propio. A esta situación, hay que sumarle la gran cantidad de vehículos en malas condiciones que también contribuyen a limitar los espacios. Muchos argumentan que la calle es libre, ante lo que estoy totalmente de acuerdo, pero eso no significa que se puede vulnerar los frentes de otras viviendas y apoderarse de un pasaje o una calle. Hay que usar el sentido común y ponerse en el lugar de los afectados.
Con respecto a los vehículos en mal estado, en una oportunidad sugerí una desarmaduría municipal. Que la Municipalidad comprara los vehículos en mal estado y vendiera repuestos. Sería una forma de limpiar la ciudad y generar un ingreso extra.
¡Ojalá que la Municipalidad le ponga el cascabel al gato! en beneficio de todos.
JORGE C. VALENZUELA ARAYA.
Para que triunfe el mal...
Recordando al gran Edmund Burke, tanta veces utilizado y pocas veces reconocido: "Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada".
Algo tan lógico, pero que paradojalmente para pocos tiene sentido,
FRANCISCO SÁNCHEZ. Historiador.