El día jueves recién pasado, la Cámara de Diputados envió una señal potente a la ciudadanía: los adultos mayores nos preocupan. Esto porque se aprobó por la unanimidad de los diputados, un proyecto de ley presentado de manera transversal, que tiene por objetivo crear el delito de maltrato de adultos mayores cometido por personas que se encuentren a cargo de su cuidado, y que no sean sus parientes, es decir, fuera del contexto de violencia intrafamiliar. Así entonces, diputados de la UDI, de RN, del PPD, del PS e independientes se unieron juntos en la presentación de un asunto de gran importancia, el cuidado por nuestros adultos mayores. Ahora el proyecto sigue su tramitación y es deber del Senado aprobarlo en los mismos términos o bien, introduciendo mejoras. En cualquiera de los dos casos, todo bajo el mismo objetivo, el cuidado de aquellos que nos cuidaron en su minuto y que por el paso del tiempo, ahora requieren de nuestro cuidado. Esto es del todo importante, sobre todo para nuestra región, que demuestra un aumento sostenido de este grupo etario, ya que al año 2006 eran 51 mil adultos mayores, y hoy, nueve años después, ya tenemos 72 mil según la última encuesta Casen de 2013. El proyecto aprobado pone el foco en la protección de nuestros adultos mayores, que están bajo el cuidado de personas distintas de sus familiares, es decir, por ese porcentaje de adultos mayores con dependencia moderada o severa, que en su conjunto, corresponden al 14,4% de las personas mayores de 60 años en la Región de Los Ríos y que sus familiares no pueden cumplir con las necesidades que tales condiciones exigen. Así, se le confía a terceros el cuidado de personas clave en la formación de las familias. La primera piedra por así decirlo.
¿Qué nos falta? Apuntar a normas laborales que nos permitan incluir al mercado laboral a todas las personas mayores de 60 años que quieren trabajar, que son todavía autovalentes y que saben que tienen aún algo más que aportar a nuestra sociedad. La discusión de la reforma laboral nos privó de la posibilidad de conversar sobre estos temas, porque se prefirieron otras materias. Esperemos que en los dos años y algo más de tiempo que queda de esta legislatura, podamos abordar las urgencias sociales de nuestros adultos mayores, no sólo en la sanción a conductas muy reprochables, sino también en la promoción de aquellas cosas que sí queremos, que merecen nuestros abuelos y abuelas y que sólo apuntan a mejorar la vida de todos.
Diputado de la República. Región de Los Lagos.
Felipe de Mussy Hiriart.