50 años de la Escuela de Cultura y las Artes, segunda etapa
Esta entrega abordamos la etapa en el centro (1988-2008) en que la ECDA bajó de "El Alto" fundacional y se instaló en el corazón de Puerto Montt. Primero fue en el Diego Rivera y luego en el edificio municipal de calle O'Higgins 236, en donde contaron con un espacio propio, aunque estrecho, siempre amenazados de su cierre por no contar con alumnos propios.
La ECDA, actualmente Liceo Artístico Bicentenario, fue fundada el 17 de mayo de 1973 como parte de un movimiento nacional y mundial que buscaba transformar a la sociedad, en el que la cultura jugaba un rol fundamental.
A lo largo de todo Chile se crearon en esos años escuelas especializadas. En Puerto Montt tuvieron éxito las gestiones de la masonería a través del profesor Lautaro Miranda y, sobre todo, la experiencia y motivación del director provincial de Educación, José Miguel Rodríguez Fritz, quien hizo un fugaz pero fructífero paso por nuestra Provincia de Llanquihue.
En 1981, el Gobierno Militar impuso un profundo cambio a la educación pública, por el que el Ministerio de Educación traspasó su rol a los municipios, lo que tuvo como consecuencia profundizar las desigualdades, ya que había enormes diferencias de recursos entre ellos.
A través del control de la matrícula y la asistencia, estableció hasta hoy un sistema estresante por el que los recursos recibidos dependen de ello. Justamente la ECDA funcionaba como "Academia"; es decir, sus numerosos 500 a 600 alumnos anuales no eran propios, ya que venían de otros establecimientos.
El 1 de mayo de 1986 asumió como tercer director de la ECDA el profesor de Artes Visuales, César Bórquez Suárez, quien ejerció hasta 1992, cuando se jubiló y se trasladó a vivir a Punta Arenas donde falleció.
En la casa del arte
Entre 1985 y 1989, Federico Oelckers Sepúlveda fue el alcalde designado de Puerto Montt. En la etapa final de su gestión, cuando ya se preparaba la transición a la democracia, en 1988 se decidió trasladar la ECDA desde "El Alto" al principal espacio de la cultura local, la Casa del Arte Diego Rivera. Es probable que una de las motivaciones haya sido poder complementar y fusionar las agendas de trabajo de esas dos instituciones, pues aún no existía la Corporación Cultural, por lo que se contaba con muy pocos funcionarios para la Cultura Municipal. Incluso, una buena parte de sus dependencias eran arrendadas con otros fines, como un restaurante que funcionó en la actual sala Mafalda Mora.
El profesor y premio nacional de folclor Margot Loyola 2022, José Muñoz Contreras, comparte que incluso algunas veces tuvo que trabajar con su taller literalmente en las escaleras del edificio central. "La Casa del Arte no estaba para ser colegio. Los alumnos que antes vivían próximos al centro comunitario (de la población Manuel Montt) no bajaron al centro", por lo que cambió el perfil de los estudiantes, siendo ahora menos vulnerables.
A la calle o'higgins
Desde marzo de 1995 hasta marzo de 2008, el alcalde Raúl Blanco, del Partido Socialista, debido a un gran incendio en el edificio consistorial de calle San Felipe -ocurrido el 28 de julio de 1994-, decidió trasladar nuevamente a la ECDA a una tercera sede, en calle O'Higgins 236, muy cerca de la Escuela España.
Ese estrecho espacio sirvió para unir más al equipo de trabajo y elaborar el proyecto para transformarse en Liceo Artístico y así evitar la amenaza de cierre por falta de recursos. Coincidió este período con la jubilación del director César Bórquez el 31 de julio de 1992, asumiendo la dirección Atilio Hernández Velásquez (1934- 2017), profesor de guitarra clásica.
En esa etapa de la ECDA, una persona clave para comprender su historia fue su secretaria Viviana Oelckers Salazar, quien jubiló en 2020 y recuerda que "cobrábamos $3.000 anuales. Era un bajo costo, que servía para la escuela, para ciertos gastos, porque nunca tuvimos subvención, porque no eran alumnos propios, aunque llegamos a tener casi mil alumnos, algunos becados, especialmente de las escuelas municipalizadas".
Ello significó una serie dificultad para pagar las remuneraciones mensuales: "El Daem estaba a cargo de nuestros pagos. Ese era el problema que tenían todos los alcaldes, porque querían cerrar la escuela. Al final, llegaron a una conclusión, que como nosotros cobrábamos, lo autorizaron así, con documentos y todo, teníamos un talonario para el pago de los apoderados, pero los sueldos eran bajos".
Testimonios
Fernando Kuschel Asem (nacido en Puerto Montt en 1963) es actualmente el profesor con más años de servicio en la ECDA. Es un artista que incluso ha sido presidente de la Asociación de Pintores de Angelmó.
Luego de titularse en la Universidad de Concepción se integró a la ECDA como profesor, en 1988. "La escuela nace con profesores normalistas, que vienen de las islas, con la cultura chilota. El profesor normalista en su concepción era un profesor como el doctor de cabecera: sabia de todo, música, arte... Pero eran otros tiempos. Ellos lucharon para tener una educación artística para el pueblo que no tenía acceso a eso, porque en la medida que un hombre es culto, no anda peleando en la calle".
Jaime Gómez Toledo (nacido en Puerto Montt en 1952) fue director en dos periodos (1998 a 2004 y 2012 a 2013). En mayo de 1997 asumió interinamente como director, para luego ganar el concurso para ese cargo en 1998. Su liderazgo fue fundamental para que la ECDA se transformara en liceo.
Con el retorno a la democracia en 1990, hubo un mejoramiento en el trato a la cultura, pero seguía siendo difícil obtener recursos para instrumentos y para el funcionamiento en general, como lo recuerda. "Vino un cambio a nivel del Ministerio de Educación con el retorno de la democracia, donde surgieron nuevas voces. Nos dijeron en el CPEIP (Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas) en Santiago, que había en ese momento 35 o 37 escuelas de cultura y se estaba evaluando cómo conseguir financiamiento para ellas. Casi todas ya tenían enseñanza formal, salvo en La Serena que la administraba la Universidad".
En 1995 "el Mineduc comenzó a trabajar en un fondo especial para escuelas artísticas, que fue importante, pues se tradujo en el desarrollo de la academia entre 1996 y 2007. El Mineduc se encargó de las postulaciones a ese fondo, de hacer capacitaciones, seminarios, etcétera".
Entre 2004 y 2012 la directora de la ECDA fue la reconocida poeta, investigadora regional y profesora, Marlene Bohle Maldonado. Ingresó como encargada de la biblioteca, donde también realizó talleres literarios para los más pequeños. "Ahí obtuve mi título de profesora y magíster, estudiando y trabajando. Yo había sido alumna de Nelson (Navarro) en literatura, y de Jorge Loncón. O sea, fuimos todos entre profesores y alumnos entre nosotros. El artista tiene eso, que el artista bebe de todo".
En 2003 Marlene Bohle asumió como jefa de UTP de la ECDA, aunque reconoce que ello no era lo suyo. "Como trabajadores en la Escuela de Cultura, siempre nos zafamos de todo este papelerío que hay en la Daem, porque estamos abocados al trabajo de la creación".
Sus mayores colaboradores en su gestión como directora entre 2004 y 2012 fueron Selim Rojas Montiel (fallecido en 2008, a los 50 años) y Fernando Álvarez Macías (músico del grupo Bordemar y académico de la UACh)- como jefe de Extensión y Difusión.
No tiene dudas en definir esa etapa de su vida como una de las más difíciles. "Más encima, a mí me tocó traer a la escuela aquí (actual sede), y me tocó hacer que tenga educación básica y media. Partimos con el 5° básico, no teníamos alternativas, porque nos dijeron de la Daem que no había recursos y que nosotros en definitiva desaparecíamos, a pesar de que el año 2004 llegamos a tener 1.024 estudiantes en la Academia, pues yo misma hice un censo".
Como reflexiona Jaime Gómez acerca de este periodo clave para la creación del Liceo Artístico en 2008, después de tantas gestiones "la idea era fortalecer la Academia y crear la enseñanza formal, como complementaria. Cuando se crearon los cursos, no había un conocimiento cabal del proyecto. Queríamos desarrollarnos, como fue en la Escuela Experimental de La Serena, porque el 80% era música y las otras áreas seguían para partir de primero básico. De ahí que fuera creciendo. El instrumento básico para trabajar en música era la flauta dulce y en este caso iba a ser el violín infantil. En quinto básico iban a participar en la creación de grupos musicales y luego orquestas, pero se abrió la matrícula sólo para obtener la subvención".