"La poca facilidad de parte de autoridades para generar más inversión y proyectos afecta, finalmente, a las personas"
El Senado ratificó, en el contexto de la discusión por el presupuesto 2025, la suspensión durante un año de las solicitudes de Espacios Costeros Marinos de Pueblos Originarios (Ecmpo), en el contexto de la Ley Lafkenche.
Uno de los rubros productivos que ha debido enfrentar los daños colaterales de esta norma es el mitilicultor, cuyo producto estrella es el mejillón o chorito. Así lo explica a El Llanquihue Rodrigo Carrasco, director ejecutivo la Asociación de Mitilicultores de Chile (AmiChile), organización que en noviembre cumple 33 años de vida.
"Nosotros estamos de acuerdo con el espíritu original de la Lafkenche, en el sentido de reconocer a los pueblos originarios", sostiene Carrasco. Ello lo ejemplifica en que "muchos de nuestros mitilicultores pertenecen o están vinculados a los pueblos originarios". Paradojalmente, explica, cuando se ingresa en el sistema una solicitud de Ecmpo el trámite puede durar años, mientras al mismo tiempo paraliza la actividad en el terreno marítimo en cuestión.
"Y eso juega en contra del desarrollo, de las oportunidades. Si bien en la región nos ha ido más o menos bien, en el promedio de los últimos años, hemos perdido competitividad. Y esto se traduce en menos empleo, en menos desarrollo, en menores indicadores de educación, de salud, de transporte", lamenta.
-Qué le parece lo resuelto por el Senado, que ratificó la congelación por un año de solicitudes de pueblos originarios en el marco de la Ley Lafkenche
-Nosotros queremos que se pueda generar un espacio de moratoria o de poder permitir que las cosas se concreten, porque si no, esto es una incertidumbre y una suspensión indefinida que a todo el mundo le hace daño.
-¿Qué puede ocurrir, a su juicio, si no se modifica de fondo el sistema de solicitudes de Espacios Costeros Marinos para Pueblos Originarios (Ecmpo)?
-Claramente se va perdiendo competitividad, se deja de ser productivo, aparecen alternativas, crecen otros, y a medida que otros van creciendo o van conquistando mejores espacios, mejores resultados, va en desmedro de uno. Y en ese sentido, la poca o nula modernización, la poca facilidad que tengamos de parte de autoridades para generar inversión, para generar proyectos, afecta, finalmente, a las personas. No es el dueño de una inversión o una multinacional la que se beneficia. Si queremos tener una mejor educación, es necesario que las empresas, y pienso en la región de la cual nosotros nos hacemos cargo con esta industria también, dar más oportunidades, generar estos desarrollos que se traducen en bienestar. Obviamente, con todo el cuidado del entorno como se está haciendo.
-¿Cómo se ha graficado lo que usted denomina como un abuso de esta ley?
-Las solicitudes que hubo en la Región de Aysén, de prácticamente toda la región, en dos espacios costeros marinos, dan cuenta de que esto no está proporcional. Ha roto el espíritu original que tenía y esa fractura, yo creo que es muy importante que los parlamentarios la puedan abordar y resolver a la brevedad posible. Por eso agradecemos la iniciativa que ha impulsado el senador Espinoza, con el entonces senador Elizalde, en una comisión donde también hay otro senador de la región, como Carlos Kuschel, y también de Aysén, el senador Sandoval.
Presente de la industria
Las estadísticas del rubro de los choritos dan cuenta que esta proteína tiene como destino principal el exterior del país. Y una ínfima parte es para el consumo interno, a razón de un 95% de exportaciones y el resto para las mesas nacionales.
"Así como tenemos una campaña, yo diría, permanente de promoción, de apertura de nuevos mercados, de participación en ferias internacionales, también tenemos desde el año pasado una campaña de mercado nacional que se llama 'Hay Choritos', y que busca posicionar nuestros productos y nuestra industria en el mercado nacional. Tenemos una proteína que es muy sana, muy nutritiva, muy valorada por los consumidores de todo el mundo, y que en nuestro país también podríamos ser un aporte a la dieta y a la nutrición de las familias de manera lo más cotidiana posible,
-¿Cuál es la presencia de este rubro en la zona sur?
-Se produce 100% en la Región de Los Lagos, muy concentrada en los archipiélagos de Calbuco, de Chiloé. La primera etapa de esta industria, la generación de las semillas, viene de los bancos naturales. Esto se realiza en la cordillera, es decir, en las zonas de Hualaihué, Cochamó, Puelo. Ahí es muy activo el conocimiento de la industria.
-¿Y por qué el consumo de esta proteína es tan bajo, en comparación con el fuerte interés del mercado internacional?
-El precio te aseguro que no es un problema, porque en general esta es una proteína y un producto bastante económico, está al acceso de la gran mayoría de las personas, a diferencia de otras que pueden ser mucho más caras. Y no sólo productos del mar, sino que también recordemos la carne, alcanza valores por kilo que son a veces bastante inaccesibles, sobre todo ciertos cortes.
Lo que sí creo que ocurre es un problema de conocimiento, de cultura, de consumo y de acceso también. Probablemente la gente todavía asocia que los choritos son algo que se desprende de las rocas y se vende en un canasto, y la verdad es que nuestra industria de cultivo ha desarrollado técnicas y procesos muy sofisticados, que nos posicionan en todos estos mercados del mundo, estamos en más de 60 países del mundo como destino de exportación. En Bélgica, por ejemplo, el plato típico se llama "Moules et frites": choritos con papas fritas.
"Si bien en la región nos ha ido más o menos bien, en el promedio de los últimos años, hemos perdido competitividad. Y esto se traduce en menos empleo, en menos desarrollo, en menores indicadores de educación" la gente todavía asocia que los choritos son algo que se desprende de las rocas y se vende en un canasto, y la verdad es que nuestra industria de cultivo ha desarrollado técnicas y procesos muy sofisticados"