Campañas para prevenir el VIH
Según las estimaciones internacionales, en el mundo hay 39 millones de personas con el virus.
Hace cuatro décadas, Chile registró su primer caso de Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH), hecho que marcó un desafío de salud pública que cambió el panorama médico y social del país en aquellos años. Desde ese entonces, a nivel mundial, se han registrado significativos avances en la lucha contra el virus.
Las campañas de educación y prevención que se realizan en Chile, como promover prácticas sexuales seguras, aumentar la disponibilidad de preservativos y proporcionar un acceso generalizado a las pruebas de VIH, han sido cruciales para disminuir la propagación de la enfermedad, de manera que la tasa de nuevas infecciones se ha estabilizado en los últimos años, y el número de muertes relacionadas ha disminuido. La subsecretaria de Salud, Andrea Albagli, ha señalado que ya se encuentra disponible en 16 regiones el autotest de VIH, para todas las personas sexualmente activas que deseen testearse desde los 14 años, y que se han entregado cerca de 100 mil de éstos a la población.
En el mundo hay unas 39 millones de personas que tienen el virus, de los cuales 660 mil son niños, según estimaciones de 2022, año en que fallecieron 630 mil personas de Sida, pero a la vez hay 9,2 millones de enfermos que siguen sin acceso a tratamiento. Un informe del Programa Conjunto de la ONU sobre el VIH/Sida había indicado que existía un camino claro que podría permitir poner fin a la enfermedad para el año 2030, una ruta que también ayudará a prepararnos mejor para futuras pandemias. Pero esto requiere un gran liderazgo político y mayores inversiones de los gobiernos en los programas de salud.
ONU Sida ha reconocido que los años de pandemia no se pudieron cumplir los objetivos en la lucha contra el VIH/Sida, encaminados a lograr que la enfermedad deje de ser una amenaza para la salud pública en 2030, pero luego de esa crisis se retomaron con fuerza los programas preventivos y de tratamiento. El mundo ha cambiado y la pandemia empeoró las desigualdades que el VIH/Sida también había generado. Asimismo, influyó la mayor liberalidad sexual, un rechazo a adoptar medidas preventivas y las deficiencias en la educación sexual. Lo cierto es que en el último tiempo hubo más personas contagiadas y, lo que es más preocupante, en segmentos cada vez más jóvenes.