Correo
Espinoza y Quinteros
Desde hace días en la prensa nacional y local el senador socialista por la Región de Los Lagos, Fidel Espinoza, viene afirmando que el candidato a alcalde por Puerto Montt, Rabindranath Quinteros, debería renunciar a su cargo en el Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias, aludiendo a razones de ética y probidad.
Inquietante resulta que el senador, que lleva unos 25 años continuos viviendo de la dieta parlamentaria (y de una multimillonaria herencia), hable de dar un paso al costado. Tan inquietante como escuchar a Gervoy Paredes exigiendo estándares de transparencia al Tribunal Electoral Regional.
La pregunta de fondo, sin embargo, es otra e invita a una reflexión mucho más profunda. ¿Qué está haciendo el senador socialista por su partido y su bloque? Sus declaraciones, perfectamente alineadas con los argumentos construidos por la derecha, hacen pensar que al senador socialista lo tiene sin cuidado lo que pase con su partido y con los candidatos de su partido, con la coalición que lo respaldó y hasta con el propio Presidente.
Seamos honestos, para variar. El senador se siente incómodo dentro del Partido Socialista, como si una urticaria le recorriera la piel por el solo hecho de sentarse entre los socialdemócratas. Le resulta mucho más sencillo pelearse por la prensa con sus compañeros que con sus adversarios. Por eso concuerda con el diputado Mauro González, de Renovación Nacional, pero se pelea con el diputado Daniel Manouchehri, del PS.
Entre los conservadores encuentra más sintonía que en medio de una estirpe socialista que, digámoslo, tampoco le tiene mayor aprecio. ¿Por qué no se va del PS? Sencillamente porque el PS es el sustento e instrumento de su vida política.
Gran dilema tiene Espinoza. Como esos hombres que no aman a sus mujeres, pero no están dispuestos a dejarlas. Pueden engañarlas, pueden incluso maltratarlas, pero no pueden abandonarlas, porque saben que sin ellas lo pierden todo.
Pedro Carrasco
11 de septiembre I
El 11 de septiembre de 2024, la derecha chilena sigue sin ofrecer un mea culpa por su respaldo al golpe de estado de 1973. A pesar de que figuras de la UDI y el Partido Republicano celebran abiertamente la dictadura, el país sigue esperando una condena clara y definitiva a las violaciones de derechos humanos.
Lo más preocupante es que las nuevas generaciones de la derecha han abrazado nuevamente el pinochetismo, reavivando viejos fantasmas y poniendo en riesgo los avances democráticos. El Partido Republicano debería ser sancionado por promover la violencia y negar principios intransables de nuestro país, como es el compromiso democrático, al que todo partido legalmente constituido debería adherirse.
No se puede construir un futuro de respeto y paz si no hay un reconocimiento sincero de los errores del pasado. La democracia y los derechos humanos no son negociables.
Jaime Sáez Quiroz, diputado del Frente Amplio
11 de septiembre II
A 51 años del golpe de estado ocurrido el 11 de septiembre de 1973 y a 34 años del retorno a la democracia, Chile se encuentra sin duda en su peor momento político. Casos de corrupción en el Poder Judicial, en la clase política, una economía estancada y a veces decreciente, delincuencia desatada y para más remate, una gran polarización política.
Es este último punto una de las causas por las que nuestra república se encuentra en un estado débil, pues pese a que los tiempos de la guerra fría quedaron en el pasado, algunos se niegan a dejar de apoyar esas ideas genocidas que promovieron el asesinato de millones de personas en Europa y el mundo. En línea con lo anterior, mucho se ha hablado del negacionismo que existe dentro de la derecha chilena, pues muchas figuras políticas actuales defendieron a capa y espada la dictadura ocurrida entre los 70 y 90.
Sin embargo, no debemos olvidar que hoy existen partidos políticos que siguen validando la vía armada como medio de acción política, tanto así que mientras exigen reparación por el pasado en nuestro país, justifican las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela, incluso después de ver las claras violaciones a los Derechos Humanos ocurridos en dichos territorios.
Como ciudadanos, debemos exigir con fervor que nuestras autoridades demuestren sus credenciales democráticas por convicción y no por aprovechamiento político, sobre todo para defender el mayor de nuestros derechos, que es la libertad, sin la cual el ser humano no es nada. Nuestros gobernantes tienen el deber moral de condenar tajantemente todo régimen que transgreda la esencia de las personas y su libre albedrío, ya sea aquí en Chile o en cualquier lugar del mundo.
Tomás Ojeda Aravena
"Los del C"
Los del C somos un grupo de padres, apoderados, alumnos, amigos, que por años hemos compartido aula en el Colegio Creación de Puerto Montt. La salud este año se vio amenazada y sigue en proceso de estudio, procedimientos que no cubre de manera ágil el sistema público del cual por elección soy usuario.
Dicho procedimiento hizo que busquemos pronta respuesta en el sistema privado; en confianza y con cariño hemos compartido en qué estamos como familia. Los del C no sólo nos han enviado toda su energía positiva y puesto a disposición, como por ejemplo, apoyo con logística con nuestros hijos. También han aportado con recursos.
Emociona, reconfortante es para el espíritu toda acción de sentir cerca a las personas, unidos por una acción, el corazón late más fuerte e invita que la gratitud no sólo quede en letras, invita a mejorar a diario y permitirse dejar que te apoyen. Que quede estampado en este prestigioso medio de comunicación nuestra gratitud.
César Oyarzún Almonacid
Reparan sede social que fue chocada por un auto
El equipo de Obras Menores de la Oficina Territorial de Alerce del municipio puertomontino ejecutó obras provisorias en la sede social que durante el fin de semana fue chocada por un conductor en estado de ebriedad.