Una interesante tendencia que crece en el país es la oferta de "Hipotecarios Verdes". Se trata de una línea especial iniciada por el Banco Estado y seguida por varias otras instituciones financieras, para ofrecer condiciones preferenciales de préstamos a quienes compren viviendas nuevas (de todos precios, con o sin subsidios) que cumplan con certificaciones ambientales de eficiencia energética y sustentabilidad.

Los créditos incluyen, por ejemplo, tasas menores, descuentos y otras alternativas dependientes de las políticas de cada entidad, que solamente se aplican para inmuebles que tengan estas características, garantizadas a través de la presentación de Calificación Energética de Viviendas (CEV), un protocolo propuesto desde el Ministerio de Vivienda desde 2012.

Si bien en Chile esas normas no son obligatorias legalmente, sí existe cada vez más conciencia ciudadana y entre las empresas sobre la importancia de cumplirlas, tanto por el bienestar de las personas como por el ahorro que su aplicación genera, lo que adquiere especial relevancia en el contexto de alza de tarifas eléctricas a nivel nacional.

La calificación CEV clasifica con un sistema similar al usado para etiquetar los electrodomésticos y que cada usuario puede chequear al comprar: rojo para los menos adecuados y verde para los más. En este caso, las viviendas reciben una etiqueta con porcentajes y letras, dependiendo si cumplen requerimientos de calefacción, enfriamiento, iluminación y agua caliente sanitaria. La escala va de la A+ (las mejor evaluadas) hasta la G (las de peor calificación); en el medio está la letra E, que representa el estándar actual, de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC). Para efectos de los hipotecarios, entre más cerca de la A hay más opciones de recibirlos.

En las ciudades del sur del país hay varias alternativas de proyectos inmobiliarios que cumplen estas reglas y también varios bancos que tienen la oferta crediticia; sin embargo aún hay poca difusión de estas opciones, que podrían aportar movilidad al sector de la construcción, el cual ha enfrentado momentos muy difíciles en los últimos años y cuya incidencia en la economía es altamente relevante.

La iniciativa de regular en la Ley de Pesca el manejo de "especies sintientes" que son objeto de captura, me trajo a la mente la reflexión de Mark Twain: "Lo que te mete en problemas no es lo que no sabes, sino lo que crees saber, pero que en realidad no lo sabes".

En efecto, al desconocimiento de todas las prácticas que se han venido implementando en pesca y acuicultura para cautelar el bienestar animal, se ha agregado esta iniciativa que persigue que se respete el estado "físico y mental" de peces, crustáceos y moluscos "sintientes" en las prácticas pesqueras. Lo que parecen ignorar sus promotores es que estos "sintientes" marinos viven bajo permanentes condiciones de amenaza y estrés.

Los diversos niveles tróficos significan dominancia de un nivel de especies sobre otro, o de competencia en el caso de especies que se ubican en un mismo nivel. La alerta y el estrés son condición normal para todos, incluyendo pasivos herbívoros que compiten con sus pares y buscan escapar de sus predadores. Nadie está a salvo, ni siquiera el hombre, que está a merced de algunos pocos predadores y de sus propios semejantes competidores.

Es la ley natural, aquella que parecen ignorar los que imponen conductas restrictivas para el hombre, como si fuera la única especie que no necesita de presas para alimentarse, buscando condiciones que amenazan la subsistencia de actividades como la pesca artesanal y limitan la provisión de alimento de calidad que proviene del mar. Para evitarles el estrés a las especies sintientes, sin duda habría que cambiar las reglas de la naturaleza y no sólo la Ley de Pesca.

Esta situación, que de tan burda ha determinado que su autor haya reculado y esté buscando reformularla, ha sido una práctica común de grupos radicales basados en afirmaciones que no constituyen verdades científicas demostradas y demostrables, sino hipótesis y especulaciones, como la de la conciencia de estos animales, también invocada en estas indicaciones.

Estas conductas se repiten en el ambientalismo y en el animalismo extremo, donde algunos, amparados por seudo científicos que buscan instalar realidades a partir de meras hipótesis, cautivan a quienes no tienen formación científica o la tienen de manera insuficiente.

Vuelvo a Twain. Ellos operan desde "lo que creen saber, pero que en realidad no lo saben", lo que los vuelve más peligrosos que el que no sabe. Buscan imponer conductas que afectan el desarrollo social y económico de una región y un país desde su "ignorada ignorancia".

80 años | 10 de junio de 1944

Lluvias complican tránsito en sector Angelmó

Las últimas lluvias registradas en Puerto Montt han complicado el tránsito por diversos sectores. Ejemplo de ello es lo que pasa en el Barrio Angelmó, donde la falta de aceras hace imposible el desplazamiento a pie. Entre la calle Angelmó y la maestranza Cernoch existe un verdadero lodazal, que complica los viajes de los estudiantes y obreros por ese sector.

50 años | 10 de junio de 1974

Envían alimentos por vía aérea y marítima

La Empresa de Comercio Agrícola (ECA) reportó que por vía área se remitió a las zonas más alejadas de esta región artículos y alimentos, que tienen como fin asegurar la alimentación durante la época invernal de los vecinos de Segundo Corral, Palena, Llanada Grande, Futaleufú y Palena. Asimismo, se realizaron encomiendas a través de vía marítima a Chiloé.

10 años | 10 de junio de 2014

Fuego destruye una casona en Puerto Varas

Un incendio destruyó por completo la Casa Bintrup, vivienda representativa de la arquitectura de los colonos alemanes en Puerto Varas. Los daños fueron avaluados en $150 millones. Familiares de los colonos comentaron que la casona había sido construida hace 120 años con mañío y laurel. Incluso mantenían muebles que habían sido directamente traídos desde Alemania.