Correo
Perros asilvestrados I
Tras el resultado de la votación que rechazó la idea de legislar una norma que permita controlar la amenaza de los perros asilvestrados, son varios los expertos y gente de campo que han solicitado a las autoridades que se hagan cargo de este complejo tema y ejerzan un mayor control.
En efecto, con el rechazo a la iniciativa -de la cual soy uno de los autores-, se ha perdido también una oportunidad para el cuidado de la biodiversidad de nuestro país, que se está viendo gravemente amenazada por estas jaurías. Asimismo, huemules, pudúes y otras especies silvestres seguirán sufriendo los embates de estos perros salvajes que deambulan en los miles de caminos rurales de nuestra nación, afectando con ello también a la ganadería, en especial la de la agricultura familiar campesina.
En este sentido, la pregunta que nos hacemos es: ¿Cuál es la propuesta de aquellos grupos "mascotistas" (porque animalistas no son) que sólo tienen una mirada de un citadino y que operan en las grandes urbes como Santiago, para erradicar este flagelo de los campos chilenos?, porque capturarlos y esterilizarlos no bastará. Además, cabe preguntarse: ¿quién lo hará?
Lo único que está muy claro es que esto no va a parar y menos con un Estado completamente ausente. Es de esperar que el llamado de los expertos y principales afectados, que aparecen en la nota de El Llanquihue (en la edición de este jueves), sean escuchados y la autoridad adopte urgentes medidas para terminar con esta amenaza.
Pero como dudamos que se impulsen medidas que de verdad aborden el problema, hemos decidido, como primera medida, que vamos a presentar una reforma para modificar el Código Penal, para que la gente afectada pueda defender su persona y sus bienes.
Esperemos que los colegas que votaron en contra la semana pasada, en estos últimos días hayan logrado empaparse de lo que está pasando en el Chile más profundo, en los campos, en los parques nacionales y que esta vez se sumen, que prime la sensatez, no la ideología, y no desechen al menos la idea de legislar al respecto, como ocurrió.
Harry Jürgensen Rundshagen, diputado por la zona
Perros asilvestrados II
Leí con atención el reportaje de El Llanquihue sobre los perros asilvestrados. Dos cosas quedaron claras. Una, el gran problema que representa este fenómeno para la ganadería y las especies en peligro de extención.
Segundo, el país imaginario en que viven los diputados que votaron en contra, animados por ese "mascotismo" de los grupos buenistas. ¿Habrán ido ellos alguna vez a un campo donde hay perros asilvestrados? ¿Siquiera conocen, por lo menos, el riesgo incluso para las personas?
La respuesta a estas preguntas es un claro no. No tienen idea porque se preocupan de Twitter y del perro de la esquina.
Pablo Ramírez
Perros asilvestrados III
En respuesta a la preocupación sobre la situación de los perros asilvestrados en nuestras zonas rurales, es un tema de gran complejidad que requiere una reflexión profunda y soluciones que aborden todas las dimensiones del problema.
Es innegable que los perros asilvestrados representan un desafío para la biodiversidad y la seguridad de la ganadería en nuestro país, debido principalmente a sus efectos devastadores en la fauna nativa, especialmente en especies en peligro de extinción como el pudú y el huemul. Sin embargo, abordar esta problemática exclusivamente con medidas de control poblacional mediante la caza no es la solución más efectiva ni ética.
La esterilización, aunque no es una panacea, puede desempeñar un papel importante en la reducción de la población de perros asilvestrados a largo plazo, evitando así la proliferación de más animales en situación de abandono. Es fundamental reconocer que este es un problema multidimensional que requiere la colaboración de diferentes actores, desde los legisladores hasta las organizaciones animalistas, pasando por los agricultores y la comunidad en general.
La sensibilización y la educación sobre la tenencia responsable de mascotas son aspectos clave para abordar la raíz del problema y prevenir futuros casos de abandono. Por ello, propongo que en lugar de centrarnos únicamente en medidas punitivas, trabajemos en soluciones integrales que promuevan el bienestar tanto de los animales como de las comunidades rurales, incluyendo programas de esterilización y adopción, campañas de concientización y apoyo a los agricultores afectados.
En última instancia, la compasión y el diálogo son fundamentales para encontrar soluciones sostenibles y humanitarias a este complejo problema, pues sólo con el trabajo conjunto y el respeto mutuo podremos construir un futuro donde la convivencia entre humanos y animales sea armoniosa y equilibrada.
Evelyn Chávez Chávez, concejala de Puerto Montt
Gobierno y comunicación
Es indudable que los gobiernos tienen un plan de comunicación estratégica para informar a la población de la marcha del país, sus logros, sus proyectos y objetivos, para lo cual utilizan los medios televisivos, escritos, cibernéticos, redes sociales y otros.
Los recursos en dinero para esta función es sustantiva y proviene de los impuestos de los ciudadanos. Como los gobiernos son políticos, esta labor comunicacional está influida por la exigencia de los partidos afines a mantenerse en el poder elección tras elección. De aquí que los ciudadanos de a pie debieran ver y leer "entrelíneas" toda noticia gubernamental y partidaria, especialmente cuando se avecinan elecciones.
Los partidos políticos de oposición de turno también tienen un plan estratégico de comunicaciones. La gracia está en descubrir si hubiese mentiras.
Marcos Concha Valencia