Todos quienes viven desde Puerto Montt al sur del país conocen mejor que nadie lo que es el fantasma del aislamiento. Conectados al resto del país por una frágil carretera, caminos que apenas se sostienen y una navegación por el mar siempre pendiente de las condiciones climáticas, saben que llegar a destino es una tarea que requiere de preparación, paciencia y algo de suerte, pero también de un rol activo del Estado en cuanto a procurar la existencia y mantención de las vías, frecuencia y seguridad del transporte marítimo y respuesta oportuna ante el enorme abanico de emergencias que pueden ocurrir.

El derrumbe de 2.400 toneladas de tierra, lodo, piedras y árboles que ocurrió el martes en la Carretera Austral, poco antes de llegar a Caleta La Arena, es el mejor ejemplo de aquello (de los que tantos, en todo caso, suceden periódicamente en el sur austral). Bastó esa remoción en masa, que destruyó por lo demás una casa y un puente, afortunadamente sin víctimas fatales que lamentar, para bloquear el acceso vía terrestre a Hornopirén mediante las barcazas que unen a Caleta La Arena y Caleta Puelche. Decenas de personas se han visto afectadas con esto: pacientes que tienen que viajar regularmente a Puerto Montt a dializarse, escolares y tantos más que se conectan a través de la Ruta 7.

Para afrontar temporalmente la emergencia, se dispuso de conectividad marítima desde Puerto Montt directo a Caleta Puelche, al tiempo que la autoridad de Obras Públicas precisó que recién en tres semanas más podrá estar habilitada nuevamente la Carretera Austral en la zona amagada. Se ha planteado la posibilidad de una conexión terrestre a través de Puelo, no obstante, se ha advertido que no ofrece todas las condiciones de seguridad que se requieren, producto de su mal estado.

A este contexto de constante fragilidad que hay en la Ruta 7 hay que agregar ahora un antecedente que al menos en la zona central del país ha quedado dramáticamente en evidencia por estos días: el cambio climático ya es una realidad y está trayendo episodios de abundantes precipitaciones en pocos días, los cuales son factor preponderante para, por ejemplo, las remociones en masa. Es crucial entonces que el Estado actúe rápidamente ahora en un plan de inversión que considere estos nuevos escenarios.

Hace unos días un amigo me dio, con fechas de certeza, el momento próximo en que el turismo será la principal fuente ingresos de este noble emirato. Ojalá así sea, digo, aun cuando sigo pensando que la apuesta por ser potencia alimentaria es más segura; la reciente pandemia mostró que la gente puede dejar de viajar, pero no de comer.

Pero bueno, apostemos a que ni la plaga, ni la guerra, ni la meteorología se van a interponer, y que los cruceros seguirán llegando. Porque me imagino que de eso se trata esa predicción, turismo basado en recalada de cruceros; hasta ahora no he sabido de otra opción estratégica en este rubro. Por otra parte, no son muchos los lugares en que los turistas desembarcan directamente en el centro de una ciudad.

Para que la alegría sea generalizada, convendría que cada recalada signifique dinero para el puerto local, pero también para el comercio puertomontino, no sólo para quienes transportan esos turistas a otros destinos en el vecindario. Para hacer realidad la oportunidad cabe preguntarnos, ¿qué productos turísticos ofrece hoy nuestra ciudad?

En esta materia yo siempre manifiesto que una oferta cultural tal como es un producto turístico, debe ser de beneficio primero para el habitante y después para el visitante, pero en este caso concreto debemos pensar qué oferta somos para unos clientes muy particulares, que van a estar por aquí sólo algunas horas y cuya información respecto de nosotros puede ser muy vaga.

Por suerte algo central en nuestra identidad puertomontina es nuestra condición de comerciantes, por lo que si los turistas piensan que el volcán debería ser verde, seguramente lo pintaríamos verde; el caso es que no tengo dudas de que sabremos adaptarnos.

Como hay que aprovechar el breve lapso en que estarán los posibles clientes, lo lógico sería atraerlos con una oferta gastronómica que resalte la alta calidad y pureza, lo tradicional y exclusivo, lo delicioso y cultural, es decir, doña Rosario Hueicha, Pablo Neruda y Jacques Cousteau en un mismo plato. Todo esto acompañado de música en vivo con aspecto de tradicional de alguna parte; no importa si cantan o no, ya que mientras almuerzan nadie va a entender un carajo, en realidad mejor que no canten, no sea cosa que altere la digestión. Un local con la suficiente amplitud podría ofrecer asimismo un ballet folclórico, como los que hacen algunas agrupaciones familiares en Rapa Nui, y ahí también podemos hacer una oferta muy amplia, podemos poner un esquimal a bailar malambo y los turistas van a disfrutar igual, además que al terminar el viaje ya se les habrán confundido todas las recaladas.

Muy diferente debería ser nuestra oferta si fuese orientada en primer término al habitante, pero a esto me voy a referir en la próxima columna.

80 años | 25 de agosto de 1943

Se atrasa central hidroeléctrica para zona sur

Por razones de carácter técnico se aplazará en al menos un año la entrada en funcionamiento de la planta hidroeléctrica Pilmaiquén, que debería ser entregada durante este año y que fortalecerá el sistema generador entre Puerto Montt y Osorno. El anuncio afectará la operación de los teatros de Osorno y Puerto Varas, ya que no existe potencia para echar a andar los equipos.

50 años | 25 de agosto de 1973

Atacan a camioneros que iban a buscar gas

Cinco camiones del Mopare, agrupación de transportistas ligada al gobierno de la UP, fueron interceptados por una turba. Los vándalos destrozaron sus vidrios y con "miguelitos" reventaron los neumáticos. Los hechos ocurrieron en Valdivia, luego que las máquinas salieran de Puerto Montt rumbo a Concepción a buscar gas. Los afectados apelaron a la libertad de trabajo.

10 años | 25 de agosto de 2013

Frutillarinos eligieron tres iniciativas públicas

Dos mil 500 personas fueron parte de la elección de proyectos prioritarios en Frutillar. El llamado hecho por ese municipio lacustre tuvo como resultado agilizar la construcción del Terminal de Buses, el Centro Deportivo y un nuevo Cesfam. El alcalde Ramón Espinoza destacó la participación de los vecinos y detalló que otras 21 iniciativas están en carpeta para trabajar.