Calbuco y las lanchas chilotas
La ciudad de las aguas azules está dando el ejemplo con un taller que rescata parte crucial de la historia regional.
Como no ocurre en ninguna otra región del país, es imposible abordar la historia del sur austral sin comprender la función vital que ha tenido el mar. Con un territorio que desde Puerto Montt al sur se desperdiga en islas, fiordos y canales, la navegación marítima asomó desde temprano como el pilar fundamental para llegar a esas tierras e incorporarlas al territorio nacional. Si en el resto de Chile fue el transporte terrestre (primero el tren, luego las carreteras) aquel que conectó a las ciudades y permitió el poblamiento, el comercio de bienes y servicios y la construcción de la identidad nacional, desde Puerto Montt al sur lo fueron las embarcaciones, muchas de ellas frágiles, que aún al día de hoy siguen surcando las aguas para llevar a la gente de un lado a otro.
Con una historia tejida de esta forma, después de decenas de años se esperaría que en cada una de las ciudades costeras de la región hubiese un desarrollo no tan sólo del transporte marítimo de envergadura, que es el que se ve hoy con las grandes navieras y la boyante actividad portuaria, o de la abundante pesca de la zona, sino también de aquellas embarcaciones de menor magnitud, ya sea en el plano deportivo, turístico o bien identitario, como las lanchas chilotas que hicieron historia en el país. Una espléndida bahía como la de Puerto Montt, o el Canal Tenglo, por ejemplo, podrían ser el escenario perfecto para la práctica del remo, venido desde hace años a menos, o para la navegación de lanchas chilotas, que ha tenido desarrollos turísticos que nunca han terminado de cuajar.
Por esto es que resulta tan auspiciosa la decisión del municipio de Calbuco, que con la convicción de sacarle partido a su vocación marítima y al vibrante oficio de la carpintería de ribera, postuló y se adjudicó un proyecto en el Servicio del Patrimonio Cultural Inmaterial de la región para organizar un taller de construcción de lanchas chilotas y otro de navegación de las mismas. Reforzará su identidad marítima, le inyectará vitalidad a la carpintería de ribera y acercará las nuevas generaciones a la riquísima historia de las lanchas chilotas y su aporte al desarrollo local.
El de Calbuco es un ejemplo a seguir para todas las comunas que como ella, comparten una historia forjada por el mar y las lanchas chilotas.