Correo
Probidad y coalición oficialista
Muchos que queremos y luchamos porque la política sirva para lo que fue creada, estamos una vez más afectados por la situación de militantes de RD de Antofagasta. Cuando recuperamos la democracia después de una brutal tiranía cívico militar, muchos jóvenes de la generación de los 80 que vivimos esos 17 años luchando en las calles, unos desde la universidad y otros desde la movilización poblacional, cuando la alegría había llegado transcurrido un tiempo nos fuimos desilusionando de lo que fue ocurriendo durante esos 30 años, sin desconocer que se hicieron cosas que permitieron mejorar la calidad de vida de millones de chilenos.
Sin embargo, el país sigue con una educación pública de mala calidad, con un sistema de pensiones de pobreza para una gran mayoría, una salud pública que es de buena calidad, pero llega por lo general tarde a solucionar los problemas de los chilenos. Y estas dos últimas décadas hemos visto como la corrupción, narcotráfico y delincuencia han llenado las noticias. Por ello, muchos jóvenes decidieron participar de la política y se formaron varios partidos jóvenes agrupados en el Frente Amplio.
Quiero dejar claro que el Partido Comunista no pertenece al Frente Amplio, sí a una de las coaliciones de gobierno. A muchos de ellos los he conocido, sobre todo a los de Revolución Democrática, que han dejado como se dice las patas en la calle para sacar electo al Presidente Gabriel Boric, para hacer una transformación que permita una mejor calidad de vida y luchar por una nueva Constitución con la más amplia participación.
Esto fracasó electoralmente por múltiples causas, por ello me duele que unos sinvergüenzas se hayan aprovechado de su posición política para llenarse los bolsillos de dinero, y como siempre esto se extiende a todos los que militan en un partido, esperamos que se investigue hasta las últimas consecuencias, que se haga en nuestra región y que se dé a conocer con total transparencia el destino y la evaluación y fiscalización de los dineros entregados a organizaciones no gubernamentales (ONG).
Quiero señalar que muchas ONG hacen una tremenda labor profesional y de ayuda a la comunidad, lamentablemente también se verán afectadas en su credibilidad. Por ello se debe tener total transparencia en lo que se investigue, sin duda que habrá aprovechamiento político tratando de empatar, pero se han tomado medidas inmediatas sin proteger institucionalmente a los involucrados en estos probables delitos, tanto desde lo político como lo judicial.
Jorge Cumming Ibar
Caso Convenios
De Penta a SQM, de SQM a los convenios. Chile es lo mismo de siempre.
Esteban Meza
Chile en 1973 I
El golpe de Estado o pronunciamiento militar, dependiendo de quien lo dice, era inevitable y la izquierda y los militares lo sabían. El 11 de marzo de 1972, en un vuelo de Cubana de Aviación, ingresaron por el Aeropuerto de Pudahuel varios bultos, bajo el amparo del entonces director de Investigaciones, Eduardo "Coco" Paredes. El personal de Aduanas se opuso a este ingreso irregular y debió recurrir el entonces ministro del Interior, Hernán del Canto, para que estos fueran liberados sin ser inspeccionados.
A pesar de esta exigencia, algunos de estos bultos fueron abiertos y se constató que el contrabando eran armas de guerra. El destino de estas armas, como se supo, eran para la guardia privada del Presidente Salvador Allende, los GAP (Grupo de Amigos Personales). El inventario de este primer envío fue 76 pistolas ametralladores, 14 fusiles de asalto AK47, 6 lanzacohetes RPG-74, 76 pistolas y revólveres y su respectiva munición.
Se especula y posteriormente se confirma que por esta vía, el gobierno de Allende ingresó más de mil armas de guerra de fabricación soviética, muchas de ellas encontradas en las residencias de Tomás Moro, Cañaveral y posteriormente al interior de la Embajada de Cuba. La irrefutable prueba de la veracidad de esto es la foto del Presidente Allende con su fusil AK47 durante la defensa de La Moneda y un GAP con otra de estas armas. ¿Podía entonces el país tener una salida democrática al conflicto político?
El Presidente Allende y los jerarcas del gobierno de la UP sabían que el regalo que les envió Fidel Castro hacía inviable la continuidad democrática del país después de 1976, cuando se supone que había nuevas elecciones presidenciales en Chile.
Rodrigo Meneses C.
Chile en 1973 II
De lo más curioso, por decir lo menos, resulta ver que la conmemoración de los 50 años del pronunciamiento militar, preparada por el Gobierno, debe, como condición si ne qua non, no considerar lo ocurrido antes del 11 de septiembre de 1973. Patricio Fernández no lo vio así y el Partido Comunista no se lo perdonó ni aceptó.
Como testigo presencial del gobierno de Allende, puedo decir que la violación a los derechos humanos se inició ya en 1970, cuando asumió el gobierno de la UP. No reconocer aquello es mentirle a los chilenos, algo que hoy está muy de moda.
Eduardo Mas Huber
Colegiatura obligatoria
Nuestra Carta Fundamental y diversos instrumentos internacionales -entre otros la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas- establecen que "nadie puede ser obligado a pertenecer a una asociación". La colegiatura obligatoria colisiona con libertades esenciales, conlleva serios riesgos y dotaría a los colegios profesionales de un grado de poder que fácilmente puede derivar en abusos y conflictos de interés.
Tal obligatoriedad sería tan absurda como pedirle a los ciudadanos que deban militar en algún partido político para ejercer su derecho a voto.
Adolfo Paúl Latorre