"Va a subir la temperatura este fin de semana", dice el ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson, antes de sentarse frente a la mesa de reuniones de su amplia oficina en el segundo piso del ala oriente de La Moneda. Lo hace casi con alivio, pero no porque tenga algún plan especial personal o familiar, sino porque la temperatura define el protocolo para la activación del Código Azul, el programa estatal que en invierno se implementa para cobijar a las personas en situación de calle.

Bajo este código se realizaron 40 mil atenciones en 2022, 20% de ellas a ciudadanos extranjeros, algunos en situación migratoria irregular. El plan aprovecha de darles solución a estos problemas. Activando este programa fue que el fin de semana pasado un ciudadano lo increpó durante una transmisión en vivo por televisión, acusando a esta generación "que está gobernando hoy día no tiene la capacidad de entender la pobreza".

Jackson cuenta que "fui a conversar con él después. Es una persona que está con pensión de invalidez, que está hace 20 años en esta situación. Estuvimos conversando cerca de 20 minutos y nos comentó su situación. Fue muy respetuoso. Conversamos y esperamos que pronto pueda tener no solo acceso a los albergues que hay acá en la comuna de Santiago, sino que también pueda tener una solución más definitiva. Es padre de tres hijos, estaba hace seis meses en calle y su familia no sabía que él estaba en calle. Así que también se dan estas historias de vida que muestran que en este caso un profesional que tenía un trabajo bien remunerado, que tuvo un accidente de trabajo, cayó en esta situación después de años de no poder volver a generar otros ingresos".

-¿Ha cambiado el perfil de las personas que están viviendo en la calle?

-Hay cada vez menos niños, que es algo en lo que hemos tratado de poner mucho énfasis en poder entregar solución. Por ejemplo, de las hasta hace pocos días cerca de 1.500 personas que se estaban atendiendo, eran 38 niños, niñas y adolescentes. Entonces, es un porcentaje menor. Pero obviamente que estamos todo el tiempo poniendo énfasis en los equipos que salen a las rutas que tengan especial atención cuando hay un niño y una niña para que lo derivemos inmediatamente a la residencia con su grupo familiar. Por supuesto que también hay que activar todos los protocolos que se requieran. A ver, un dato: el año 2022 hubo del orden de 40.000 atenciones por calle y de esas el 80% eran compatriotas, y tenemos cerca un 20% que son extranjeros de distintas situaciones migratorias, tanto regulares como irregulares. Por lo tanto, la inmensa mayoría de las atenciones de calle son para compatriotas.

-¿Entienden la pobreza?

-O sea, él me dijo después que se vio en la desesperación de decir algo, pero que agradeció mucho que pudiéramos conversar. Para que la gente se haga una idea, más del 90 o 95% de los equipos de este ministerio se mantiene gobierno a gobierno. No son personas que cambien, por lo tanto, hay un conocimiento muy profundo de estos fenómenos. Están en permanente contacto, sobre