Correo
Comisionado de seguridad
Me dirijo a usted en medio de una pausa entre reuniones con distintos actores del nivel central en el esfuerzo que realizamos los gobernadores por dar mayor independencia a los territorios. Parte importante está relacionado con el cargo de representación popular que ejerzo y desde el cual me he tomado la libertad, con responsabilidad, de proponer y ser parte activa en la conversación para definir las competencias específicas de los delegados, ya que no sólo es un cambio de nombre, sino una figura institucional distinta a la que conocemos.
Es necesario entender que el nivel nacional requiere presencia en las regiones. Sin embargo, quienes ocupan los cargos no deben competir ni impactar en lo que hace la máxima autoridad en el territorio. Es importante destacar que nuestra elección se basa en la legitimidad democrática y no somos designados arbitrariamente.
Entonces, se preguntarán "¿cómo lo resuelven?" Y yo responderé: soy el gobernador Vallespín, no el mago Merlín. Así que debemos trabajar, observando lo que están haciendo en el marco del proyecto de ley que crea el Ministerio de Seguridad Pública, desde donde se desprende el comisionado de seguridad pública. Es una discusión que sienta las bases del nuevo cargo si le agregamos la frase "y de coordinación sectorial", lo cual reconoce el estatus que merecen quienes hoy representan a La Moneda en las regiones. Así dejamos de lado el concepto de jefatura, que puede continuar generando confusiones.
No estaríamos atrapados en esta discusión por un proyecto específico si observamos el panorama de forma integral. Hablo de una política nacional de descentralización y postergar el tema para que el Consejo Constitucional resuelva la propuesta que surgió del Comité de Expertos. En ella sigue existiendo el delegado con las facultades que tiene actualmente. Además, del cambio específico en el nombre, propongo esperar a que se resuelva en esa instancia. Avanzar en reformas constitucionales antes de un plebiscito puede resultar poco fructífero.
Espero que el Presidente Gabriel Boric escuche lo planteado, ya que no pueden existir dos figuras que "lideren la región". Es inevitable que la parte designada tenga la posibilidad y disposición de coordinarse con el Gobierno Regional para enfocar los esfuerzos donde se encuentran las necesidades. Necesitamos que la máxima autoridad regional, representante del territorio y encargado del desarrollo y la estrategia regional, tenga funciones exclusivas de coordinación del sector público en materia de ordenamiento territorial y fomento de la economía.
Patricio Vallespín, gobernador
Campaña del Velero en la B
Perder con el colista (2 a 0, el lunes pasado) demuestra que nuestro equipo, Deportes Puerto Montt, está más mal que la Universidad de Concepción.
Lo vuelvo a reiterar, si nos vamos a "los potreros", serán culpables todos los dirigentes que respaldan al señor Erwin Durán como director técnico. Recordarle a Durán que estaba muy conforme a principio de temporada con el equipo que había logrado conformar porque estaban los jugadores requeridos.
¿Qué pasó entonces?, ¿equivocamos la estrategia, la forma de juego, no tenemos delanteros? La verdad es que Deportes Puerto Montt no está jugando a nada, y estoy seguro que el director técnico no ha mirado a los "canteranos", porque en las inferiores hemos visto jugadores que están en un nivel muy superior, y por lo que hemos observado, cualquier equipo europeo los quisiera.
Atención dirigentes, no queremos volver a los potreros, ojalá la segunda rueda entregue otras luces, pero este es el momento de tomar decisiones.
Marcelo Vidal G.
Resultados del Simce I
Arrogante y mezquina fue la actuación política del en ese entonces diputado Gabriel Boric y toda la izquierda que hoy gobiernan Chile cuando eran oposición y se opusieron al regreso de los estudiantes a clases post pandemia, amenazando incluso con acusaciones constitucionales y destituciones. Y tampoco olvidemos la complicidad del Colegio de Profesores.
Todas estas acciones obstruccionistas y con poca mirada de futuro del actual Presidente y su equipo trajo como consecuencias los peores resultados de la prueba Simce de los últimos 20 años. Seguimos retrocediendo como país y como sociedad, con las consignas de una educación de calidad que catapultaron al poder a Boric, Jackson, Vallejo, etc., en conjunto con una serie de promesas demagógicas que en la práctica terminaron siendo incapaces de aplicar.
Hoy nuevamente pierde Chile y las nuevas generaciones bajo el alero de un gobierno y un ministro de Educación con ideas fracasadas.
Yonathan Paillacheo Barriga
Resultados del Simce II
Este miércoles se dieron a conocer, con bastante retraso, los resultados del primer Simce luego de tres años sin aplicarlo, y los resultados son de cierta forma lo esperado: la pandemia produjo una fuerte pérdida de aprendizajes que necesitamos recuperar de manera urgente. La relevancia de esta prueba, o de cualquier prueba estandarizada, es que permite medir -es un termómetro- para saber cómo se encuentra cada establecimiento y a nivel país en ciertas áreas del currículo, pero lo más importante -y en lo que debemos centrarnos hoy- es que estas pruebas deben llamar a la acción.
Hoy más que nunca hay que doblar los esfuerzos públicos y privados, poniendo toda la innovación y evidencia tanto de la academia como de la sociedad civil al servicio de la educación.
Se requiere que el Congreso y el Gobierno avancen en modernizar, flexibilizar e innovar en el uso de los recursos disponibles para que podamos revertir los datos que conocimos, con una mirada amplia, entendiendo que la educación es mucho más compleja, y que el Simce es un termómetro que alerta sobre los aprendizajes para saber dónde poner mayor énfasis.
Paula Streeter, Pivotes