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Una ola de innovación para reciclar la gran huella de calor de internet

AVANCE. El impacto térmico de millones de servidores y centros de datos es un problema global. Algunos países ya ensayan cómo almacenar y reutilizar esa energía.
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Agencias

La enorme huella de calor de internet a causa del funcionamiento noche y día de ejércitos de servidores y centros de datos es un problema global que exige mucha refrigeración y que en algunos países, como los nórdicos, se empieza a paliar con una ola de innovación para reciclar el severo impacto térmico del mundo digital.

Proyecto público-privado

En Estocolmo, el calor que emiten los centros de computación por el funcionamiento de millones de algoritmos para analizar información y almacenarla se redistribuye por la red de energía, como parte de un proyecto público-privado de economía circular, para climatizar y suministrar calefacción a la ciudad.

Pero no solo eso; existen además allí proyectos que utilizan el calor de los centros de datos para calefaccionar invernaderos donde se cultivan hortalizas y se crían especies, como gusanos con los que alimentar luego a gallinas; o para secar pélets de madera y calentar agua de oficinas y pisciculturas.

"Los correos electrónicos, es decir, nuestra información ayuda a que crezcan lechugas y se alimenten animales", ilustra Marina Otero, licenciada en Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y Premio Wheelwright de Harvard para arquitectos.

Marina Otero viajará este año por países de todo el mundo para conocer los distintos modelos de sostenibilidad en el mundo de las grandes infraestructuras que sustentan el ecosistema digital mundial y buscar alternativas ecológicas.

Existen otros muchos proyectos además de los mencionados, aunque aún incipientes, para sumergir centros de datos bajo el mar o llevarlos al espacio, y asimismo se trabaja con moléculas sintéticas de ADN como medio alternativo a los servidores para el almacenaje de información.

La climatología es uno de los factores que ayuda a la sostenibilidad digital y que no siempre se toma en cuenta, asegura la arquitecta.

Los países escandinavos, además de las ayudas del Gobierno, cuentan especialmente con un clima fresco que contribuye de manera natural a refrigerar los servidores con mayor eficiencia que en los países cálidos, donde las temperaturas son cada vez mayores.

En Suecia, además de utilizarse las energías renovables para el funcionamiento de muchos centros de datos, existen algunos que en lugar de usar hormigón (material que genera gran cantidad de CO2) se construyen con madera muy resistente, a prueba de incendios y otros riesgos.

Calefacción gratis

En otro lado del planeta, la experta destaca un centro de datos en Marrakech (Marruecos), con clima desértico, que emula la arquitectura árabe de patios para generar climatización pasiva, mediante espacios para generar condiciones climáticas diferentes y refrigerar con menor huella hídrica y energética.

De Francia la arquitecta ha mencionado una empresa puntera que ha desarrollado un sistema de servidores descentralizados con funcionalidad de radiador, ubicados en los hogares; los ciudadanos mantienen en los aparatos en sus casas la información de las empresas asociadas al proyecto al tiempo que reciben calor gratis.

La experta se refirió a las condiciones geoestratégicas de los distintos territorios del mundo a nivel de abundancia de conexiones de internet y dice que estas no deben limitar la ubicación de los centros de datos a esos puntos sin tener en cuenta factores de sostenibilidad.

España y Portugal por ejemplo son países de muy buena interconexión digital porque unen Europa con África, Oriente Próximo y América. Este tipo de lugares atrae muchas inversiones digitales, "pero no siempre son las más adecuadas desde el punto de vista de la sostenibilidad".

A lo mejor "internet debería ser un poquito más lento", con la construcción de los centros de datos algo más lejos de esos puntos de alta interconexión, situarlos en lugares más sostenibles desde el punto de vista climático y de acceso al agua reciclada para la refrigeración.

"El almacenamiento de información sin límites en esta era digital es insostenible", asegura la experta. En la actualidad se archiva todo tipo de imágenes, muchas indispensables pero muy pesadas, especialmente las de observatorios astronómicos, en laboratorios científicos, o por la industria médica, para entender el crecimiento de tumores, enfermedades raras y buscar vacunas.

La sociedad debe saber que la "nube" tecnológica donde se guardan esos datos y se procesan millones de algoritmos no es algo etéreo, sino una red de grandes infraestructuras físicas en ciudades o fuera de ellas, llenas de cables y servidores.

Claves del nuevo sistema de pensiones que Países bajos tardó 16 años en aprobar

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Diputados, senadores, empleadores y sindicatos dieron su respaldo una nueva ley de pensiones para Países Bajos tras 16 años de debates, lo que proporciona la base legal para una de las mayores reformas sociales del sistema neerlandés, que apostará por una jubilación más personal, más arriesgada y acorde a los cambios de trabajo.

La "Ley de Pensiones Futuras" tiene tres objetivos: una pensión complementaria que sube más rápido, una acumulación de pensiones más personal y clara, y un sistema de pensiones más acorde con las personas que ya no trabajan para un mismo empleador durante 40 años.

A partir de ahora, la pensión de un afiliado será la totalidad de las primas pagadas a nombre de ese afiliado, más la rentabilidad que genere ese dinero. La desventaja es que el nuevo sistema es más vulnerable a las oscilaciones bursátiles y no hay garantías firmes sobre los pagos finales.

El sistema de pensiones actual se basa en tres pilares: la pensión estatal AOW, los planes de pensiones corporativos obligatorios, ya sean sectoriales o basados en empresas, y los planes de pensiones individuales o privados.

Los fondos de pensiones tienen ahora más de cuatro años para hacer la transición al nuevo sistema, que requiere que todos tengan su propio fondo de pensiones que podrán llevar consigo cuando cambien de trabajo.

Las novedades

El punto de partida de la nueva ley sigue siendo que la pensión se devenga de forma conjunta y que los riesgos financieros se comparten: los empleadores y los empleados pagan las primas, los administradores de pensiones invierten ese dinero y pagan los beneficios de la jubilación.

"En los últimos años, la mayoría de las pensiones apenas han aumentado. En el nuevo sistema, los proveedores de pensiones pueden usar los ingresos de sus inversiones más rápidamente para aumentar las pensiones. También funciona al revés: si las cosas van mal, también se pueden reducir las pensiones. La nueva ley de pensiones prevé reservas para absorber esto tanto como sea posible", promete el Ejecutivo.

Las cotizaciones pagadas por los empleados a cualquier edad se sumarán a su propia pensión. En el sistema anterior, la mayor parte de la pensión se acumulaba al final de la carrera y había un subsidio implícito de joven a viejo, por lo que un trabajo diferente o el desempleo al final de la carrera tenían consecuencias importantes.

Al implementarse este nuevo sistema, los activos de pensiones neerlandeses se moverán de un fondo colectivo a fondos mayoritariamente individuales, una nueva forma de devengar las pensiones que puede costar decenas de miles de millones de euros y que aún no está del todo claro cómo funcionará para los fondos específicos.

El gobierno defiende que el nuevo sistema es más flexible y se adapta mejor al mercado laboral actual, puesto que, en tiempos de prosperidad económica, se pueden pagar más pensiones con mayor rapidez y los recortes pueden ocurrir antes en caso de necesidad.

Además, cree que este sistema favorece a las personas con trabajos flexibles y contratos más cortos.

Los fondos de pensiones tendrán hasta el 1 de enero de 2028 para cambiar al nuevo sistema, que se aplicará a quienes ya se han jubilado, los que todavía trabajan y las generaciones futuras.