Monte Verde desperdiciado
A diferencia de otras ciudades, Puerto Montt no ha sabido o querido aprovechar su riqueza arqueológica.
Hay muy pocas ciudades en Chile que pueden exhibir el valor arqueológico que ostenta Puerto Montt -incluso a nivel internacional-, gracias al sitio de Monte Verde, donde en la década del 70 se hallaron restos de un asentamiento humano con una data de 14.800 años. Quienes están en ese mismo rango son Osorno, gracias al sitio de Pilauco; y San Vicente de Tagua Tagua, con el sitio de Cuchipuy. Mientras en estas dos últimas ciudades ha habido esfuerzos serios de revalorización cultural del patrimonio arqueológico, sin contar aquí las investigaciones científicas de rigor, que van por otro carril, la capital regional de Los Lagos lleva poco menos de 50 años sin la capacidad de facilitar el acceso a Monte Verde, que es lo mínimo, ni menos materializar la vieja promesa del museo, que a estas alturas ya parece el cuento del lobo.
Para no hablar de San Vicente de Tagua Tagua, que está a unos 800 kilómetros, baste mencionar lo que el cercano Osorno ha hecho con Pilauco. Si bien la excavación está ubicada en pleno casco urbano (lo que ha facilitado su visibilidad ante la ciudadanía), el municipio lideró una notable gestión para construir un museo en el Parque Chuyaca (muy cerca del sitio), además de erigir esculturas que evocan a los animales que hace 12 mil años vivían en la zona. Hoy por hoy, tanto el museo como las obras de arte son motivo de orgullo de los osorninos y un poderoso atractivo para el turismo de intereses especiales.
¿Qué ha hecho Puerto Montt, en cambio, para valorizar lo que tiene en Monte Verde? Apelando a la generosidad, poco, muy poco. El sitio, alejado de la zona urbana, no tiene un camino accesible y carece de amabilidad para los eventuales visitantes. Ni hablar del museo, pretendido hace tantos años, para lo que se ha extrañado de un liderazgo claro y decidido de parte de autoridades municipales y/o regionales.
Hay otros entes estatales que tampoco han ayudado. El año pasado, la Universidad Austral de Chile anunció que trasladaría, desde su sede en Valdivia a Puerto Montt, la colección arqueológica que se encuentra allá desde 1977. Pero como sucede en otros ámbitos, se espera la aprobación del Consejo de Monumentos Nacionales. ¿Qué es lo que falta? Aparentemente, un liderazgo claro y conjunto que puje en esta materia.