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Fin a emergencia por covid: acaba una pesadilla, pero aún lejos de un final feliz

Tras un poco más de tres años, el virus finalmente dejó de ser considerado una amenaza global. En nuestra zona esta medida hace voltear la mirada a las trágicas cifras que quedaron atrás y los desafíos de futuro. Llaman a no confiarse.
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En febrero de 2020 los rumores -y posteriormente noticias- de un virus que se propagaba en oriente nos hacían mirar con incertidumbre y, por qué no decirlo, con algo de escepticismo de que algo así pudiese llegar a nuestro país.

La realidad -y gravedad del asunto- tardó apenas un par de semanas en convertirse en realidad y golpear, para siempre, la vida de todos. De un Decreto de Alerta Sanitaria, en febrero, se pasó rápidamente a un Estado de Excepción en marzo. En abril el virus ya estaba desatado y la primera ola marcaba su arrasadora presencia.

Alto contagio para una enfermedad que en ese entonces no tenía tratamiento y que llevó a las autoridades a decretar extensas cuarentenas. Una época en que la mayoría de las personas veía el mundo desde sus ventanas, el televisor o sus dispositivos; afuera, salvo permisos circunstanciales, todo era silencio y soledad.

Ahora, tras un poco más de tres años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió hace algunos días decretar el fin de la emergencia internacional por el covid. Esto no quiere decir que la enfermedad está exterminada, ni mucho menos, pero la humanidad llegó al punto de control que tanto se ansiaba.

Decisión que coincidió con la realidad nacional y local: a principios de semana el Presidente Gabriel Boric informaba que por primera vez, luego de 1.144 días, no había un fallecido por circunstancias del covid-19 en el país; y a nivel regional, la tasa de nuevos casos llegó a su cifra más baja (0,2 por cada 100 mil habitantes) desde, precisamente marzo de 2020 (0,3 por cada 100 mil habitantes). Sumado a ello, desde hace más de un año que no hay más de 10 hospitalizados diarios en UCI a nivel regional.

Una realidad que nos hace mirar con esperanza lo que viene, al menos en cuanto el covid, pero que debe dejarnos muchas enseñanzas.

Cifras de la tragedia

Hoy, parecen lejanos los días en donde arreciaban los infectados, los casos graves en hospitales y los fallecimientos, pero los datos están ahí, y son testimonios ineludibles de estos traumáticos tres años.

Según las cifras extraídas desde el Departamento de Estadística e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud, en una mirada al registro histórico de los casos confirmados en la Región de Los Lagos (en un cálculo hecho por cada 100 mil habitantes), pese al temor inicial, recién el 19 de noviembre de ese 2020 se alcanzó el punto máximo de contagio diario de ese año, con 24,2. Transmisibilidad que superó la barrera de los 20 mil contagiados en total a esa fecha. Pero tan sólo dos meses después, el 26 de enero de 2021, se alcanzaría el momento de mayor transmisibilidad de ese año: 73,2. Para ese 28 de enero la totalidad de contagiados crecía al doble en dos meses y llegaba a los 40 mil.

La situación en las Unidades de Cuidados Intensivos era crítica, y ni hablar de los fallecidos. Por ejemplo, si en los últimos meses de 2020 los internados en UCI promediaban los 35 o 40, en febrero de 2021 las cifras llegaban casi al centenar, con un peak que llegó en junio, con más de 100 personas en riesgo.

Sobre los fallecidos, 2021 partió con 263 decesos y para el 28 de febrero la cifra creció explosivamente a un total de 625, un alza de 137%.

De ahí, por suerte, la tendencia fue a la baja, llegando a niveles de 2,0 nuevos contagios (por cada 100 mil habitantes) en septiembre, y es que claro, en 2021 ya se habían comenzado a aplicar las vacunas, lo que tuvo una incidencia rápida en el menor contagio y en la gravedad de los casos. La totalidad de contagiados, tras varios meses, se lograba mantener por bajo los 90 mil.

Vacuna y relajo

Ya en 2022, con las intensas campañas de vacunación y cepas menos agresivas, comenzó a extenderse una sensación de