"Elitización del discurso"

El pasado domingo, con la elección de los consejeros, Chile dio un giro hacia la extrema derecha en su representación popular. Un proceso que venía fraguándose al menos desde 2021 ante los ojos de todos, sin ser capaces de anticiparnos ni entender la disputa pública y comunicacional que vivimos. La caricaturización del adversario político y la elitización del discurso por parte del mundo progresista ha generado una distancia sin precedentes con el mundo popular.

Nadie propone la subestimación del electorado, ni nada por el estilo, sino más bien la imposibilidad de comunicar de forma clara y directa el tipo de país que esperamos construir. Cuando hablamos de barrios integrados, del fortalecimiento del mundo sindical, del apoyo a la innovación o el medio ambiente; hablamos de luchar contra las desigualdades.

Cuando lo hacemos, hay temas históricos como la seguridad y economía que se los entregamos por desidia a otros representantes del espectro político y que sumado al framing comunicacional, hacen que parte importante de la ciudadanía sienta que hemos abandonado sus principales preocupaciones. Debemos ser capaces desde el mundo progresista de rearticular una avanzada cultural que dispute el espacio político que históricamente ha sido nuestro.

Somos parte y representamos al amplio mundo de las clases populares y media de un país que sigue buscando el desarrollo, somos quienes más sufren las consecuencias de la delincuencia y dificultades económicas, somos parte de ese mundo que depende de un empleo y cuando aparece la cesantía, genera un cataclismo sobre la estabilidad de ese grupo familiar y siembra un manto de dudas. Es por esa gente, que son nuestros padres, abuelos, hermanos, tíos e incluso nuestros propios grupos familiares, que debemos ser capaces de abandonar el individualismo y populismo campeante para construir un proyecto histórico y político que retome la disputa contra la desigualdad como la principal amenaza para los chilenos.

Esa desigualdad que se expresa en el empleo, la seguridad, el transporte público, las pensiones, la salud, la educación y que día a día consume la salud mental de miles de compatriotas. Por Chile y toda su gente, debemos reconstruir una amplia coalición que nos permita disputar el espacio político, buscando favorecer a las grandes mayorías populares y medias de la nación, a partir de acordar sobre las grandes coincidencias políticas y programáticas que tenemos en la centroizquierda, para construir el país que necesitamos.

Giovanni Riffo Fica

Constitución y aceptación

Tolerar no es lo mismo que aceptar. En lenguaje ontológico decimos que tolerar es rechazo postergado, lo que significa que cuando tolero a alguien, estoy lleno de juicios negativos del otro y estos desencadenan emociones restrictivas, como rabia y frustración, y me controlo.

Por el contrario, cuando acepto, ontológicamente estoy dando cuenta que algo es, nada más. La diferencia es que las emociones que me genera la aceptación son expansivas y más relacionadas con la calma y la paz. Este tipo de emociones son claves para escucharnos, dialogar, acordar, empatizar, etc., acciones necesarias y claves para el desafío de construir la Constitución que nuestro país necesita.

La realidad es que tenemos un Comité Experta y un Consejo Constitucional democráticamente elegido. Salgamos de las conversaciones inoficiosas para centrarnos en el propósito de lograr una carta magna que convoque a una contundente mayoría. Dejémonos de tanto opinar, pasemos de la tolerancia a la aceptación y pongámonos a trabajar.

Pablo Fuenzalida

Responsabilidad fiscal

El Presidente Gabriel Boric y el ministro de Hacienda, Mario Marcel, suscribieron una circular que fue enviada a más de 300 reparticiones públicas, ministerios y servicios. En ella se recalca la necesidad de "mayores esfuerzos de responsabilidad fiscal", con énfasis en la "transparencia" y uso "eficaz" de los recursos.

Existe una cantidad no menor de corporaciones municipales que registran millonarios déficit, y en el último tiempo esta crisis logró acrecentarse más. Tal como lo evidencia el caso de Ancud, que al 31 de diciembre de 2021 mantenía una deuda de $5.494.218.444 por no pago de cotizaciones previsionales y de salud del personal de todas sus áreas. Así, se estima que el déficit es del orden de los 240 millones de pesos mensuales.

La eficiencia del gasto público es una constante sin alcanzar por las administraciones públicas, ya que ellas carecen de cálculo económico y explicado de otra forma, nunca asumen las pérdidas. A esto se suma que durante los últimos años ha sido más que evidente la expansión del aparato burocrático, sin ningún tipo de freno.

Hace unos años hablar de fusión/eliminación de ministerios, fusión de comunas despobladas, fusión de regiones, parecía una locura. Mas hoy parecen alternativas cada vez más sensatas.

Sebastián Millán Calisto

Bordes previsionales

El triunfo de la derecha en la elección es un nuevo golpe para la reforma previsional del Gobierno, lo que sumado al portazo a las cuentas nocionales por parte de partidos oficialistas, lo obliga a a replantear nuevos bordes previsionales. Insistir en que la cotización adicional vaya íntegramente a un sistema de reparto es dar por cerrado cualquier acuerdo en pensiones, por lo que la mejor estrategia del Gobierno es exponer qué porcentaje de la cotización adicional está dispuesto a destinar a las cuentas individuales, qué porcentaje destinará a reparto, y cómo redistribuirá esas cotizaciones a los actuales pensionados.

El espíritu refundacional de la reforma previsional debe pasar a una discusión de cómo perfeccionar el sistema previsional. Mientras antes se conozcan los nuevos bordes previsionales, mayor la probabilidad de sacar adelante una reforma previsional.

Eduardo Jerez Sanhueza