Correo
Aniversario de Carabineros
"Soy hijo de carabinero, padre de carabinero", decía el general director, Ricardo Yáñez, al despedir a uno de los suyos a quien la violencia le arrebató la vida mientras cumplía su juramento de "rendir la vida su fuere necesario en defensa del orden y de la patria". Sus palabras traen a mi memoria cuando veía salir a mi padre por las noches a cumplir su turno, en las frías noches de la ciudad, y recorrer las calles para darle orden y seguridad a tu pueblo, del cual eras parte.
Recorrimos muchos lugares y ciudades en los destinos que la institución le encomendó: nuevos colegios, nuevos amigos que aún perduran en nuestro corazón. Un día de agosto del año 1972, una bala le quitó la vida a uno de sus compañeros de comisaría, el cabo Exequiel Aroca Cuevas.
La violencia política se ensañaba con la sociedad y este servidor público era el mártir N° 600 de Carabineros. Junto a nuestra madre, acompañamos a su viuda e hijos, que tal como nosotros, veíamos a nuestro padre salir todos los días a cumplir con su deber. Ya el cabo Aroca no volvería a su hogar. La muerte de él trajo a los carabineros nuevas energías para seguir combatiendo contra quienes se ponían al margen de la ley y, tal como ha ocurrido con los suboficiales mayores Salazar, Olivares y Palma, han dejado una huella que los actuales carabineros seguirán sus nombres, llenarán las páginas de la prensa, autoridades solidarizarán con su institución y su personal; y en la retina de la sociedad se harán realidad las palabras de su fundador, Carlos Ibáñez del Campo, que un 27 de abril de 1927, al poco transitar de la institución, señaló: "En Chile, entre el estado de civilización y el de la barbarie no hay más que una delgada capa de Carabineros".
Escribo estas palabras en memoria de mi padre, como un homenaje a todos los carabineros y a la sociedad chilena, por reconocer en ellos un bastión de la democracia.
Juan de Dios Videla
Parlamentarios y caso Haeger
¿Por qué le molesta tanto al senador Fidel Espinoza y al diputado Alejandro Bernales que José Perez haya salido en libertad tras 8 años, después de una condena de 10 años por el delito de robo con homicidio? (por el crimen de la puertovarina Viviana Haeger).
Espinoza dice que fue un sicariato, si es así que presente las pruebas para procesar a los verdaderos culpables ¿Podrá?, y de esa forma realizar un nuevo juicio. El excelentísimo senador al parecer desconoce las atenuantes y agravantes de un imputado en el debido proceso, como ser irreprochable conducta anterior y cooperar en la investigación; esas son dos, por si las desconoce. Esto fue hace casi una década y no creo que el país siga con el alma conmovida. Si no le gusta, que realice un reclamo en el Poder Judicial (Tribunal Oral en lo Penal de Puerto Montt).
También, para su conocimiento, al cumplir la mitad de la condena en algunos delitos los culpables tienen el derecho a postular a beneficios, no creo que ignore lo que digo. Por otra parte, a Bernales, igual que para su compañero congresista, si le molesta tanto la resolución, le recomiendo que realice una ley para que los condenados jamás salgan de la cárcel. Se me olvidaba, díficil que salga aprobada, ya que no tienen mayoría en el Congreso.
Que ambos legislen, trabajen al respecto y no critiquen al Poder Judicial, porque los jueces no se involucran ni opinan con el Poder Legislativo, que son ustedes. Para finalizar, felicito a la delegada presidencial, Giovanna Moreira, que fue muy objetiva en su opinión, ella sí es una dama que entiende el debido proceso.
Boris Cortez
Falta de albergues
Vengo de Osorno y las personas que viven en situación de calle han aumentado considerablemente. Llego a Puerto Montt y la situación empeora lastimosamente. No hay albergues, no hay campañas de trabajo, no hay políticas de gobierno para solucionar en parte esta situación.
Hace una semana se publicó una crítica al seremi de Desarrollo Social, Enzo Jaramillo, que poco y nada ha hecho en esta materia. Una semana después, todo sigue igual y peor.
José Soto
Inseguridad en Puerto Montt
La delegada presidencial, Giovanna Moreira, hace rato dejó de representar al Presidente Gabriel Boric en la región. Hoy se le escucha por todos los pasillos su intención de querer ser candidata por la alcaldía de Puerto Montt, lo que demuestra una falta de compromiso con el cargo, sobre todo para quienes apoyamos al Gobierno, porque en más de un año en el cargo poco y nada se le ve en terreno.
Está enfocada en su campaña por la alcaldía, en buscar apoyos a su candidatura, pero de trabajar por la gente, nada. Frente al edificio de la Delegación en Puerto Montt hay grupos narcos que por meses llevan vendiendo drogas a la vista de todos, y el Diario El Llanquihue ha sido muy coherente en publicar y denunciar lo que toda la comunidad percibe a diario. Sin embargo, por meses (y no días) grupos de traficantes siguen operando con impunidad a plena luz del día.
Hay venta de drogas en Valle Volcanes y en Mirasol, y en Alerce, los fuegos artificiales van de semana en semana, pero la delegada vive en bilz y pap. Ocurren robos todas las semanas y ella señala que "están revisando", que "están preparando", que impulsarán una "mesa de diálogo", puras palabras que no tienen hechos concretos.
La delegada Giovanna Moreira ya no representa al Presidente Boric, a él se le ve preocupado y ocupado por mejorar la situación del país. A la delegada, ni se le ve en terreno.
Lidia Castro
Despliegue de autoridades
Veremos ahora si, después de la visita del Presidente Gabriel Boric, las autoridades salen a la calle.
Francisco Alvarado