Recuperación de espacios públicos
La gente no se volcará a plazas desaseadas o calles mal iluminadas. Primero debe venir la acción de la autoridad.
Frecuentemente se señala de parte de las autoridades que un elemento clave para recuperar los espacios públicos, y así intentar ponerle coto a la delincuencia, es que la ciudadanía haga efectivamente uso de ellos. La teoría sostiene que si las personas ocupan a diario las calles, parques y plazas para distintos fines, tales espacios quedarán de alguna manera "bloqueados" para los delincuentes, que ante una población activa y boyante, optaría por replegarse y en el peor de los casos, redirigir sus esfuerzos hacia otros lugares o con otros métodos.
Sabido es que el estallido, primero, y la pandemia, después, redujeron de manera crítica el uso de espacios públicos en numerosas ciudades del país. La violencia barbárica alejó a las personas del centro de Puerto Montt y el comercio, en consecuencia, modificó para siempre sus horarios o buscó nuevas zonas, alejadas, que le proporcionaran mayor seguridad a sus clientes. Las restricciones sanitarias que motivó la lucha contra el covid, en tanto, llegaron de la mano de aforos de atención de público, nuevos horarios y también el temor, esta vez por el contagio a un virus.
Así fue como los espacios públicos de Puerto Montt, tanto por el hecho en sí como por la fuerza de la costumbre, fueron quedando sin una ocupación efectiva, hasta que a comienzos de este año el estreno del Parque Costanera entregó una potente señal. Cuando la ciudadanía comprueba que hay un espacio protegido, lleno de detalles y con sentido, se vuelca a él. A cuatro meses de que se abriera el parque, la ocupación ciudadana se mantiene activa y sin pausas.
Sirva este fenómeno para mencionar que la recuperación de espacios públicos no puede ser sólo la manifestación de un deseo de parte de las autoridades. Para que aquello ocurra, los espacios deben ser dignos y con sentido de ciudad. Esa es la relación causa-efecto, no al revés. La población no se volcará a una plaza desaseada ni recorrerá calles mal iluminadas (que las hay bastantes en la capital regional).
Un ejemplo de esto es lo que pasó en Valle Volcanes, donde los vecinos terminaron alejándose de un mirador hoy usado para incivilidades de todo tipo, como se relató en este diario. Y hay varios otros casos en una ciudad que necesita con urgencia que la autoridad recupere los espacios públicos para la gente.