Christina y Los Subterráneos: "Lo que haré en Chile no lo he hecho nunca en mi vida"
MÚSICA. Cantante española cuenta detalles de la gira que comienza hoy por el país para celebrar los 30 años de su primer disco.
Amelia Carvallo
Hace más de treinta años Christina Rosenvinge compuso una canción. Se llamó "Tú por mí" y terminó siendo el mayor hit de su primer disco, "Que me parta un rayo" (1992), cuyo aniversario comenzará a celebrar hoy en Chile con una gira que parte en Frutillar.
"La primera canción quedó como una maqueta que no grabé, pero la segunda fue 'Tú por mí', que se me ocurrió en la calle", recuerda al teléfono la madrileña. "Iba por un camino andando, fuera de casa, y se me ocurrió la melodía, y se me ocurrieron las palabras, y entonces como me daba mucho miedo que se me olvidara, porque en esa época no llevábamos teléfonos encima, no lo podía grabar, entonces me fui corriendo, corriendo a casa, cantándola en alto para que no se me olvidara".
-¿Fue para una amiga?
-Sí, se llamaba Sara y compartimos casa. Ya no estaba viviendo con ella, pero seguíamos siendo muy amigas y había desaparecido un poco porque se había metido en una espiral autodestructiva, y había empezado a tomar drogas, había empezado a ir con gente muy mala y acabó prostituyéndose. En esa época, yo y todos los amigos que teníamos, que habíamos compartido casa con ella, que éramos un poco su círculo de protección, la estábamos buscando por todo Madrid.
-¿La encontraron?
-Sí, fue muy bonito, porque antes de que se publicara la canción conseguimos encontrarla y rescatarla y sacarla de todo ese agujero. La canción se ha quedado para mí como el símbolo de la sororidad y de la amistad. En la vida, la amistad es todavía una relación más importante que el amor porque el amor tiene fecha de caducidad.
Gira por CHILE
Todo comenzará hoy en el Teatro del Lago de Frutillar, sigue el martes 18 en el Teatro Coliseo de Santiago, salta a Quilpué el 19 de abril en Trotamundos, continúa el jueves 20 en el Magnolia Bar de Chillán y finaliza el viernes 21 en el Teatro Biobío de Concepción (entradas en Puntoticket, excepto Concepción, a través de Ticketplus).
A Christina la acompañarán Los Subterráneos, amigos músicos que son más que una banda cerrada, sino "más bien una idea que una formación fija. Desde el principio era un espíritu, a mí no me gustaba la idea de ir con una banda a sueldo que no tiene ninguna implicación emocional en lo que toca".
Cuenta que algunos llevan tocando con ella 14 años, otros completaron ya seis y todos conocen al dedillo su repertorio que se empina a más de 10 discos de estudio que empezaron con el batacazo de 1992.
"Lo que voy a hacer en estos shows en Chile es algo que no he hecho nunca en mi vida, que ha sido coger un disco de otra época y tocarlo entero. Tocarlo entero es muy bonito porque recrea totalmente la época en que se escribieron", explica.
En un sueño
Rosenvinge cuenta que otro tema que tiene una historia especial es "Mil pedazos", porque es una canción que soñó. "Una noche me fui a la cama muy angustiada porque no había conseguido escribir la canción que quería escribir ese día, y al rato me desperté y se me había ocurrido toda la primera estrofa. Escribí como ocho versos y luego me quedé dormida otra vez y a la mañana siguiente me desperté y me encontré con los ocho versos que más además rimaban, escritos encima de la mesilla de noche y es algo que no me ha vuelto a pasar en la vida".
-¿Cómo era tu vida en 1992?
-Fue un momento maravilloso de vitalidad absoluta y eso se nota en ese disco. Era un momento en que me había arriesgado a dejar el dúo en el que estaba, Álex y Christina, un dúo que tenía mucho éxito, me había atrevido a dejarlo, me había empeñado a empezar mi carrera en solitario. En principio lo tenía todo en contra, la compañía discográfica no confiaba en mí como compositora, me conocían como letrista, incluso me habían hecho encargos para algunas letras, pero yo no tenía ningún prestigio como compositora, y sin embargo hice todas esas canciones, presenté una maqueta de seis temas y con eso conseguí convencerlos para que me grabaran el disco.
-¿Cómo fue ese tiempo componiendo?
-Fue muy bonito, porque las canciones las hice realmente en un momento de salto al vacío en el que pensaba que nadie iba a confiar en mí. Y el año 92 acababa de enamorarme del que luego fue padre de mis hijos, también un escritor, Ray Loriga, y fue una época de la que también recuerdo a un fantástico grupo de amigos.
Safo y los talleres
La cantautora revela que su último proyecto es una obra de teatro musical inspirada en Safo, la poeta griega del siglo VII a. C. "Es famosa por haber escrito canciones y versos dedicados al amor entre mujeres y es un gran misterio a lo largo de los siglos, porque su obra ha sido destruida en parte, censurada, y a ella se le inventaron muchas historias. En esta obra de teatro hemos intentado recrear la verdadera biografía en el sentido de lo poco que se sabe: que no se suicidó, sino que murió anciana y coronada ya como una artista de éxito, que sus canciones se representaban delante de emperadores y que durante siglos fue famosísima, su cara estaba en las monedas y todo".
-Cuéntame sobre los talleres de creación de canciones que das.
-En estos cursos desarrollo y explico la técnica que hay detrás del verso cantado, que es muy diferente al verso escrito. La fonética cuenta mucho, el verso cantado todavía se rima, se cuentan las sílabas, las melodías, es una herramienta que se utiliza.