Redacción

Varios colegios del sector de Playa Ancha, en Valparaíso, decidieron suspender sus clases ayer debido a la programación de un funeral de alto riesgo en el Cementerio Número Tres del cerro. Se trató del sepelio de un joven conocido como "Ñaju" que el miércoles pasado fue asesinado a tiros frente al colegio Las Acacias de avenida Santos Ossa del puerto. Esta situación generó temor en el sector y se vio muy poca gente circulando por las calles.

Además de los recintos escolares (unos 13), la Universidad de Playa Ancha cerró sus actividades a las 14:00 horas y la Universidad de Valparaíso lo hizo media hora antes.

Daslav Mihovilovic, director ejecutivo subrogante del Servicio Local de Educación Pública (SLEP) de Valparaíso, confirmó que "velando por la protección de nuestros estudiantes, docentes, hemos dado flexibilidad horaria a nuestros establecimientos Escuela Pacífico, Estadio Israel, Centro Educativo Reino de Suecia y Naciones Unidas, estando desde anoche en coordinación con nuestros policías y la Delegación Presidencial".

"Lamentamos profundamente que por este funeral de alto riesgo debamos tomar este tipo de decisiones, pero por cierto que la integridad de nuestra comunidad educativa siempre será nuestro principal objetivo", añadió la autoridad.

Juan Salas, director del colegio Reino de Suecia, explicó a radio Cooperativa que "es un contexto que se desconoce, se habla de un funeral de alto riesgo, pero no se conoce lo que sucede el fin de semana, los movimientos que ocurren en las calles, no se saben los cierres de calles mientras se esperaba la entrega del cuerpo. Todo eso genera un ambiente súper complejo para nuestra comunidad y nuestros alumnos y apoderados".

Gobierno dividido

Esto provocó también una notoria diferencia de opiniones al interior del Gobierno, pues mientras el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, mostró su acuerdo con la medida, la titular de Interior, Carolina Tohá, rechazó que las actividades escolares dependan de delincuentes.

Ávila afirmó que "es una buena decisión que un establecimiento diga que suspenderá clases un día en que hay un fenómeno que puede poner en riesgo a los estudiantes. Si mi establecimiento está en una población de alto nivel de complejidad, donde lamentablemente hay condiciones para la delincuencia o el narcotráfico, tengo que diseñar algún protocolo".

Mientras que Tohá expuso que "tenemos que encontrar una manera de enfrentar estas preocupaciones reforzando la atención que damos desde el punto de vista de la vigilancia policial y mejorando la coordinación para que los colegios no sean afectados. No podemos permitir que el narcotráfico decida el calendario escolar. En Chile no vamos a aceptar que eso suceda".