Xi visita a Putin y EE.UU. lo acusa de propiciar su impunidad por crímenes de guerra en Ucrania
MOSCÚ. Líder chino llevó su plan de paz a Rusia, intentando un inédito rol de mediador. Primera reunión informal entre ambos gobernantes duró 4,5 horas.
Agencias
Los presidentes ruso, Vladimir Putin, y chino, Xi Jinping, concluyeron ayer tras cuatro horas y media de conversaciones su primera reunión informal en el Kremlin. La cita fue calificada por Estados Unidos como un intento de no querer que el gobernante anfitrión rinda cuentas por su eventual responsabilidad en crímenes de guerra cometidos durante la invasión a Ucrania.
Xi, que llegó a Rusia en visita de Estado, abandonó el Kremlin al término de las negociaciones y de la cena con la que lo agasajó su colega ruso, un menú de siete platos que incluyó sopa de esturión, asado de ciervo con salsa de guindas (alternativa al salmón blanco), crepes de codorniz, rasstegái (unas empanaditas típicas rusas habitualmente rellenas con pescado) y tarta Pávlova con sorbete de granada.
El presidente chino arribó en una visita de Estado de tres días, durante los cuales los dos mandatarios debatirán sobre la iniciativa de paz china para Ucrania y mañana, martes, abordarán asuntos bilaterales.
Al comienzo de la reunión Putin admitió haber "estudiado cuidadosamente" las propuestas de Pekín "para resolver la grave crisis en Ucrania", tras lo que aseguró que tendrían la oportunidad de hablar esta tarde sobre el plan de paz chino "cara a cara".
El Kremlin, que destacó la "postura equilibrada" de Pekín con respecto al conflicto, adelantó que Putin daría explicaciones definitivas a Xi sobre las causas del problema.
Mientras cenaban, tanto Ucrania como Occidente pidieron hoy a Xi que utilice su influencia sobre el jefe del Kremlin para que detenga cuanto antes los combates.
Orden de arresto
En cuanto a la iniciativa china, Kiev advirtió que, antes de implementarla, Rusia debe retirar sus tropas de territorio ucraniano, en alusión a que el plan de Pekín no alude a la integridad territorial ni a la anexión ilegal de cuatro regiones ucranianas.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, está a la espera de conversar con Xi por videoconferencia una vez termine su viaje a Rusia.
Se desconoce si ambos mandatarios hablaron de la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional contra Putin, aunque Pekín la criticó públicamente y el Comité de Instrucción de Rusia incoó un caso penal contra el fiscal y los tres jueces del tribunal.
El Kremlin adelantó que Putin y Xi tienen planeado suscribir hoy una decena de documentos, entre ellos dos declaraciones sobre el reforzamiento de la cooperación estratégica y los planes de interacción económica hasta 2030.
El aliado más poderoso
Xi es en estos momentos el aliado más poderoso de Putin y ambos hacen frente común a los planes declarados de Occidente de "contener" a las dos potencias nucleares.
Tras lograr apuntase un punto en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Irán y Arabia Saudí, el viaje de Xi a Rusia fue calificado por él mismo como una "visita de amistad, cooperación y paz".
Putin explicó que ha estudiado cuidadosamente la propuesta de paz china para resolver la "grave crisis en Ucrania. "Por supuesto, tendremos la oportunidad de discutir esto", subrayó.
El intento de Xi de mediar entre Rusia y Ucrania se produce cuando ni una ni otra parte está dispuesta a negociar tras el fracaso de la mediación del mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, en 2022.
Así lo ve occidente
En Occidente ni EE.UU., ni la Unión Europea (UE), el Reino Unido o Japón creen que la iniciativa china tenga éxito. La comunidad internacional sigue de cerca las reuniones de Putin y Xi, pues se teme que un mayor acercamiento político y económico (el comercio bilateral entre ambos países sumó el año pasado 190.000 millones de dólares, 116% más que hace diez años) pueda permitir a Rusia eludir las sanciones.
Pero también se ve con preocupación que Moscú pueda adquirir, según Washington, armas a China, pese a los desmentidos de Pekín.
Conscientes de que son vistos en Occidente como una amenaza y un desafío respectivamente, Rusia y China hacen frente común contra "acciones de hegemonía, despotismo y persecución", en palabras de Xi.
"China está dispuesta a defender firmemente con Rusia un sistema internacional basado en la ONU (...), a promover la multipolaridad en el mundo y la democratización de las relaciones internacionales", dijo al aterrizar en Moscú.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, acusó al líder chino de no querer que el mandatario ruso rinda cuentas por la guerra: "Que el presidente Xi viaje a Rusia días después de que la Corte Penal Internacional emitiera una orden de arresto contra el presidente Putin sugiere que China no quiere responabilizarlo por las atrocidades en Ucrania (...) El mundo no debe dejarse engañar por ningún movimiento táctico de Rusia, con el apoyo de China o cualquier otro país, para congelar la guerra en sus propios términos".