Putin visita por sorpresa una fortificada Crimea en el aniversario de su anexión
GUERRA. Líder ruso llegó en auto, manejando, a una actividad en Sebastopol, sólo 24 horas después de que la Corte de La Haya ordenara arrestarlo.
El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, visitó ayer por sorpresa Crimea en el noveno aniversario de la anexión de la península, que Moscú fortifica a velocidad forzada ante el temor de que los combates que se libran en el este y sur de Ucrania se extiendan a ese territorio, que Kiev se propone recuperar.
El Kremlin mantuvo en secreto el viaje del Mandatario hasta el último momento e incluso jugó al despiste: el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, anunció que hoy Putin solo tenía previsto participar por videoconferencia en la inauguración de un centro cultural.
Una visita en persona
El Presidente ruso, sobre quien pesa desde el viernes una orden de arresto que dictó la Corte Penal Internacional de La Haya por posibles crímenes de guerra, visitó la Escuela de Arte y el centro infantil Korsun en Quersoneso, en las afueras del puerto de Sebastopol, la principal base de la Flota rusa del mar Negro.
Según el gobernador de Sebastopol, Mijaíl Razvozháev, todo estaba dispuesto para la videoconferencia, pero finalmente el Presidente llegó en persona.
"En auto. Él mismo venía al volante. En este día histórico el presidente siempre está con Sebastopol y la gente de Sebastopol. Nuestro país tiene un líder increíble", escribió el gobernador en Telegram.
Crimea se fortifica
Este jueves el líder de Crimea, Serguéi Axiónov, afirmó que tras los trabajos de fortificación que se llevan a cabo en la península, Ucrania no podrá hacerse con su territorio.
"Ellos (los ucranianos) entienden que no tienen ninguna posibilidad de tomar Crimea después de las medidas que se llevan a cabo por orden del Presidente (Putin)", dijo Axiónov.
El líder crimeo destacó que los habitantes de la península comprenden la necesidad de que llevar a cabo estos trabajos y no se quejan por las incomodidades que pueden suponer.
"Desde luego no podemos dar detalles. Lo único que puedo decir es que las órdenes del presidente serán cumplidas y que los crimeos pueden estar seguros de que península tiene una defensa fiable", aseguró al periódico Izvestia con motivo del aniversario de la anexión.
Axiónov expresó su confianza en que las fortificaciones no serán necesarias, pero añadió: "Más vale prevenir que curar".
La flota del mar negro
De la misma opinión es, por lo visto, la Flota rusa del mar Negro, que este viernes efectuó ejercicios de sembrado de minas a lo largo del litoral de Crimea.
Según un comunicado de la Flota, el buque "Ingushetia" sembró minas de instrucción, sin carga explosiva, en las "rutas de posibles acciones de las fuerzas enemigas en las proximidades de la costa de la península de Crimea.
Además del "Ingushetia" participaron otros cuatro buques de la Flota del Mar Negro.
En tierra, en el este de Ucrania, los combates no pierden intensidad.
Según informó el mando militar ucraniano, las tropas rusas intentan cercar Avdiivka y Mariinka, ciudades satélites de Donetks, la capital de la autoproclamada república popular homónima.
"En la última jornada el enemigo intentó atacar posiciones (ucranianas) en la zona de Avdiivka y Mariinka, pero sin ningún éxito. Ayer perdió cerca de dos compañías de efectivos, entre muertos y heridos", dijo el portavoz militar Oleksiy Dmytrashkovsky.
El jefe de la administración militar ucraniana de la región de Donetsk, Pavló Kyrylenko, afirmó que los niveles de destrucción en la zona próximas al frente son "increíbles".
"Si hablamos de Avdiivka, la ciudad está destruida casi totalmente. Nuestra ciudad-fortaleza Bajmut está destruida en más del 80 por ciento", añadió.
Según Kyrylenko, ante la imposibilidad de capturar las ciudades próximas a la primera línea las fuerzas rusas emplean la táctica de "tierra quemada" y usan todo tipo de armamento para destruir todas las infraestructuras.