Futuro de las energías limpias
El amplio rango de Energías Renovables No Convencionales tiene un gran espacio para crecer y consolidarse en el país. Dadas sus notables condiciones geográficas, Chile ocupa un sitial destacado entre los países que pueden hacer la transición energética.
En 2022, la inversión de todos los países en Energías Renovables No Convencionales (Ernc) superó por primera vez los mil millones de dólares, lo que significó un alza del 31% respecto de 2021. Son las energías limpias y Chile no está ajeno a esta tendencia. De hecho, las autoridades las han apoyado y estimulado en las últimas décadas.
Hace unos años se señaló que se espera que en 2030, representen el 40% de la matriz. Entre ellas se encuentran la energía fotovoltaica y la eólica. Las Ernc tienen una participación de un tercio de la matriz nacional y aún hay espacio para crecer. Al mismo tiempo, la energía fotovoltaica se encuentra en un lugar de privilegio en una industria que podría tener un gran crecimiento en el futuro: el hidrógeno verde, llamado de esta manera ya que para su desarrollo se utilizan energías limpias y puede darse, incluso, una cadena de suministro completamente autosuficiente si es usado como combustible.
De ahí que la mayoría de los proyectos de generación que están en proceso de calificación ambiental se refieren a energías renovables. En 2020, las inversiones en Ernc en Chile fueron de $4.600 millones, cifra marginal considerando el panorama mundial, pero que aumenta las oportunidades de inversión, atendiendo que el país es uno de los líderes del mundo en condiciones para el desarrollo de estas energías. Para los próximos cinco años, la industria de generación compromete una inversión total por 23.000 millones de dólares en proyectos eólicos, solares e hidrógeno verde, lo que permitirá liderar la transición energética y reafirmar el retiro del carbón de la matriz productiva.
Ésta es la década en la que se consolidará a Chile como país de energías limpias, lo que ayudará a las ciudades, a la calidad de vida de las personas y a atenuar el cambio climático, considerando que hay gran cantidad de proyectos eólicos y solares que están aprobados o en etapa de estudio.
La energía es vital para que la economía y el país crezcan. Cuando las empresas programan su desarrollo, requieren de electricidad, de la misma manera que los hogares consumen más. En Chile, los grandes consumidores son las compañías mineras. Por eso, el país debe proyectar su requerimiento energético para las décadas venideras.