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Lavinia Ñancupel: con El Llanquihue en la sangre

La nieta del primer director de este Diario, Antonio Staforelli, recuerda las historias que su antepasado le contaba respecto a la fundación de este medio: "Me decía que yo vería los frutos de su obra".
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"Que no le pase nada malo al Diario", pensó Lavinia Ñancupel Staforelli aquella mañana del 22 de mayo de 1960, cuando el sur del país fue sacudido por un violento terremoto (magnitud 9,5 en escala de Richter).

Y es que no podía ser de otra manera, ya que El Llanquihue ocupa un lugar especial en su vida y en el de toda la familia.

¿La razón? Su abuelo, Antonio Staforelli, fue el primer director de esta casa periodística, entre los años 1885 y 1903 e integró el grupo de quienes lo fundaron un día como hoy, pero hace exactos 138 años.

Hoy, a sus 91 años y al igual que como lo hacía cuando niña, de la mano de su abuelo, volvió a recorrer esta semana las dependencias de este símbolo de Puerto Montt.

Emocionada, relata que ver cómo se encuentra hoy la obra de su antepasado era uno de sus anhelos. De ahí su emoción, ya que tal y como un día le señaló Antonio Staforelli, el Diario perduraría en el tiempo y caminaría acorde a los cambios experimentados por la sociedad.

Puertomontina

Nacida y criada en esta ciudad, la vecina de población Pichi Pelluco de Puerto Montt, eterna lectora y amante de las noticias, rememora los tiempos en los que su abuelo, militante del Partido Conservador, fue una figura relevante en la ciudad.

"Él era muy bueno. Tenía un negocio grande en Pérez Rosales, lo que le permitió ayudar a mucha gente que lo necesitaba. Era muy humano", relata.

Así, al mirar hacia atrás, sostiene que "eran tiempos distintos a los de hoy". Por lo mismo, con "mucho ñeque", el grupo fundador del Diario sacó adelante la tarea que consistió en que Puerto Montt contara con un medio de comunicación escrito.

"Cuando me conversaba decía que algún día estaría todo cambiado. Y que ojalá el Diario durase años", detalla.

Además, siempre me señalaba que "yo vería los frutos de lo que fue su obra y por eso es que estoy emocionada de estar aquí. Él estaba convencido de que El Llanquihue crecería con los años y así fue". "Hoy está muy lindo. Cuando chica vine junto a mi abuelo para ver lo que él había realizado, lo que para nuestra familia constituye un orgullo, porque no cualquiera funda un diario, ni menos se convierte en su primer director".

"Nos sentimos parte de esta historia, porque en ella está escrito el nombre de mi bisabuelo", complementa Patricia Oyarzo, quien es la hija mayor de Lavinia Ñancupel. "Estoy orgullosa de lo que hizo".

Sobre cómo recuerda a su abuelo, Lavinia Ñancupel expresa que "como un amante de la lectura y muy querido por la comunidad".

Por lo mismo, cree que su apego y conocimiento de la gente y de la ciudad, donde incluso un pasaje lleva su nombre, fueron algunas de las razones por las cuales fue designado por los fundadores como el primer director.

-¿Cómo cree que se sentiría su abuelo si viera hoy que su sueño cumple 138 años?

-Estaría feliz, lo mismo de que yo esté acá, ya que siempre me decía: "Tienes que cuidarte para que veas el fruto" de lo que él realizó; y por eso que yo estoy contenta.

Fecha especial

Es tanto el cariño que siente por esta ciudad y por este medio, que cuando llega febrero y se aproxima el día 12 siente una emoción grande y sus recuerdos afloran.

"Se llevaba muy bien con la familia Brahm y Doggenweiler, y con ellos se sentaba a conversar en la plaza", señala.

"Yo soy católica y por eso siempre he rezado para que El Llanquihue dure muchos años, para que nunca le pase nada y para que lo que hizo mi abuelo perdure en el tiempo", remarca.

" " Yo soy católica y por eso siempre he rezado para que El Llanquihue dure muchos años, para que nunca le pase nada y para que lo que hizo mi abuelo perdure en el tiempo" Estaría feliz (del aniversario 138), lo mismo de que yo esté acá, ya que siempre me decía: "Tienes que cuidarte para que veas el fruto" de lo que él realizó"