Reciclaje de residuos
En los últimos años se ha avanzado en cuanto a la normativa. Falta ahora el cambio cultural de la población. Un gran espaldarazo al cuidado del medio ambiente en esta materia fue la progresiva disminución de las bolsas de plástico.
Chile produce 17 millones de toneladas de desechos al año, y de éstas, 7,4 millones se generan en los hogares. Según el Banco Mundial, Chile es el segundo país de América Latina que genera más basura: en promedio, cada persona produce 1,1 kilo de residuos domiciliarios al día. Pero sólo el 10% de los desechos va a reciclaje, cifra ínfima respecto de un promedio de 60% que van a reutilización en las naciones desarrolladas.
Sin embargo, en los últimos años ha habido avances en materia de reciclaje, un tema estratégico, cuyo principal objetivo es cuidar el medio ambiente a través de la reorientación del comportamiento de los ciudadanos. En junio de 2017 entró en vigencia la Ley de Fomento al Reciclaje, que debería introducir un paulatino cambio cultural en las personas, para aprovechar muchos de los desechos y reintegrarlos al proceso de producción. La iniciativa obliga a los fabricantes de productos prioritarios, como neumáticos, aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos, baterías, pilas, envases y embalajes, a hacerse cargo de ellos una vez que terminan su vida útil. El objetivo es aumentar a 30% la cantidad de residuos que se reconvierten en el país. En marzo de 2021 se publicó el decreto que establece las metas de recolección y valorización de la categoría "envases y embalajes" de la ley de reciclaje de productos. Se estableció que las empresas agrupadas en un sistema de gestión deberán instalar y operar establecimientos de recepción y almacenamiento de residuos de envases, obligaciones que serán exigidas de manera progresiva, llegando a estar en plena vigencia el año 2030.
Mención aparte merecen las bolsas plásticas. En Chile se usaban más de siete millones de bolsas de polietileno cada día, y sólo un 23% se reciclaba. En los últimos años las autoridades iniciaron una campaña para ir limitando su entrega en supermercados y multitiendas, hasta prohibirlas desde febrero de 2019. Pero la pandemia trajo además otro problema: las millones y millones de mascarillas que se desechan en las calles, tema que genera un nuevo desafío para el reciclaje. El camino no ha sido fácil, pues el reciclaje requiere un cambio cultural, pero lo importante es que se vayan dando pasos y las nuevas generaciones lo internalicen.