Comprensión lectora
La masificación de las tecnologías ha traído aparejado un retraso en la capacidad de expresión oral y escrita. Comprender lo que se lee es esencial para que las personas se desenvuelvan adecuadamente en la sociedad moderna.
Según estudios del Ministerio de Educación, el 60% de los niños que pasan a segundo año básico no sabe leer correctamente: eso significa que 158 mil alumnos que debían aprender a leer en primero básico no tienen el nivel adecuado, afectando su aprendizaje en otras asignaturas. No aprender a leer en primer año provoca un retraso que a los niños les cuesta mucho remontar, lo que podría relacionarse con dificultades en la metodología, bajo acceso a material y libros, y falta de apoyo familiar.
El analfabetismo va en retirada en el país, pero también hay un analfabetismo funcional, que se refiere a la falta de comprensión y de expresión adecuada. Esto evidencia que si no entienden lo que leen, tendrán problemas para comunicar sus ideas. Y esto no es exclusivo de los niños, ya que la población -en general- lee mal, escribe dificultosamente y se le hace difícil comprender y retener ideas.
Promover la lectura en primero básico requiere que haya disponibilidad de libros para los niños, que los profesores estén en condiciones de enseñar a leer desde las edades tempranas, y un compromiso del entorno en los cuales esos niños se mueven. Hoy los menores muestran desinterés por la lectura, incluso a nivel de estudiantes universitarios. Lograr que se interesen en un libro es complejo, pero no imposible para los profesores, que enfrentan también el desfase que provocó la pandemia.
Las dificultades para aprender a leer en primero básico han retrasado el proceso. Una de las hipótesis es que la tecnología (internet, celulares, computadores, televisión) influye negativamente en las habilidades de lectura y escritura. Pero si bien las tecnologías desarrollan la capacidad de buscar información y comunicarse, dejan de lado otras que son propias de la lectura y escritura, como interpretar y argumentar.
Saber leer, que no sólo es saber interpretar las palabras, sino también entender lo que se lee, es vital para tareas tan cotidianas, e incluso para escribir y expresarse adecuadamente, pero también para enfrentar a la sociedad de la información. La falta de lectura en los niños limita su vocabulario y la capacidad de comprensión, por lo cual hay que resolver el problema desde el primer año y buscar opciones que ayuden a su desarrollo.