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el resguardo del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN)", indicó.

El dirigente puertomontino dijo que en total fueron ocho las medidas compensatorias, y que una de ellas, se logró cumplir a inicios de diciembre del año pasado. Este requerimiento tenía que ver con la instalación de 11 letreros informativos en cada uno de los sitios donde la compañía había producido algún daño.

"Uno de los letreros es más grande que el resto, y da a conocer de forma sucinta la situación de los conchales. Explica qué es un conchal, quiénes eran los chonos y tiene un mapa. Está instalado en el kilómetro 11,5 de la Carretera Austral. Y en los otros letreros, se da a conocer sencillamente, que en ese lugar existe un conchal milenario", señaló Fernández.

Conchales

Para que la compañía eléctrica cumpliera con la instalación de estos letreros, fue fundamental la creación en 2015 de la agrupación "En la Ruta de los Conchales", la que reúne a pobladores de Pelluco, Coihuín, Chamiza, Piedra Azul, Pichi Quillaipe, Metri, Lenca, Chaica, Caleta Gutiérrez y Caleta La Arena.

Uno de los objetivos de la agrupación es "la visibilización y fortalecimiento de los patrimonios arqueológicos, culturales e históricos" del sector.

En este sentido, Pablo Fábrega, historiador e integrante de "En la Ruta de los Conchales", aseguró que "la agrupación ha sido clave, porque, sino hubiera existido, lo más probable es que no se hubiesen materializado estos letreros. Por lo menos ahora están, antes no existían, eso es un avance en el tema de protección del patrimonio", explica.

Al mismo tiempo, Raúl Fernández reconoce que otro de los fines que tiene la agrupación es proyectar rutas y circuitos turísticos a partir de los sitios arqueológicos.

"Con turismo y patrimonio municipal conversamos la posibilidad de poder establecer una ruta que pueda ser permanente, que esté unido no solamente a la parte arqueológica, sino que también junto a otras cosas, como la artesanía, la observación de aves, el paisaje. Esa es la tarea que ahora hay que concretar", expresó el secretario de la agrupación.

En esta línea, Pablo Fábrega hace mención a la falta de divulgación que existe con este tipo de lugares.

"Falta incorporarlo dentro del recorrido que hacen los operadores turísticos, pero por lo menos lo que es más importante. Primero, que el patrimonio está allí, está vivo, es visible para la gente un poco más experta y lo segundo, que con esta agrupación tenemos la garantía de que vamos a cuidar este territorio, para que no vuelva a pasar el mismo error que ocurrió en el pasado", enfatizó.

Excavaciones

Voz experta en esta materia es el investigador y arqueólogo Nelson Gaete, quien el año 2000 dirigió las excavaciones en el conchal de Piedra Azul, un sitio de 74 metros de extensión, con cerca de 6.300 años de antigüedad, localizado en la bahía de Chamiza.

El experto señala que entre Pelluco y Caleta La Arena se han identificado 37 de estos sitios, y que incluso, uno de ellos, ubicado en la bahía de Metri, alcanza los 12 metros de altura.

"Los grupos humanos que habitaron esos conchales fueron canoeros cazadores-pescadores-recolectores que se adaptaron al medio ambiente marino. Fueron cazadores de delfines, lobos marinos, pescaban gran cantidad de especies, como corvinas, lenguado y otros peces; y además recolectaban una gran cantidad de bivalvos, como almejas", expresó el arqueólogo.

Por otro lado, el investigador explicó por qué los antiguos habitantes de lo que hoy es la costa puertomontina depositaban las conchas de los mariscos en el mismo lugar donde vivían.

"De ese modo, les permitía vivir en un lugar más limpio y con mejores condiciones de habitabilidad. Las conchas, al tener un alto contenido de carbonato de calcio, actúan como una especie de antiséptico, que evita el desarrollo de microorganismos en el lugar. Y lo otro, que, por su composición química, genera espacios mucho más secos. Ese es el sentido, no es que ellos hayan querido vivir encima de la basura", resaltó. El profesional recalcó que "los conchales son testimonios de un modo de vida, marcan una forma de vivir desde hace miles de años, en una forma armoniosa con un medio ambiente que proveía de todo para la existencia humana" y agregó que, no solamente fueron grandes sitios habitacionales o campamentos de actividades, sino que también en los mismos conchales eran sepultados los cuerpos de los habitantes de esos asentamientos.

2014 la empresa eléctrica Saesa causó daños en 10 conchales, producto de la instalación de postes. Ello motivó una movilización de lugareños.

11,5 km de la Carretera Austral se ubica uno de los letreros instalados por Saesa, como parte del plan de reparación tras el incidente.

6.300 años de antigüedad tiene uno de los conchales, el cual se ubica en el sector de Piedra Azul.