El año pasado estuvimos en Jauja. Las fronteras a medio abrir, todos con su 10% en el bolsillo y otros bonos con que el gobierno nos malacostumbró. La temporada alta del turismo empezó apenas se terminó el Año Nuevo. Este año estamos pobres, el ministro Mario Marcel, con razón, ha apretado la mano para que aterricemos y no tengamos una liquidez artificial. Pero que duele, duele.
Ayer hice una pequeña encuesta a ver si mis colegas estaban en la misma situación que nosotros y la respuesta fue que los hoteles aún no perciben que llegó la temporada alta: todos están con disponibilidad para mediados de enero, pero lo que me sorprendió más fue que también estaban con disponibilidad para el mismo día.
Ayer fui a Puerto Varas y me encontré con pocas caras nuevas. Vi turistas, pero pocos. Incluso creo que había menos gente que a mediados de año, cuando somos los vecinos quienes vamos a pasear y a tomar helados con los nietos (¡qué buenos helados tiene Puerto Varas!).
A mayor abundamiento, un pasajero que venia llegando de Hornopirén me señaló que por allá no andaba nadie. También me dijeron que Pucón estaba vacío y después llamé a Castro y me dicen lo mismo. Mal de muchos sólo es consuelo de tontos.
Lo único que está lleno de turistas es Cochamó, pero ello no se debe al turismo, sino que a la televisión, porque Baltazar la hizo famosa.
Conclusiones:
Lo primero es que Cochamó aproveche el veranito de San Juan y atraiga inversionistas para tener hoteles, buenos proveedores gastronómicos y se pueda explotar, sustentablemente desde luego, los recursos, productos y circuitos turísticos. Que no le pase lo mismo que a Chiloé con La Fiera, que sirvió para darlo a conocer, pero no trajo inversiones y hoy permanece la magia, pero el turismo es precario salvo honrosas excepciones (¿cierto Morelia?).
Segundo: la promoción sirve. El año 2022 brilló por su ausencia: ni en la TV vimos los reportajes de antes. Puerto Montt nunca se ha promocionado, pero Pucón, Valdivia, Viña del Mar, Valparaíso, La Serena y Antofagasta, sí. El año pasado no se vieron. Más se vio Bariloche. Y para qué hablar de promoción internacional: Cero.
Repito lo mismo que vengo diciendo hace 20 años: la promoción debe hacerse todo el año para que la gente venga en la temporada baja. Debemos posicionar nuestra región porque la gente no viene sólo porque somos bonitos, sino que viene a entretenerse, pero tenemos que contarles cómo lo van a pasar bien. Y de Chile nadie está preocupado, ni siquiera nuestros vecinos.
Jorge Tramón Guarda, director
de la Fundación Paralelo 41