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Calidad de vida en jaque: precios siguen subiendo sin fin

La crisis derivada de la pandemia a nivel local, pero por sobre todo internacional, sigue azotando la realidad del puertomontino y cada día es peor. El precio de los alimentos, los servicios básicos y el transporte, entre otros, mantiene su tendencia al alza y asfixiando la capacidad de pago. ¿Lo peor? No se vislumbra que el panorama mejore si no hay cambios de fondo.
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"Este es un tema que le complica la vida a todo el mundo, especialmente a los vecinos de nuestros barrios. Complicado hoy día ir al supermercado. Los precios han subido tres veces su valor, desde el tiempo de la pandemia a estas alturas del año. Imagínate que se está pagando un litro de aceite sobre tres mil pesos, cuando se cancelaba 800 y estoy hablando del más barato, entonces es una complicación para el bolsillo del vecino, porque el sueldo no sube, entonces hoy día el poder adquisitivo se está viendo disminuidos a prácticamente la mitad y menos".

Con este crudo relato, la presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Urbanas y Rurales Puerto Montt, Sara Marchant, describe lo que está pasando con el costo de la vida en la capital regional. Si el 2022 ha sido difícil en el aspecto económico, los últimos tres meses han visto profundizar el problema.

"Hoy la comida es la que está cara. Entonces como vecinos claro que la conversación se da, por supuesto y qué hacemos, cómo lo hacemos. Hay vecinos que a mí me han dicho 'sabe qué, ya no uso aceite, yo estoy comprando tocino y estoy haciendo chicharrones y estoy cocinando con manteca'. Otros vecinos dicen 'sabe qué, yo hoy prefiero comprar un litro de aceite de oliva, porque me sale claro 5.800 y prefiero tener aceite de oliva para mis ensaladas, a pagar tres mil o cuatro mil pesos por uno de menor calidad", complementa.

Agrega que "comprar verduras es caro, muy caro, y si la gente no se alimenta como corresponde, es toda una seguidilla de problemas, porque la gente se enferma, porque no tiene una alimentación balanceada, porque los sueldos no alcanzan y se enferman los niños, los adultos mayores y después tenemos colapsado el hospital y pasa todo lo que sabemos hoy día, entonces tenemos que hacer un llamado a nuestro Gobierno. Hay que estar en los zapatos también, por qué está ocurriendo esto; el alza del dólar, pero tendrán que ver cómo se ve esta situación, porque si no, vamos a tener una crisis de hambre, no va a poder alimentarse."

Quién vive este difícil panorama, día a día, es Jaime Pérez, presidente de la Junta de Vecinos Villa Melihuén y, a la vez, dueño de minimarket "Melimarket".

"Hay algunos que ya están recurriendo a préstamos y a las tarjetas de crédito", dice de entrada, asegurando que observa cómo la tendencia es dramáticamente al alza en medio de "mucha gente que ha quedado cesante".

Asegura que "antes pagaban todos con billetes grandes, cuando había liquidez, por el tema de los retiros, ahora es puro sencillo y monedas. Están trayendo 'su chanchito' donde juntan monedas durante el año para que yo se las cambie o vienen a pagar con eso sus compras".

Toda esta situación ha provocado que la forma de consumir haya cambiado diametralmente en su negocio:

"Mi medidor digamos es la venta del pan, y con el pan tú llevas queso, cecinas, palta, todo lo derivado. Antes vendía 22, 23 kilos diarios, ahora estoy vendiendo 13 kilos; eso desde hace unos tres meses. Ahora el plátano, por ejemplo, está por las nubes y la gente los dejó de comer. El tema de la cecina de pavo igual está súper cara. Yo ya no la trabajo porque se me vencía, la gente dejó de comprarla. Antes vendía unas dos piezas a la semana para laminar, ahora no estoy pidiendo porque no se vendía", complementó.

Relata que la misma situación se extiende a otros productos como el pollo o la chuleta, esta última actualmente la vende a unos seis mil pesos, mientras que hace unos meses no superaba los cuatro mil.

El pan, el aceite, las verduras, plátano y lo relacionado a la carne son los ítems que este almacenero pone el top de lo que más ha subido su precio en los últimos meses.

No da para más

Una situación que conoce de cerca el presidente de la Asociación de Consumidores, Hernán Navarro, quien por estos días estuvo, precisamente, actualizando su contabilización del aumento del costo de la vida a través de los precios recopilados en supermercados.

"El tema de la inflación, de las alzas de los precios, tiene que ver con tres grupos de productos: alimentación, servicios básicos y movilización colectiva", asegura.

En cuanto a la comida, explica que lo que está subiendo ahora es la harina panadera (entre un 9 y un 11%), también el alza está en los huevos en una proporción importante y también en productos que son realmente sensibles para los hogares populares, me refiero al té, algún café y desde luego los fideos.

En el caso de la fruta, confirma que la más significativa es la de los plátanos que llega a un 28,7%, o sea algunos establecimientos han subido 400 pesos el kilo. Estos datos son entre septiembre y diciembre o sea en el lapso solamente de tres meses, cuando el IPC ha subido solo 2,4%. Las manzanas verdes (que además son importadas, también con un importante aumento de valor.

Sobre carnes, lo que más sube es la carne de parrilla, vale decir el lomo vetado está entre un 20 y un 30% de alza respecto a septiembre. En tanto el pollo entero sigue subiendo, un aproximado de 8% en estos tres meses.

Con preocupación, Navarro manifiesta que "los salarios bajan y suben los alimentos, entonces ¿qué es lo que hace la gente al respecto?, está comprando menos productos, pero con subalimentación: se está optando por productos de menores precios, pero también de menor calidad. Esto porque la industria alimenticia, tanto nacional como importada, fabrica alimentos de menores precios, pero con más aditivos, con mayor cantidad de químicos y eso es lo que está comprando la gente hoy".

En cuanto a los servicios básicos, asegura que hay un importante endeudamiento en agua potable y luz. "En agua el endeudamiento es similar a lo que había antes de la ley que aplazó los pagos en pandemia. Tengo adultos mayores que sustrajeron deudas durante la pandemia, y ahora termina y Essal ofrece un convenio a 48 meses. Se suscribe, pero es una pesada mochila para todas esas personas", argumenta.

"Obviamente está también el tema de la movilización colectiva. Y aquí quiero agregar que suben los pasajes en el área urbana, pero también los intercomunales. Pasa que, en los trayectos cortos, en los alrededores de Puerto Montt, el servicio es ocupado frecuentemente por trabajadores de empresas. Por ejemplo, desde el centro de Puerto Montt hasta Puerta Sur, el pasaje costaba hace un par de meses 800 pesos, hoy subió a mil pesos, entonces hay aquí una carga para el trabajador constante", explica.

- Usted ha asegurado que no existe ayuda en estos tiempos, ¿usted igual quisiera reunirse con autoridades para ver qué se puede hacer, pese a que el Gobierno no puede ser el fiscalizador de los precios?

- Es necesario que nosotros hagamos una escala al Gobierno Regional, a las autoridades del ámbito económico y político para entregar todos estos antecedentes y buscar la elaboración de alguna política pública que posibilite que los hogares más complicados, como los de las mujeres jefas de hogar, de los que tienen trabajos precarios, de algunos trabajadores independientes; tengan una ayuda social que permita enfrentar esta situación.

Lo que no podemos hacer es esperar que el mercado regule esto, esto seguirá subiendo si no hay una política de contención de los precios de alimentos que existen en los distintos mercados del país. Eso lo vamos a plantear a todas las autoridades que nos quieran escuchar, incluidos los parlamentarios.

- ¿Cuándo podrían plantear esto?

- Lo más pronto posible, porque esto amerita urgencia. En el caso de transportes, hemos planteado la situación a las autoridades, pero lo de servicios básicos nos tiene preocupados, el endeudamiento ha ido creciendo. Y la gente no se puede seguir endeudando, porque ya está llegando al tope de la posibilidad de adquirir alimentos, en los supermercados se ve menos gente, porque se compra lo justo y necesario. Por eso hay que encarar esto con autoridades políticas, porque hay que generar empleos, mejores y más estables y se puede partir por los trabajos de obras públicas, hay que generar fuentes laborales y eso permitirá tener mayor poder adquisitivo.

Gladys Espinoza, presidenta del Consejo de Desarrollo Centro de Salud Alerce, relata que "en el trabajo todos comentamos que antes con 30 lucas traías hartas cosas y ahora traes menos de la mitad, segundo es que los sueldos no suben y lo otro es también el alza de pasajes, tomando en cuenta sabemos lo que le cuesta al microbusero, al colectivero… esos son los comentarios más frecuentes".

"En el pan, por ejemplo, también se nota ahí la disminución. Si bien llevan pan todos los días, pero ya la cantidad es menor. Gente que busca dónde está más barato, ya no llega y compra nomás. Donde se recarga bastante que hemos visto que compran alimentos, con la tarjeta de crédito, eso también vemos que compran alimentos, no cosas suntuarias", comentó.

Desde su visión, uno de los problemas observados es que "suben las cosas y después no la vuelven a bajar, entonces cualquier remuneración, estamos hablando de 300 mil para arriba, 400 mil, no alcanza y se nota lo que podría pasar por el alza del petróleo. Yo creo que eso es lo que marca, porque suben todos los insumos (…) aquí hay gente que está lucrando con la necesidad básica de poder tener un plato de comida, una calefacción y bueno… dónde cocinar".

"El asunto de comer bien, alimentarse sanamente, esos precios han subido (…) va a llegar un tiempo en el que vamos a tener que estar comiendo papas, tallarines, lo que se pueda comprar, entonces una baja la calidad de la alimentación y recurre a las masas, lo que llena, y tenemos problemas de obesidad, porque la gente de alguna manera se tiene que alimentar y a veces matando el hambre con cualquier cosa que venga, pero al final se terminan enfermando y al final dónde van, a la salud pública, porque le dio diabetes, entonces no se corresponde el nivel de ingreso para mejorar nuestra calidad de vida", zanjó.

Futuro gris

Desde el punto de vista técnico experto, Jorge Weil, doctor en Economía Política de la Universidad de París, explica que esta alza vertiginosa de precios se explica en la región por razones de influencia externa (mercado mundial) y por razones internas (mercado nacional).

"Los precios suben en el mercado externo porque la crisis mundial ha incorporado rupturas en el encadenamiento productivo. Ello ha acentuado el déficit agrícola y alimentario en general. A esta razón, se agrega, por un lado, la depreciación del peso frente al dólar que aumenta el costo de los productos importados, y por otro lado, el incremento de los valores de los fletes internacionales y los seguros lo que se repercute en un aumento de los costos financieros", asegura.

Agrega que, en el plano interno, el aumento del valor del petróleo golpea debido al alza de los costos de distribución de los productos, ya que los fletes a las ciudades del país se realizan vía transporte terrestre.

Otro aspecto que incide en el aumento de los precios, complementa, es la insuficiencia alimentaria del país que alcanza alrededor de la mitad de las necesidades, lo que la obliga a importar. "A ello contribuye decisivamente la distorsión que genera el modelo económico, ya que este se orienta a la agricultura de exportación. Los suelos agrícolas aptos se utilizan para exportaciones tradicionales y no tradicionales al mercado mundial como la madera, celulosa, la ganadería de exportación y agro-alimentos. Por lo tanto, una fracción importante de la superficie de tierras a nivel nacional no se emplean para fines agropecuarios y agro-alimentarios internos".

- ¿Se puede hacer algo?

-En la medida que legalmente predomina el libre mercado, no está en las atribuciones del Estado fijar a los precios de los productos de la canasta básica. Por lo tanto, los precios van a seguir fluctuando de acuerdo al alza del nivel que ellos alcancen en el mercado mundial y nacional de los alimentos. Si consideramos que los productos que importamos son un 50% de los que considera el INE en los cálculos mensuales de inflación, esta cifra debiera permanecer elevada en sus influencias sobre el nivel de precios.

En cuanto a incentivos, estos debieran centrarse en el estímulo a la producción de la agricultura familiar campesina. Esta es la opción más importante en que puede involucrarse el Estado para contrarrestar la crisis económica que se agravará los próximos meses por causas externas y debilidades estructurales internas.

- ¿Qué medidas podrían tomar los puertomontinos para reducir este impacto negativo en su nivel de vida?

-Priorizar sus compras en las ferias agrícolas de sus comunas que son más baratas. Limitar el endeudamiento financiero con las tarjetas de crédito y débito del sector bancario y comercial, debido a las altas tasas de interés que alcanzan en la actualidad.