Tras un proceso de elecciones internas, el pasado miércoles 7, asumió la nueva directiva regional del Partido Liberal (PL).

De esta forma, la colectividad de Gobierno será encabezada en Los Lagos por su presidenta Marisol Mora, quien será secundada por Eduardo Zuchel, como secretario; y, Samuel Gálvez, como tesorero.

Junto con ellos, asumieron también los consejeros regionales y los integrantes del Tribunal Regional.

"Buscamos fortalecer la estructura regional desde la militancia, integrando a quienes busquen un espacio para la construcción de ideas e impulsar los valores y principios del liberalismo. Al mismo tiempo, desarrollar actividades participativas con organizaciones sociales y personas para promover el acceso, de manera transversal a la información y a la discusión de ideas", resumió Marisol Mora, la nueva presidenta regional del PL.

Del mismo modo, la nueva timonel de esa tienda política, estableció que continuarán trabajando en el programa de gobierno del Presidente Gabriel Boric y apoyando a sus representantes en la zona, como son el diputado Alejandro Bernales, la delegada presidencial Giovanna Moreira y el seremi de Economía, Luis Cárdenas, "así como a todos quienes forman parte del oficialismo, a fin de llegar con las políticas impulsadas por el Gobierno a todos los rincones de Los Lagos".

LOS DIRIGENTES DE LA NUEVA DIRECTIVA DEL PARTIDO LIBERAL EN LA REGIÓN DE LOS LAGOS.

La VI Encuesta de Opinión Ciudadana de la Universidad de Los Lagos (ULagos), entre otros aspectos midió la aprobación de autoridades nacionales y regionales, entre ellas la delegada presidencial Giovanna Moreira y el gobernador regional Patricio Vallespín. Mientras Moreira registró un 17% de apoyo y un 43% de desaprobación; Vallespín anotó un 26% y 38%, respectivamente.

Al conocer ese resultado, la representante del Presidente de la República en la región enfatizó que "como Gobierno no gobernamos mirando las encuestas, sino que haciendo el trabajo y respondiendo a las urgencias de la ciudadanía".

Reconoció que la encuesta "revela algunas cosas que nosotros ya estamos haciendo, que tienen que ver con las urgencias que el Presidente ha puesto a través del presupuesto, que fue aprobado en el Congreso, y que tienen que ver con la seguridad, las urgencias económica, social y ciudadana".

De su lado, Vallespín aseveró que "uno está trabajando para que la valoración de la nueva autoridad (gobernador regional) se comience a instalar. Por lo que me parece valorable que una de las instituciones, y en el cargo específico, (sea) valorada y reconocida".

No obstante, anunció que "vamos a seguir trabajando en esa línea. Tenemos que trabajar mejor en la difusión de lo que se está haciendo, muchas cosas nuevas e innovadoras, que parece que no están llegando con toda la pertinencia que se requiere".

Admitió que a pesar de la situación económica y las proyecciones, "esto nos da más motivación y energía para trabajar. Tenemos buenas perspectivas que este Gobierno Regional se va a seguir instalando, haciendo cosas, desafiando al nivel nacional a que tengamos más poder de decisión acá, para que la gente reconozca cada vez más la importancia de este nuevo cargo elegido por las personas de la región. Es un incentivo para seguir mejorando".

LA DELEGA MOREIRA (17%) Y EL GOBERNADOR VALLESPÍN (26%)

El concurso para cargos en la Municipalidad de Puerto Montt exhibe virtudes que no se advierten en similares procesos, en otros servicios públicos: baste señalar que, lo incierto del resultado de ese proceso, marca ya una diferencia importante y positiva. De hecho, soy funcionario de una institución, en que -en las últimas décadas- los ganadores de los concursos se resolvían siempre antes de que se produjera el llamado a concursar. En tema de normativas, leyes e interpretación de éstas, somos campeones de la ambigüedad. Baste, para ello, mencionar la Alta Dirección Pública, engendro político-administrativo-siquiátrico, o la ley que exige a personas de la tercera edad presentar carnet de identidad para comprar una cerveza, a fin de que demuestre que es mayor de 18 años, aunque el aspecto esté gritando que el individuo ya superó la expectativa de vida calculada por las AFP (o sea, más de ciento tres años). En estas "joyitas" nuestros legisladores tienen impresa su huella digital.

Lo propio ocurre con los sermones que de tanto en tanto, dichos especímenes propinan respecto a ética, moral y buenas costumbres, confundiendo la tribuna con el púlpito, y consiguiendo -como resultado- carcajadas que nunca escucharán, porque la sordera es un problema serio. Escuchar a ciertos parlamentarios hablando y condenando "irregularidades" y postulaciones a empleos públicos, revela que la cara se les corrió hacia otra zona del cuerpo, y que si fulano o fulana de tal está postulando a un trabajo y no tiene impedimentos para ello, el impedimento no puede ser el parlamentario, porque a este último se le eligió para representar y legislar y no para convertirse en "policía de la moral", porque el "iranismo internacional" no ha llegado -todavía- a Chile.

En los últimos días, a propósito del rechazo a que la Fiscalía Nacional la asumiera un cuestionado señor Morales, ha surgido la idea de acortar a la mitad su período, que es de ocho años. Es muy atinada la iniciativa, expresada por un senador de la Región de Los Ríos.

Ahora, si se acortara el período de los senadores, mejor. Bastaría con que ejercieran ocho meses, porque ya a los nueve su situación se vuelve embarazosa y sus dichos provocan masivas y severas inflamaciones de gónadas, que las estadísticas no exhiben, porque somos re malos para ir al médico.

Tampoco hay que ser ingenuo. En el organismo Senado, como en cualquier otro, se cocina. (El que esté libre de pecado, que lance la primera papa frita).

Pero, cocinar con aceite nuevo es distinto a re-utilizar cien veces el mismo aceite. Eso lo sabe cualquier cocinero. Por ello, el Senado debiera desaparecer. Y los senadores de esta región podrían concursar a un cargo municipal. A ver cómo les va.