Sustentabilidad, estabilidad laboral y aporte al desarrollo regional: las claves que piden para ley acuícola
DISCUSIÓN. Trabajadores salmoneros, gremios y parlamentarios esperan que nueva normativa logre garantizar el progreso y el cuidado al medio ambiente.
Una acuicultura sustentable, con respeto al medio ambiente y en un marco de transparencia promete la nueva Ley General de Acuicultura, la que se presentaría durante el cuarto trimestre de 2023 y que contaría con opiniones y sugerencias de representantes del sector. Así lo anunció hace algunos días el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Julio Salas, explicando además que esta normativa iría por un camino distinto a la actual ley de pesca.
El anuncio ha generado dudas, pero también expectativas en la salmonicultura, donde desde cada área esperan resguardar sus intereses y puestos de trabajo. Por lo mismo, tienen claras sus peticiones y sugerencias para la medida que está en camino.
"Creemos que separar la pesca de la acuicultura es un gran avance, de esta forma se puede entregar, por medio de la ley, certezas regulatorias que guíen a la industria hacia la sustentabilidad, que es cada vez más necesaria", dice Alejandro Santibáñez, presidente del directorio de la Multisindical de Trabajadores Salmoneros, Pesquerías y Ramas Afines.
El dirigente, además, destaca que para ellos también es relevante que "esta ley debe apuntar hacia el ordenamiento territorial efectivo, que haga convivir de manera real a las comunidades, pueblos originarios e industrias". "En ese sentido, debe buscar reorientar la Ley Lafkenche, para que sea verdaderamente eficiente, para que todas las actividades marítimas puedan proyectarse en el largo plazo", agrega Santibáñez.
Rol activo
Más cautelosos, y con ciertas aprensiones, se muestran desde la Confederación Nacional de Trabajadores del Salmón y Mitílidos (Conatrasal). Su presidente, John Hurtado, menciona que lo que más quieren es que "los cambios no afecten a los trabajadores".
"Nosotros tenemos una federación asociada, que es de la Región del Biobío. Ellos cuentan con 9 sindicatos y más de 2 mil trabajadores que están esperando esta nueva ley. De la ley se sabe bien poco, pero que ya va a tomar una tonalidad para 2023, así que los trabajadores hoy tienen una tremenda incertidumbre en qué van a quedar ellos. Si bien es cierto,