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Drogas y educación superior
Según el estudio de Drogas en Educación Superior realizado por Senda, en el año 2021, un 31,6% de los estudiantes de educación superior afirmó haber consumido marihuana dentro del último mes. Asimismo, un 62,9% de ellos reconoció haberse embriagado al menos una vez en ese período.
Esto nos lleva a mirar con preocupación lo que está pasando con esta población, puesto que existe un alto consumo de alcohol y marihuana, revelando, además, el fácil acceso a ellas a través de redes sociales. Debemos hacer énfasis en el abordaje, puesto que se deben considerar como una población vulnerable ante un problema de salud pública que impacta su calidad de vida y que puede ser la transición al uso de otras drogas y la automedicación. Como ya sabemos, existen drogas estimulantes que aumentan el rendimiento, las cuales son usadas también por esta población, al igual que los tranquilizantes, entre otros.
En suma, si estamos en la búsqueda constante de una sociedad fundamentada en parámetros de salud y bienestar, debemos buscar estrategias de promoción y prevención que permitan abrir estos temas en las casas de estudios con una línea de abordaje directo, ofreciendo alternativas de intervención focalizada y pensadas en la población universitaria, conteniendo los problemas y centrándonos en las oportunidades.
Esto nos llevará a generar mayor conciencia en el ambiente universitario, formando ciudadanos responsables y comprometidos con su autocuidado.
Yordana Fuenzaliza Valenzuela, académica de la Universidad de los Andes
Subsecretaría de Salud Mental
Un grupo de diputados presentó un proyecto que solicita al Presidente poner urgencia a la creación de una Subsecretaría de Salud Mental. La propuesta surge en respuesta a la crisis actual en el área (diagnóstico compartido).
Si bien ya estamos bajo lo sugerido por la OMS (Organización Mundial de la Salud) en cuanto a recursos destinados a este ámbito (2,5 % del PIB), ¿no será contraproducente generar una nueva institucionalidad si en el Ministerio de Salud (Minsal) existe un Departamento de Salud Mental? ¿Cuáles serían los costos asociados a la creación de este servicio? ¿No sería más idóneo concentrar los esfuerzos en mejorar los dispositivos ya existentes y no duplicarlos?
Todas estas dudas cobran aún más relevancia considerando que el Plan Nacional de Salud Mental vigente termina en 2025, por lo que está considerada su actualización con lo aprendido durante la pandemia. A esto se agrega que para fines de 2023 está planificado el ingreso de la moción para crear una Ley Integral de Salud Mental, que articulará uno de los ejes principales para el Minsal para los próximos cuatro años.
Por consiguiente, más que crear una nueva institucionalidad, es necesario establecer una gobernanza eficaz y participativa, proporcionando servicios de salud mental integrales, flexibles y comunitarios, con fuerte énfasis en la promoción y prevención, además de fortalecer los sistemas de información y generación de investigaciones que orienten la construcción de políticas públicas pertinentes, adaptables y basadas en evidencia.
Eduardo Sandoval Obando, academico de la Universidad Autónoma de Chile
Convivencia y matrimonio
El proyecto de ley que reconoce a los convivientes civiles la calidad recíproca de carga familiar, en iguales condiciones que los cónyuges, es otro duro golpe contra la institución jurídica del matrimonio civil, puesto que el concubinato está llegando a ser equivalente al matrimonio, razón por la que a los jóvenes les está dando lo mismo casarse o no casarse.
Adolfo Paúl Latorre
INE y datos administrativos
Hace algunos días se realizó un congreso sobre el uso estadístico de registros administrativos de la población. Esto es muy positivo, pues la experiencia internacional, en particular en países como Estados Unidos, Francia o Canadá, muestra que su uso mejora la calidad de los productos generados por las agencias estadísticas.
Por ejemplo, Statistics Canada, la agencia federal canadiense de estadísticas, es la encargada de depurar y analizar los datos administrativos provenientes de declaraciones tributarias, datos de defunciones y el censo, además de gestionar y producir encuestas de empleo, caracterización socioeconómica y, por supuesto, medir la inflación.
Combinar los datos administrativos con datos de encuestas o el censo tiene múltiples ventajas. Una de ellas es que en el caso del censo poblacional no sería necesario preguntar por datos de ingreso formal, pues estos estarían disponibles en las declaraciones tributarias. Otra tiene que ver con una mejor forma de medir ciertos indicadores, como el nivel de pobreza y desigualdad.
Esto último permitiría, por ejemplo, responder oficialmente si la desigualdad ha disminuido o no en los últimos 30 años. Sin embargo, para que esto se concrete se necesita una agencia estadística independiente, que no esté supeditada a un ministerio en particular y, por tanto, al ciclo político, y que cuente con mayores facultades, como tener acceso a datos tributarios.
En el siglo XXI, los datos son la nueva divisa. Por ello, se debe proyectar al INE (Instituto Nacional de Estadísticas) como un organismo autónomo, similar al Banco Central, con mayor acceso a la información, para hacer un buen uso de ella.
Pablo Gutiérrez, académico de la Universidad de Chile
Beatriz Sánchez y embajada I
A propósito del anuncio de que el Presidente Gabriel Boric nombró a la ex candidata presidencial y ex constituyente Beatriz Sánchez como embajadora en México, una pregunta al mandatario: ¿No dijo usted, en la campaña electoral, que se iban a terminar los premios de consuelo, los nefastos cuoteos políticos, amiguismos, compadrazgos, nepotismo, pago de favores, "jubilazos", etcétera, para nombrar a los funcionarios de su gobierno (casi SIC) indicando que se iban a elegir a los mejores en cada materia; o tuvo un "reacomodo" en esta materia, su proyecto de gobierno original?
Luis Enrique Soler
Beatriz Sánchez y embajada II
En su hiperventilada campaña, Gabriel Boric prometió no nombrar a sus amigos en puestos de importancia. Ocho meses después coloca a Beatriz Sánchez en la embajada en México. El chiste se cuenta solo, igual que la incoherencia e inconsecuencia.
Esteban Meza