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Colmed era casi una escuela de gobierno.
- ¿Qué opinión tiene de la instalación de centros de vacuna en el país y el involucramiento de las universidades?
- Hay varias cosas que se destacaron en este sentido. Los exámenes de laboratorio, que en esta sede de la Universidad San Sebastián se hicieron más de 400 mil PCR todos los días, y ayudó mucho a otras zonas geográficas. El aporte de la universidad e incluso de la industria salmonera fue relevante, porque se sumaron los ensayos clínicos para aprobar las vacunas. En ese sentido, la Universidad San Sebastián así lo hizo. El doctor Carlos Pérez lideró los ensayos para realizar en la San Sebastián, pero todas las universidades contribuyeron en forma importante, todas. Las que tenían escuelas de la salud, contribuyeron con exámenes y estudios en vacunas, pero también con la trazabilidad. Se instalaron 28 centros de trazabilidad, con más de 10 mil trazadores. Por ello lo hicieron bien las universidades públicas y privadas, en todo lo que fue el manejo de la pandemia.
Las universidades regionales hicieron un gran aporte. En Punta Arenas, funcionó un laboratorio para detectar PCR e incluso variantes. Las universidades en regiones se desarrollaron más desde el punto de vista científico. Espero que sigan trabajando en estas áreas.
- En el plano local, ¿que se podría hacer con el antiguo recinto que albergó el hospital base de Puerto Montt?
- Había tres proyectos para ese establecimiento: transformar el hospital para un centro del adulto mayor, algo que alcaldes pidieron y hay que estudiar. El otro tema es que en este terreno está el Samu. Ellos facilitan y coordinan el traslado de los pacientes. Y la otra posibilidad, cuya idea apoyé junto al ex senador (Rabindranath) Quinteros, tenía relación con la posibilidad de instalar un centro de alta especialidad oncológica. A ello se sumó la ley del cáncer, que se promulgó en mi gestión. Ambas cosas se pudieron haber complementado junto a la Fundación sin fines de lucro Arturo López. Se trata de un centro de alta calidad. Sabemos que habría sido bueno cederle ese lugar en comodato.
- ¿Qué opina de la situación del hospital de Chaitén y de otros establecimientos de salud cuyas construcciones se han detenido?
- He escuchado declaraciones desde el Ministerio de Obras Públicas y justifican estas quiebras que antes también ocurrían. Lo que pasa es que ahora la situación de las constructoras son distintas.
En todo caso, demorarse mucho tiempo en la ejecución de estas obras que tienen una característica distinta, hace que los materiales aumenten de precio en forma enorme; tenemos una inflación al igual que del IPC importante y los materiales se siguen incrementando en valores.
Lo que antes se hacía era un aumento del presupuesto. Me imagino que ahora ello no se pudo hacer. El abandono de la obras es lamentable.
Los hospitales de Quellón y Ancud deben avanzar en su terminación, porque prácticamente los entregamos terminados, por ejemplo el de Quellón.
El gobernador regional (Patricio) Vallespín ha realizado un manejo muy adecuado de estas problemáticas. Hay que sumar fuerzas, hay que buscar soluciones y no dedicarse a criticar, porque hay que pensar en los pacientes, que siempre son una prioridad.
"Quiero decir que mientras estuve en el ministerio, sufrí la incomprensión de los colegas. Por eso cabe la reflexión, porque creo que hay respetar la determinación de la autoridad de salud"