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Osorno: crece comercialización ilegal de fármacos a través de internet y ferias

SALUD. Es posible encontrar todo tipo de medicamentos de dudosa procedencia. Vecinos acusan que son utilizados como drogas. Advierten riesgos.
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Verónica Salgado

Al recorrer las ferias libres que se realizan en distintos puntos de la comuna y provincia, es posible encontrar la venta de diferentes tipos de medicamentos en plena calle, sin ningún tipo de control y en paupérrimas condiciones de almacenamiento, lo que constituye una venta ilegal e incluso en algunos casos es considerado tráfico de drogas. A esa realidad, que con el paso de los años se ha incrementado, se suma la comercialización ilegal a través de redes sociales, donde incluso es posible adquirir fármacos prohibidos en el país.

La comercialización y adquisición de medicamentos en la ilegalidad es una práctica que preocupa especialmente a los químicos farmacéuticos, quienes advierten del grave riesgo para la salud y la vida al ingerir estos productos. Muchos poseen una baja o nula calidad medicinal, algunos son falsificados o adulterados, no están asociados a tratamientos médicos que controlen las dosis y tiempo de consumo, entre otros aspectos negativos.

Según cifras dadas a conocer hace unas semanas por el Instituto de Salud Pública (ISP), los decomisos por venta ilegal de medicamentos han ido en alza durante los últimos 10 años, con un incremento de 29% sólo entre 2020 y 2021 en todo el país. Entre los productos se incluyen antibióticos y fármacos con receta retenida que están sujetos a control de estupefacientes (estrella roja en sus cajas) como codeína, codoxima, metadona, morfina, entre otros, además de los clasificados como sicotrópicos, tales como alprazolam, bromazepam, clonazepam, diazepam, entre otros. En todos estos casos, la venta formal se realiza con receta retenida, por lo tanto, el comercio ilegal transgrede la Ley 20.000, por lo que es considerado tráfico de drogas.

A la venta de estos medicamentos, que deben ser suministrados bajo estricta supervisión médica y para enfermedades puntuales, se suma la comercialización de fármacos de libre disposición que aparentemente no requieren mayor control o monitoreo del profesional médico, como es el caso del paracetamol, algunos jarabes para la tos, aspirinas, entre otros. Todos ellos también constituyen un riesgo para la salud si se consumen de forma indiscriminada, incluso si son adquiridos en el comercio establecido, riesgo que incrementa si es comprado en el mercado negro.

Realidad local

Realizando un recorrido por las ferias Moyano (en la ruta al mar) y Pedro Aguirre Cerda (PAC), en el Cruce Lynch, es simple encontrar puestos de venta ilegal de medicamentos, donde al consultar al vendedor intrépidamente pregunta cuáles son los síntomas para dar recomendaciones de las dosis diarias que se deben consumir de determinados fármacos. Incluso, si alguien consulta por alguno más específico, pueden dar orientaciones de dónde encontrarlo a través de redes sociales o dentro de unas semanas en el mismo punto. Por supuesto, la procedencia es desconocida, lo mismo que su trazabilidad.

No pasan muchos minutos para que varias personas se acerquen a comprar confiadamente algún medicamento sin poner mayor atención en la fecha de vencimiento, si están secos o si cumplen con la normativa sanitaria vigente.

Marcelo Torres, uno de los clientes en estos puestos, explicó que si bien en los recintos de salud dan medicamentos a los pacientes, comprarlos a un precio más accesible es una economía, "no compro medicamentos rebuscados, más bien paracetamol, ibuprofeno y Viadil para el estómago, pero a precios mucho más económicos que las farmacias. La verdad puede que sea ilegal, pero no más que la usura de las farmacias", dijo molesto ante la consulta.

Peligros para la salud

La creciente venta ilegal de medicamentos está ligada a otros ilícitos como la falsificación, adulteración, baja calidad medicinal, fuente de automedicación, entre otros. Además, los puestos de venta callejeros carecen de buenas condiciones de almacenamiento, en el stock a la venta hay presencia de sustancias nocivas, prohibidas, placebos, existe contraindicación con otros medicamentos que son ingeridos, entre otros aspectos.

Eleuterio Román, químico farmacéutico y jefe del Subdepartamento de Farmacia del Servicio de Salud Osorno, indicó que el escenario durante los últimos cinco años ha tenido un drástico cambio, pasando de la venta realizada inicialmente por personas naturales, a transformarse en verdaderas organizaciones ilícitas que operan a nivel nacional, lo que resulta alarmante.

"Existe un alto grado de falsificación, con una organización también a nivel nacional de distribución ilegal de fármacos falsificados, robados o importados de manera ilegal. Debemos tener claro primero que los controles en el país para los medicamentos son enormes, sabemos su trazabilidad completa y con altos estándares de distribución. Cuando una partida presenta un mínimo problema, son retirados de forma inmediata de circulación. Eso ha permitido que este negocio ilegal y muy peligroso, si bien ha crecido en los últimos años, no llegue a los niveles de otros países, incluso desarrollados", explicó el profesional.

Detalló que lo más preocupante es que muchos medicamentos son de comercialización con receta retenida y requieren una alta supervisión médica, por lo mismo, el daño que provoca el vendedor ilegal es enorme, así como la irresponsabilidad de quienes lo compran e ingieren.

Es necesario considerar que la condición de venta para medicamentos bajo dispensación con receta médica retenida está vinculada a una detallada clasificación y con registro sanitario de productos denominados estupefacientes y sicotrópicos vigentes.

Como sicotrópico se define a cualquier sustancia natural o sintética, capaz de influenciar las funciones síquicas por su acción sobre el Sistema Nervioso Central (SNC), a los que están asociados los sicofármacos como productos farmacéuticos compuestos por sustancias sicotrópicas, utilizados como objeto de tratamiento de padecimientos síquicos o neurológicos.

En el caso de los estupefacientes, son todas las sustancias sicotrópicas, con alto potencial de producir conducta abusiva o dependencia (síquica/física, con perfil similar a morfina, cocaína, marihuana, etcétera) actuando por sí misma o a través de la conversión en una sustancia activa que ejerza dichos efectos. La venta de fármacos que los contengan es muy controlada y asociada no sólo a receta retenida, sino también a quien lo compra, dosis, enfermedad, entre otras variables, siendo extremadamente acotada su venta y disponibilidad en el mercado formal farmacéutico.

"El mal uso de medicamentos, como por ejemplo antibióticos, que son lamentablemente más simples de encontrar en la venta ilegal, genera un mal hábito pensando que es útil para todo síntoma al cual se le atribuye una enfermedad que no está siendo diagnosticada adecuadamente por un profesional médico. El organismo puede desarrollar resistencia; en el caso de los sicotrópicos es gravísimo, porque depende su uso de acuerdo al caso y crean una grave dependencia o adicción. Ese problema también está presente en otros tipos de fármacos y las personas desconocen el efecto", dice.

15 a 20 grados de temperatura constante es lo óptimo para el almacenamiento de medicamentos, que deben estar en espacios secos, sin exposición a la luz e incluso con cadena de frío constante.

29% de aumento en la venta ilegal de medicamentos se registró en todo el país entre 2020 y 2021, cifras entregadas hace unas semanas por el Instituto de Salud Pública (ISP).