Correo
Estrés vial en Puerto Montt
La ciudad de Puerto Montt se encuentra con una carga de estrés vial muy fuerte. Tenemos intervenciones en las principales arterias que conectan el sector alto con el centro: calles Ejército, Antonio Varas, avenida Diego Portales y la vía que conecta Alerce con Puerto Montt.
Y en el mes de noviembre se realiza la entrega de avenida Presidente Ibáñez a la constructora Navarro, para el inicio de las obras de ensanche que abarca desde el sector de Homecenter hasta avenida Cardonal. Sumemos a ellos intervenciones en otras calles de nuestra ciudad.
Dado esto, pregunto a la autoridad: ¿cuál es el plan vial de contingencia que han establecido desde la Seremi de Transporte y Vialidad, así como desde la Dirección de Tránsito de la municipalidad? Estamos llegando a noviembre. Nos quedan dos meses para la llegada de turistas y veraneantes.
No vaya a ser que sólo se tenga un pensamiento reactivo y se espere al colapso vial de esa fecha para que la autoridad actúe. Se hace necesario conocer ese plan y vincular a la comunidad y el comercio en la definición de medidas de mitigación. Caso contrario, ni las bicicletas nos salvarán del desastre vial. Y tendremos turistas que, frente al colapso vial, descartarán ingresar a Puerto Montt.
Anticipación, proactividad y vinculación con la comunidad. Urgente.
Como un postdata: no se olvide, autoridad, de abordar el tema del chacay y los incendios forestales antes de que empiecen las altas temperaturas.
Luis Díaz Guajardo
Regalos soñados de Navidad
Que los aludidos vayan escogiendo las cajitas, el papel y las cintas apropiadas para los siguientes regalos soñados, que poco falta para que nos visite el Viejito Pascuero, o Santa Claus, o Papá Noel, como sea que le llamen, que haga realidad lo siguiente: a nivel comunal, que se enciendan las aguas danzantes de la pileta de la plaza de Armas; a nivel provincial, que los esquivos rieles nos traigan el tren a Puerto Montt, con una primera carga a pasaje completo de turistas satisfechos y contentos por tan amena travesía degustando maní, empanadas, huevos duros y la refrescante papaya. A nivel nacional, acordarse de los profesores de la cuarta edad que esperan el pago de su deuda histórica para que puedan abastecerse de sus remedios faltantes y el resto, heredárselo a quienes mejor los cuidan aguantando este justo pago siendo persistentes o como versa la película, "Duros de matar".
Cada cual con su encargo y dependerá de cómo conduzcan su trineo y sus renos para cumplir con su objetivo cuidando de no pisarse las barbas.
Marlene Cárdenas Siebald
Aniversario del 18-O I
Como mujer patriota, madre, esposa, hija y hermana me es difícil ponerme ahora en los zapatos de quienes nos gobiernan, como a muchos de mis compatriotas. Se me crió con valores, los cuales tal vez estén pasados de moda, tal vez en esta época de posverdad ser consecuente sea algo extraño, agotador o innecesario, tal vez es más importante ser víctima a ser responsable de tus dichos y actos.
Por lo mismo, me cuesta entender como se deben sentir quienes hace menos de un año generaban odio contra el Estado y ahora deben defenderlo, los que hace menos de un año lanzaban todo su veneno reprimido por años contra Carabineros y ahora dependen de ellos para mantener un orden que se cae a pedazos por culpa de sus propios actos. Tal vez sea bueno que por fin las cosas caigan por su propio peso y Gabriel Boric se dé cuenta de que el verdadero despertar de Chile fue el 4 de septiembre de 2022, y que este 18 de octubre no podemos celebrar otra cosa que no sea el ocaso de nuestros mejores años como nación.
Noemí Allendes
Aniversario del 18-O II
El 18 de octubre debería instaurarse como el día de la destrucción y vandalismo nacional, un símil del día del joven combatiente, sólo estigmas de una sociedad de paz.
Los hechos hablan por sí mismos, lo demás, palabrería barata. Creo que no se podría justificar en un mundo inteligente y civilizado.
José Manue Caerols
Museo de Frutillar
Conservo la imagen en mi retina. Éramos un grupo de pequeñas, vestidas en traje tirolés entonando una tradicional canción alemana. Era un día especial. Se inauguraba el Museo Colonial Alemán de Frutillar, que para nuestra comuna y sobre todo para nuestros padres y abuelos, era la prolongación de sus propias historias.
Muchas familias de colonos donaron mobiliario y elementos únicos, piezas traídas de Europa, otras de la época de la Colonia, y que con profundo orgullo se despojaron de ellas para entregar el debido reconocimiento a una generación de valientes inmigrantes que apostaron por el sur de Chile como cuna para sus nuevas vidas. El museo, para los "lugareños" criados y educados a cuadras de ahí, es un sitio sagrado, lleno de recuerdos que a medida que envejecemos, más valoramos. Refleja el esfuerzo, la valentía y el arrojo con que forjaron, a pulso, esta maravillosa tierra frente al lago.
Hace unos días recorrí las instalaciones del museo, su campanario y antiguas maquinarias, la casa del herrero, el molino de agua y en lo alto, con una imponente vista al volcán Osorno, su antigua casona de campo. Me gusta ir, me recuerda nuestras raíces que jamás debemos perder, la crianza en pleno campo, rodeados de animales y naturaleza, familias numerosas, domingos de encuentros y largos veranos viviendo la verdadera y tranquila vida sureña.
Esta vez, al salir del museo sentí una profunda tristeza. La casona de campo, en su segundo piso, evidencia escasa mantención. Si la humedad no es controlada, valiosos objetos se verán afectados. A lo largo del recorrido, muchos elementos han perdido su reseña para que el visitante comprenda de mejor manera la forma en que los colonos y sus familias fueron desarrollándose en la zona.
No pongo en duda que la administración hace esfuerzos en la mantención de jardines e instalaciones, pero siento que la experiencia al visitante debe reflejar lo que nuestra cultura nos inculcó: el trabajo bien hecho. Creo que reflejo la voz de muchos oriundos de Frutillar, que de paso nos cuestionamos por qué, en su perfil de una red social, bajan la relevancia de las palabras "colonial alemán" y por qué en esa misma red conmemoran el día del orgullo LGTBIQ, pero no el día de la reunificación alemana.
No lo comento en ningún caso por discriminación, sino porque el propósito del museo debe mantenerse vivo y hasta donde entiendo es recordar y homenajear a nuestros colonos y sus costumbres. Espero que este nuevo Frutillar no borre con el codo lo que nuestros antepasados escribieron con sus esforzadas manos.
Renate Yunge Concha