Crisis de la DC tiene a figuras locales evaluando su futuro
LOS LAGOS. Presidente regional asume el conflicto y espera que la Junta Nacional sea un espacio de acuerdos. Gobernador Vallespín admite que está en reflexión.
La Democracia Cristiana vive días complejos y sus dirigentes admiten que el partido está sumergido en una profunda crisis.
La decisión institucional de respaldar la opción Apruebo a la propuesta de Constitución, elaborada por la Convención Constitucional, de cara al plebiscito que tuvo lugar el pasado 4 de septiembre, profundizó las fisuras que ya se venían manifestando en la interna de la colectividad.
A nivel nacional, un reconocido militante, como Claudio Orrego, gobernador regional de la Región Metropolitana, dejó la tienda tras 33 años de militancia.
En la región, las renuncias de los ex presidentes regionales Claudio Martínez y Cozut Vásquez ya daban muestra de que el escenario no era el de los mejores previo a la consulta. Ello, sumado a que otro ex timonel regional, Juan Cárcamo, actual consejero regional (core) y ex alcalde de Maullín, reconoce que se encuentra analizando su permanencia.
Dudas del gobernador
Pero no es lo único. Patricio Vallespín, ex intendente y diputado por el desaparecido distrito 57, y actual gobernador regional, admitió que "muchos militantes estamos evaluando la situación, pero no para destruir lo que ha sido, ni lo que existe", sino que para asumir los problemas y desafíos futuros de nuestro país.
En su análisis, señala que el objetivo es "que podamos retomar un camino que sea positivo para Chile. Y si ello si se puede hacer desde la Democracia Cristiana, bienvenido sea (...). Tengo mis dudas que pudiera darse así, pero creo que hay que evaluar todos los escenarios, por lo que seguiremos viendo como se va evolucionando. Pero no se trata de destruir el partido".
Es por ello que lo relevante para Vallespín sea el "enriquecer la discusión", pero "sin tomar definiciones tan prontamente" sobre los caminos a seguir. Cárcamo, en tanto, reclama que la DC "perdió su norte, en el sentido de ser una comunidad de hombres libres, para transformarse en pequeños grupos de poder".
El resultado de ello, según el core, es que la DC dejó de ser un partido que se preocupe de la solidaridad, así como por conseguir una justicia social y una economía más solidaria.
"Derrota política"
Óscar Valenzuela, presidente regional de la DC, admite que el 4 de septiembre la tienda sufrió una dura derrota política e institucional, puesto que a partir de ese día, afloraron las "dos almas", "dos posturas", que conviven al interior de la tienda. Una institucional, formal y otra representada por algunos dirigentes y parlamentarios que estuvieron por el Rechazo, lo que desencadenó, a juicio de Valenzuela, en un quiebre de la convivencia interna.
De ahí que para el personero la tarea radique en buscar puntos de encuentro entre ambas partes, y para ello postula que la Junta Nacional que tendrá lugar el 12 de noviembre sea el espacio en el que se establezcan estos acuerdos. "Espero que la racionalidad impere sobre las agendas personales y los egos". La elección anticipada de la mesa directiva nacional y la de los territorios es otra propuesta de Valenzuela, de manera de "escuchar a la base de militantes".