Las personas tienen poco conocimiento acerca de la hepatitis, de su potencial gravedad y de sus consecuencias en la salud y la calidad de vida. Por ello se ha planteado la necesidad de intensificar las iniciativas de información, educación y comunicación acerca de esta enfermedad y tomar acciones para promover la prevención y detección temprana.

La hepatitis es una inflamación del hígado causada generalmente por una infección viral. Se conocen cinco tipos principales de virus: A, B, C, D y E, los que pueden transmitirse a través de una variedad de vías, pero en especial mediante el consumo de agua y alimentos contaminados, que causan la infección e inflamación grave y crónica del hígado, y a su vez pueden dar lugar a cirrosis y cáncer de hígado. La hepatitis viral es un problema sanitario mundial que afecta a millones de niños y adultos, la mayoría de las veces de forma silenciosa, es decir, sin presentar síntomas.

En Chile, existen todos los tipos mencionados, aunque el de mayor prevalencia es el tipo B. Según estadísticas de 2019 del Ministerio de Salud, afecta a seis personas por cada cien mil habitantes, una cifra que ha ido a la baja con relación a años anteriores. La tasa más alta en la última década se registró en 2013, cuando el promedio se estableció en torno a 8,2 personas por cien mil habitantes. Las razones de esta caída se atribuyen a las campañas de vacunación, a la prevención y al diagnóstico temprano. Las hepatitis B y C muchas veces se vuelven crónicas y no siempre presentan síntomas.

La Organización Panamericana de la Salud ha señalado que esa enfermedad viral afecta a alrededor de 424 millones de personas en todo el orbe, de las cuales 1,4 millones mueren cada año como consecuencia de la infección. Esta patología es considerada una epidemia silenciosa porque la mayoría de quienes la padecen desconocen que están infectados. No obstante, puede ser controlada con medidas simples, como mantener una buena higiene, evitar el consumo de alimentos y agua contaminados y vacunar a los menores, considerando siempre que la prevención es fundamental.

Cuando niñas, niños y adolescentes faltan a clases, se genera una pérdida significativa de oportunidades de aprendizaje, limitando sus posibilidades de alcanzar el máximo potencial de desarrollo como sí lo harían al asistir regularmente. Esta reflexión, a la que nos invita Fundación Oportunidad con su campaña para promover la asistencia a clases, es particularmente sensible cuando la pensamos desde la educación técnica.

Porque en esta modalidad, precisamente, ¡se aprende haciendo!

Cifras del estudio entregado por el Centro de Estudios del Ministerio de Educación revelan que el aumento de ausentismo respecto de la prepandemia es preocupante, principalmente cuando se observa la inasistencia denominada "grave", es decir, cuando un estudiante asiste a menos del 85% de sus clases. Debemos encender las alarmas, ya que el ausentismo es un importante predictor de la deserción escolar.

Desde el mismo estudio se revela que para la educación media técnico profesional, la inasistencia alcanza a un 39% con su consecuente impacto en el aprendizaje. ¿Qué hacemos como sociedad para revertir estos números? ¿Cómo apoyamos a las familias para que empujen la asistencia escolar?

Estuvimos muy separados durante el período más crítico de la pandemia. No permitamos que esta separación siga creciendo. Es momento de reencontrarse y aprender junto a los compañeros e interactuar con los docentes. Es hora de volcarnos a los talleres, a los laboratorios, a las pasantías y prácticas en espacios laborales.

Chile y sus regiones necesitan hoy, más que nunca, a sus técnicos. Jóvenes motivados con la reactivación. Motores de cambio y energía nueva para los desafíos que nos plantea el cambio climático y la automatización de los procesos.

Pero para que ellos puedan formarse, se requiere que asistan permanentemente a sus establecimientos para consolidar los aprendizajes. Es la única manera, luego de dos años de incertidumbre y ausentismo. Gracias a nuestros amigos de Fundación Oportunidad por impulsar esta campaña y hacer visible que hay que estar para aprender.

Claudia Paredes, directora

ejecutiva de ONG Canales

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