La evolución de las estafas telefónicas
Tal cual ocurre con tantos fenómenos delictivos, este tipo de engaño ha ido mutando hacia prácticas cada vez más complejas. Parlamentarios esperan el avance de una iniciativa legislativa para que las cárceles tengan sistemas que inhiban la señal telefónica.
Las estafas telefónicas y los llamados con el "cuento del tío" se han hecho cada vez más frecuentes y afectan sin distinción a todo tipo de personas. Se ha convertido en una práctica frecuente que familias aseguren haber recibido llamados donde se les indica que tienen secuestrado a uno de los hijos y exigen un rescate, que algún integrante del grupo ha sufrido un accidente y hay que pagar una fianza, o que el dueño de casa envió a alguien a retirar artículos de valor.
La PDI llama "secuestro virtual" a estas estafas telefónicas, usada para conseguir transferencias de dinero a distintas cuentas bancarias. Y ya no sólo se hace a través de llamadas por teléfono, sino que el delito se puede producir a través de SMS, WhatsApp u otros medios. También ocurre que cuando hay una denuncia por presunta desgracia, los delincuentes simulan el secuestro de alguien que está desaparecido para sacar provecho de la situación, sin tener retenida a la persona en cuestión.
La delincuencia se ha vuelto cada vez más sofisticada y recurre a metodologías osadas que ya no sorprenden. Las bandas operan incluso desde las cárceles, y pese a que el reglamento penitenciario lo prohíbe, los celulares son de uso habitual. Es un claro reflejo de que la organización delictual no se extingue con la reclusión de sus integrantes.
Un grupo de diputados ingresó hace unos días un proyecto de ley para establecer la obligatoriedad de instalar en las cárceles del país sistemas que permitan inhibir el funcionamiento de teléfonos celulares y similares. Para justificarlo, señalaron que no existe una norma legal que obligue a la autoridad a instalar sistemas para bloquear la señal de telefonía celular en los recintos penitenciarios.
Por eso mismo, las instituciones policiales han advertido a las personas que no deben creer inmediatamente en este tipo de llamados, además de tener otro teléfono para verificar dónde se encuentra el familiar y verificar si está bien, junto con no entregar ninguna información del domicilio, nombres, ni decir con quién están.