Protección a los adultos mayores
A medida que sigan pasando los años, este grupo etario requerirá una mayor atención preferente de parte de la sociedad, por su volumen y sus carencias. Los adultos mayores enfrentan regularmente problemas como la soledad, la exclusión y enfermedades largas y dolorosas.
Naciones Unidas (ONU) designó el 15 de junio como Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. De acuerdo a un informe de la misma ONU, para 2025, la población mundial estará compuesta por más de 1.200 millones de personas mayores de 60 años.
Chile no está lejos de esa tendencia: el informe An Aging World: 2015, elaborado por la oficina de Censo de Estados Unidos, Chile está entre los países que más rápido envejece. Se espera que entre 1999 a 2041 el país triplique su población de tercera edad.
Chile muestra avances importantes respecto de la esperanza de vida. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el país que presenta la mayor esperanza de vida en América Latina, con una media de 80,5 años, y está en segundo lugar a nivel en el continente americano, detrás de Canadá.
Sin embargo, que Chile tenga una mayor esperanza de vida y que su población sea cada vez más adulta, no se trata sólo de un dato estadístico, o una evidencia de los avances que puede presentar el país en calidad de vida. Más bien es un antecedente importante sobre la importancia que debe tener en la sociedad el cómo se llega a ser adulto mayor.
La OMS ha advertido que el estigma es una de las barreras para sortear las conductas suicidas en adultos mayores, y señala la necesidad de tender manos a las personas en riesgo, de escuchar a quienes sufren la pérdida de un ser querido y, en el caso de los adultos mayores, atender sus problemas de soledad, económicos, de exclusión y enfermedades largas y dolorosas, que se agravaron en la pandemia.
Un estudio de la Fundación Míranos, con datos de defunciones del Ministerio de Salud desde 2002 a 2016, indicó que entre las personas mayores el suicidio ha crecido sostenidamente y que después de los 80 años (cuarta edad) existe una alta tasa de mortalidad por esta causa. Los adultos mayores son los que tienen más probabilidad de atentar contra su vida. De hecho, hace unos años la OMS llamó al gobierno de Chile a adoptar medidas para enfrentar el tema, que lo convierte en uno de los países más depresivos del mundo y que encabeza en América Latina las tasas de suicidios, pese a que, por paradoja, lideró por años los rankings sobre bienestar y desarrollo económico en la región.