Visibilización de la neurodiversidad
El reciente Día del Orgullo Autista en el país sirvió para colocar de relieve la necesidad de respeto de todas las personas, con sus cualidades y singularidades. Es crucial un oportuno diagnóstico en los niños para que reciban una adecuada intervención que apoye su desarrollo.
Hace 17 años comenzó a celebrarse cada 18 de junio el Día del Orgullo Autista, fecha que busca promover la idea de que las personas con autismo no padecen una enfermedad y pueden llevar una vida normal. Esta condición que la Organización Mundial de la Salud (OMS) denomina también como Trastorno del Espectro Autista constituye un grupo de afecciones diversas relacionadas con el desarrollo del cerebro, en el que se produce algún grado de dificultad en la comunicación social y comportamientos restringidos y repetitivos.
La OMS dice que las necesidades de las personas con autismo varían y pueden evolucionar con el tiempo. Aunque algunas pueden vivir de manera independiente, hay otras con discapacidades graves que necesitan constante atención durante toda su vida. Según plantea la académica de Fonoaudiología de la Universidad de Las Américas, Valerin Azócar, es muy importante la atención e intervención temprana para los niños con este diagnóstico, pues a través de las variadas atenciones se puede optimizar y apoyar su desarrollo. Es imprescindible educar, realizar derivaciones a profesionales correspondientes, escuchar y acompañar a las familias en el proceso de aceptación del diagnóstico, así como en la intervención, con la finalidad de poder contribuir de manera óptima en su calidad de vida.
La atención a las personas con autismo debe ir acompañada de medidas en el ámbito comunitario y social para lograr mayor accesibilidad, inclusividad y apoyo. La OMS también destaca que todas las personas, incluidas las que padecen autismo, tienen derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud.
Lamentablemente, la sociedad tarda en darse cuenta que las personas con esta condición son estigmatizadas y discriminadas, ya sea por la falta de profesionales o privatización en la atención de salud, donde sólo algunos reciben atención especializada. Es necesario visibilizar la neurodiversidad del espectro autista, poner de manifiesto la aceptación y el respeto aceptando a todas las personas con sus cualidades y singularidades.