Correo
Falta de profesores
El día de hoy nos enfrentamos a un período de crisis en nuestro sistema y modelo educativo. El problema radica en que no sabemos cómo hacer frente a dicho momento, las políticas públicas no son suficientes, ya sea para contener o bien como para encantar jóvenes dentro y fuera de las salas de clases para que sean profesores.
En el país tenemos una falta inmensa de profesores, producto de licencias médicas extensas, por enfermedades profesionales que no son tratadas ni tomadas como tal. Profesores que por desmotivaciones cambian de rubro y no se recupera su plaza; y falta de alumnos en las carreras de Pedagogía.
¿Dónde está el problema? Las mallas curriculares, los pagos, el mundo laboral. Uno de los grandes problemas es que el mundo educativo no resulta atractivo para nadie, considerando que cada vez se ve mayor cantidad de maltrato entre escolares y hacia docentes; y si a eso agregamos los sueldos (siempre en tela de juicio), la desmotivación aumenta.
El sistema de postulación a las carreras de pedagogías es más castigador que facilitador, teniendo en cuenta la Beca Vocación de Profesor. Si bien un puntaje importa, no lo dice todo. Algunos alumnos manifiestan que dicha beca corta sus alas, porque no entrega las facilidades que otras becas sí hacen, por ejemplo, la de gratuidad. Lo anterior escapa al sueldo que tendrá un profesor; es un mal concepto que tenemos en el mundo educativo: la calificación, puntaje o nota te define.
Personalmente creo que no es así, está bien prepararse y obtener buenos resultados, pero va en desmedro del esfuerzo de aquellos que no siendo talentosos en un ámbito, igual lo logran y tienen la vocación o deseo. Mientras la educación sea un tema de todo el mundo, y no de los que deberían tratarlo, seguirá ocurriendo lo mismo. Todo el mundo se siente con el derecho de opinar sobre educación y de decir lo que debe hacer y no un profesor en su sala de clases, muchas veces quitando protagonismo y autoridad al mismo, que debería ser un agente de cambio. Por otra parte, si seguimos viendo los colegios como refugios y guarderías, iremos en picada; si priorizamos mediciones por sobre la educación real ocurre lo mismo. Si entregamos o preparamos a docentes para paraísos educativos, la frustración en los primeros años de ejercicio seguirá siendo igual de alta y la deserción aún mayor.
Finalizo con las siguientes preguntas: ¿Cómo mejoramos un sistema que no es atractivo para los jóvenes? ¿En qué momento el profesor decide cambiar de rubro, a son de qué? ¿Debemos cambiar la manera de "reclutar" futuros profesores.
Francisco Ojeda Navarro
Prevención de acoso escolar
De acuerdo con la definición entregada por el Ministerio de Educación, el acoso escolar es el acto de agresión u hostigamiento, realizado por estudiantes que atenten en contra de otro estudiante, valiéndose de una situación de superioridad. Estos actos agresivos pueden ser cometidos por un solo estudiante o por un grupo, y puede ser tanto dentro como fuera del establecimiento educacional.
En el último tiempo en el país han aumentado las denuncias sobre acoso escolar y la ciudadanía se ha enterado desde formas muy inusuales, a través de videos en redes sociales o mofas de conductas de acoso, siendo estas manifestaciones agresivas y también desfavorables en el aspecto de prevención de la violencia. Por ello, es importante que podamos establecer medios para la prevención de bullying y promoción del buen trato.
Los establecimientos educacionales, las familias y los estudiantes tienen información para apoyar estas medidas, en donde es necesaria la comunicación entre ellos. Debemos recordar que el proceso educativo está inmerso en una realidad cambiante a contexto sociales. Por ello, se debe actualizar contenidos, sus formas, capacitaciones y actividades para estudiantes, familias y funcionarios del contexto educativo e instituciones relacionadas.
Como fundación, hemos estado trabajando en conversatorios de salud mental, prevención de ciberbullying, la identidad de los jóvenes en la era digital y en la prevención de consumo de drogas, siendo espacios que han permitido visibilizar la prevención del acoso escolar.
Jaime Ruiz Barría, coordinador de proyecto de Fundación Suredes
Trabajo de constituyentes
Cada vez que los constituyentes crean una situación que no saben cómo arreglar, recurren a inventar un organismo, comisión o institución y, además, a dejarle el tema a los legisladores. De costos, ni hablar, esta es la única Constituyente del mundo en que los costos no importan, aunque el país esté en crisis económica y muy endeudado.
Hablar de "todos los escenarios" parece una exageración. Son sólo dos: o gana por poco el Apruebo o pierde el Apruebo. Si el Apruebo gana por poco es el escenario más difícil, ya que el país tiene una enorme tarea en reformular leyes, crear instituciones, cambiar completamente los sistemas, etc., en un proceso que, en el mejor de los casos, si estuviera la gran mayoría de acuerdo con esos cambios tomaría años, pero ahora estaría haciéndose todo eso con casi un 50% de la gente en contra y, por lo tanto, sería una misión imposible. La victoria del Apruebo sería una victoria pírrica.
Basta mirar la invasión de Rusia a Ucrania: con los misiles actuales es posible destruir una ciudad a distancia, entonces cada "victoria" parcial de Rusia termina con una ciudad destruida.
Por supuesto, ni los constituyentes ni los invasores se harán cargo de la reconstrucción de instituciones y edificios, respectivamente. La realidad es que, en el mejor de los casos para el Apruebo, su victoria no sólo sería pírrica, sino putínica.
José Luis Hernández
Propiedad de fondos de AFP
En más de 40 años de nuestro actual sistema previsional, de capitalización individual, ningún peso de los chilenos ha ido a parar a las manos políticas, y por lo mismo, entre el aporte de los trabajadores y la rentabilidad ganada por interés compuesto, se logró llegar a cerca de 250.000 millones de dólares previo a los retiros previsionales.
¿Pero cuál fue el secreto que logró que ningún peso fuera expropiado por algún gobierno de turno? La respuesta es que la cotización obligatoria fuese a cargo del trabajador, y no a cargo del empleador.
Hoy la única seguridad que tiene un trabajador de que sus cotizaciones no sean expropiadas en el futuro, es que se descuenten de su liquidación de sueldo, y ha funcionado por más de 40 años.
Hoy los trabajadores están empoderados respecto de sus ahorros previsionales, y no dejarán que les metan mano, por lo mismo, cualquier aumento de la tasa de cotización debe ser a cargo del trabajador, y no a cargo del empleador.
Eduardo Jerez Sanhueza