Correo
Decadencia de Puerto Montt
Ante la decadencia que se observa en el sector céntrico de Puerto Montt, hay puntos básicos para empezar a recuperar el espacio público: Ordenanza antigrafitis con fiscalización y multas efectivas; control y ordenamiento del comercio ambulante (recuperar las veredas como un espacio de uso público peatonal); y control y fiscalización de estacionamientos informales (autos sobre veredas, cuadras en donde está prohibido estacionar y que está tomado por la informalidad, (recuperación de un espacio que es público y no privado).
A eso hay que agregar cooperación público privada para pintar fachadas y remover protecciones metálicas en edificios públicos y privados; estimular y premiar a aquellos que mantienen su entorno libre de basura; y crear cuadrillas que se hagan cargo de la limpieza de las áreas verdes (al día de hoy sólo se ve aseo en veredas y calles).
No sólo eso. También hay que iluminar para entregar mas sensación de seguridad y reparar veredas.
Si las autoridades quieren evitar que la gente siga cambiándose a vivir a otras ciudades y que los cruceristas y turistas en general sólo usen la ciudad como unidad de servicios, no es tan difícil saber qué hacer, pero hasta el momento claramente estos puntos no son tema. Si se quiere la instalación de negocios con un perfil turístico que levanten el alicaído centro, se debe proveer un ambiente seguro, grato, limpio y familiar, de lo contrario, los pocos que inviertan en la ciudad lo harán sólo dentro de los grandes centros comerciales.
Dennis Smith Brauning
Proyección de la isla Puluqui
Calbuco está próximo a su nivel de saturación urbana con tanta construcción habitacional, parque automotriz, desplazamiento peatonal y prestación de servicios. En una proyección a corto plazo, digamos 20 años, entraremos a un colapso definitivo con inmovilismo, falta de prevención y análisis de desarrollo urbano que siempre ha sido personal de las autoridades de turno, con total ausencia de especialistas y menos participación ciudadana.
Se hace urgente analizar y comenzar la ejecución de una alternativa urbana proyectando como nuevo centro urbano a la isla Puluqui por sus características territoriales, movimiento, red caminera, transporte marítimo y habitabilidad de una superficie de 7.000 hectáreas, cercano a diez veces superior a la isla Calbuco.
Es curioso que con el actual movimiento que posee Puluqui hasta el momento no cuente ni siquiera con un pequeño centro urbano, una calle, una plaza o un centro comercial planificado, lo cual indica que se convertirá en otro caos urbano, desorganizado, con un entorno sucio, similar a Calbuco, con prestaciones de servicios ineficientes. Calles estrechas, pasajes y desorden lo convertirán en un lugar desagradable por ignorar un compromiso de toda la comuna en la planificación de un nuevo pueblo para nuestra comuna, que podría ser un ejemplo de planificación, arquitectura y ordenamiento territorial, siguiendo el ejemplo del crecimiento de Pargua o aún mejor, con una planificación en un lugar adecuado con una construcción vernacular típica, empotrado en un extenso peñón con una vista espectacular hacia el cordón cordillerano que sin duda será muy visitado por el perfil que ya posee.
Francisco Cofré Silva
Asma severo en Chile
Las personas que padecemos asma severo en Chile luchamos cada día por respirar. Aunque es común escuchar que un conocido o familiar padece algún nivel de asma, enfermedad que en Chile se estima que la padece el 10% de la población, poco se conoce sobre el asma severo: es invalidante y nos impide hacer nuestras tareas cotidianas e, incluso, nos limita a trabajar.
La mayoría de las personas con asma pueden manejar bien sus síntomas con los medicamentos habituales que se encuentran disponibles en la canasta GES/Auge. Sin embargo, quienes vivimos con asma severo no podemos controlar los síntomas con esas terapias, incluso con dosis altas de medicamentos inhalados.
Nosotros luchamos cada día por respirar y es por ello que pedimos que las terapias biológicas sean consideradas en el próximo decreto de la Ley Ricarte Soto, las cuales podrían cambiar nuestra vida y devolvernos nuestra capacidad de trabajar y de hacer nuestras actividades de forma normal, como lavarnos el cabello, acomodar la cama o caminar en un supermercado. Hemos esperado más de 10 años, dependiendo siempre de un decreto, las políticas han sido tan invisibles que la Guía Clínica para el Asma no se actualiza desde 2013 y es recién ahora que está en proceso de actualización.
Se nos agota el tiempo y nosotros no podemos esperar al año 2025 para un próximo decreto de la Ley Ricarte Soto. Hay gente que está muriendo. No se olviden de nosotros, de las personas con asma severo en Chile.
Claudia Fuentes, presidenta de la Fundación Chile Asma
Constituyente en la ducha
José Luis Cea, destacado constitucionalista, dijo hace unos días: ¿Cómo usted arraiga una Carta (Constitución) que se va a terminar de escribir a tontas y a locas?
Y para la muestra un botón... el caso de un constituyente que participaba y votaba en una sesión de manera remota, mientras se estaba duchando... ¡Más claro, echarle agua!
Luis Enrique Soler
Desilusionado con el PDG
Cuando el Partido de la Gente (PDG) apareció en escena pensé ilusamente que este representaría un cambio para la política nacional. Pero ahora, a menos de tres meses de que debutara en los hemiciclos, la directiva no es capaz de justificar sus propios salarios y gastos.
Para más remate, uno de los asesores de la bancada está metido en la estafa inmobiliaria del "Royal real Estate" de Parisi. ¿Hasta cuándo, señor Director? ¿Hasta cuándo tenemos que soportar las malas prácticas de los políticos?
Emiliano Cabrera
"Donde manda capitán"
Donde manda capitán, no manda marinero. Este dicho popular es muy aplicable en los hogares donde conviven dos o más familias. Cada familia considera una dueña de casa, sin embargo, al haber más de una vivienda en el mismo lugar, muchas veces se producen conflictos de "soberanía".
La lógica indica que quien debe tomar el timón y hacerse cargo del buque es la dueña propietaria de la embarcación. Por lo tanto, el resto de la tripulación, izar las velas con la cara llena de risa o cambiarse de navío.
Jorge Valenzuela Araya