Correo
Piscicultura en Calbuco
Como residente durante varias décadas del sector Aucha y Colaco en Calbuco, y también como miembro del Comité de Trabajo de la Unión por la Defensa de Codihue, de la misma comuna, constituido hace algunas semanas, quiero manifestar mi molestia por la forma de actuar de la empresa Invermar, que desarrolla un proyecto de los más grandes de la provincia de Llanquihue, llamado "Piscicultura de Recirculación Aucha". En de junio de 2016 ingresa el proyecto al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) con una Declaración de Impacto Ambiental; el 6 de febrero de 2017 se le otorga la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), sin la participación de nuestra comunidad.
En diciembre de 2021, la empresa presentó un proyecto de ampliación al SEIA, que se encuentra en trámite. Lo que nos parece de máxima gravedad es que no estando operativo el proyecto, no estando autorizada la ampliación y no teniendo la concesión marítima, la empresa ya tiene instalados los tres ductos y realizó un gran movimiento de material en el sector playa Aucha, sin ninguna autorización, produciendo el daño ambiental a la flora y fauna de la playa.
Además, es un borde costero que involucra los espacios costeros de nuestros pueblos originarios que no fueron consultados, como las comunidades que se encuentran en el sector. Hemos ingresado una solicitud de fiscalización a la Armada para iniciar proceso de retiro de los ductos y las sanciones correspondientes.
Para colmo, desde el punto de vista de este proyecto tenemos una isla que con fecha 10 de agosto de 2017 se decretó que es un Santuario de la Naturaleza. El 4 de septiembre de 2018, la Municipalidad de Calbuco dictó una ordenanza para el desarrollo turístico de avistamiento de especies hidrobiológicas de la isla.
Aquí hay 24 especies de aves marinas, destacando la alta población nidificante del pingüino magallánico, que está catalogado como una especie vulnerable, y también recientemente se verificó el avistamiento del pingüino de Humbolt .
Cabe mencionar otros potenciales daños, como el consumo inmenso de agua dulce que sin duda afectará a más de 200 familias que son abastecidas sólo por un comité de agua potable, el daño al río Aucha y su humedal, el tránsito de decenas de camiones de alto tonelaje en un camino rural con una pequeña capa de asfalto y 7 kilómetros de ripio, los ruidos permanentes y la iluminación de este tremendo proyecto, que afectará a la avifauna del lugar.
Solicitamos se haga un Estudio de Impacto Ambiental de acuerdo a la Ley 19.300 y sus artículos 10 y 11 con la participación de toda la comunidad. Creemos que este proyecto es incompatible con nuestro santuario, con nuestros pueblos originarios y con la comunidad. La autoridad del SEIA ha sido absolutamente negligente e irresponsable con este proyecto, no tomando en cuenta una serie de variables que mencionamos.
Jorge Cumming Ibar
Peligro de las redes sociales
La opinión es libre, sin duda alguna. Todos tenemos el derecho a darla con el respeto debido y considerar que se debe tener un argumento para dar rienda suelta a críticas fundadas e infundadas.
En las redes sociales se materializa un fuego cruzado de insostenibles detractores que quieren su consagración en los debates poco ortodoxos que se dan en el ciberespacio. Agazapados, lanzan su áspera pasión de sólo criticar en toda forma posible sin un sustento debido.
El bien común, que debe ser lo principal, no es importante para los viscerales navegantes individualistas que disfrutan agazapados frente a una pantalla y teclado. Criticar por criticar, sólo con el afán de sostener ser distinguidos en un espacio virtual, no es comprensible. Desde luego que disfrutan siendo artífices, según ellos.
Las redes sociales enredan cuando no existe el sano juicio de opinar para buscar soluciones, encontrar voluntades, requerir apoyo, fomentar respeto y vivir en una mejor comunidad, sin olvidar que somos seres humanos y debemos actuar con amor y sin odio. Tolerantes en todo momento, respetuosos en actitud y palabra podremos lograr ser una mejor sociedad ahora.
Frank Lambarri
Plebiscito de salida
Recientemente una seguidilla de encuestas de opinión pública dieron a conocer que, de cara al plebiscito de salida de la nueva Constitución, la opción del Rechazo ha ido ganando terreno en desmedro del Apruebo. Lo anterior ha sido recibido por la derecha con bombos y platillos, generando una sobreexcitación desmesurada sin entender que esto es un maratón, porque aún cuando el trabajo de la Convención ha sido paupérrimo, lo cierto es que las expectativas ciudadanas por tener una nueva Carta Fundamental se mantienen y la izquierda instalará, sin lugar a dudas, el ethos de acabar "con la Constitución de Guzmán y Pinochet".
Si más encima, como ha trascendido, el plebiscito de salida se realiza el domingo 11 de septiembre de 2022, tendrá una épica sin parangón. Por eso la derecha, más que celebrar los resultados de un futuro incierto, debe trabajar y volcar su acción al presente, trabajando con las comunidades, desplegándose en los territorios y evitando errores no forzados, especialmente desde los republicanos.
Sólo así podrán, eventualmente, ser algo más competitivos ante una arremetida voraz en los últimos cien metros por parte de la izquierda que, a diferencia de la derecha, sí sabe cómo ganar elecciones.
Rodrigo Durán Guzmán
Armas en las calles
Es habitual escuchar a las autoridades llamando a que el ciudadano que tengas armas de fuego las entregue. Creo que ese mensaje es errado, la gente buena tiene armas para defenderse y proteger lo que es suyo, lo que habría que hacer es modificar el sentido legal de legítima defensa, y evitar que quien se defiende, que quien protege lo que corresponde, para la justicia pase rápidamente de víctima a victimario.
El problema, y por cierto muy grave, es la tenencia de armas de fuego por parte de delincuentes y de diversa índole; su uso es indiscriminado, las usan para portonazos, encerronas, asaltos, ajustes de cuenta, etc., es decir, el delincuente no piensa, sólo las usa, y para ellos no importa si asesinan a un anciano, a una mujer embarazada, a un bebé. El problema es cuando dan muerte a un tercero inocente o cuando una "bala loca" llega a una casa y matan o hieren a alguien.
La PDI investiga por solicitud del Ministerio Público, pero es ahí donde los buenos vecinos, sin importar el cómo, hagan llegar antecedentes a sus detectives. Si se identifica y detiene a delincuentes, y que amedrentan o simplemente balean a sus vecinos, ganarán en tranquilidad y por cierto en seguridad.
Alberto Contreras Silva