Peligros para el medio ambiente
La Hora del Planeta sirvió para reflexionar una vez más en torno a los diferentes tipos de contaminación. La principal lucha medioambiental de la comunidad organizada en Puerto Montt ha estado detrás de la protección de los humedales.
Durante esta semana se conmemoró la Hora del Planeta, oportunidad en que a nivel internacional se llamó a no usar electricidad durante 60 minutos, a fin de contribuir y tomar conciencia sobre la urgencia del ahorro energético, uno de los mayores desafíos del cambio climático. En varios lugares del país se plegaron a la propuesta, la cual también permite observar la preocupante dimensión de la contaminación lumínica en los diferentes entornos.
Similar invitación a identificar otros elementos que dañan el ambiente es la que se hace cada año en abril, en el Día de la Conciencia sobre el Ruido, factor que -al igual que el mal uso de la luz artificial- pocas veces abordado, pero cuya presencia genera desequilibrio tanto en la vida de las personas como de animales y flora. Lo grafican, por ejemplo, situaciones como la desorientación de las mascotas en espectáculos pirotécnicos; baja productividad de los planteles lecheros ante sonidos estridentes y el vínculo entre ambientes ruidosos con el estrés, las alteraciones de sueño y la hipertensión en los humanos.
En áreas urbanas estas situaciones son más complejas. Desde la Superintendencia de Medio Ambiente se ha informado que el 50% de las denuncias que se recibe anualmente en las ciudades tiene vínculo con contaminación acústica y que éste es el tercer problema ambiental que la ciudadanía considera más relevante. Tanto los organismos públicos como las empresas y la ciudadanía deben estar atentos a estos elementos ambientales (la mayoría de origen antrópico) y ayudar a disminuir sus efectos nocivos. Esto constituye también parte de la responsabilidad comunitaria con el entorno.
En la Región de Los Lagos, a propósito de la Hora del Planeta, también vale la pena recordar el particular interés que ha despertado en los últimos años la protección de los humedales, aunque con una paradoja. A pesar de que fue en Puerto Montt donde se articuló la población para proteger un humedal en peligro, a partir de lo cual surgió una anhelada ley de la república, todavía hay numerosos sitios de esta naturaleza amenazados por proyectos inmobiliarios que, al final del día, tendrán que acostumbrarse conciliar medio ambiente y desarrollo económico.