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Por ello insiste en que la crisis actual es una gran oportunidad para que los vecinos de Puerto Montt reconozcan su importancia y trabajen para su recuperación. "Ya no puede ser el mismo lugar de hace 60 años, pero sí somos capaces de elaborar entre todos un plan de remodelación y restauración integral -lo que se viene prometiendo desde 2016 por diversas autoridades y para lo que comprometieron $10 mil millones-, podremos recuperarlo", señala.
"La renovación de su Zona de Interés Turístico y su declaratoria como Zona Típica son etapas administrativas claves como para protegerlo legalmente y también obtener recursos públicos y privados. La creación de la Corporación Angelmó, que agrupa a los principales sindicatos y organizaciones del sector más patrimonial de Puerto Montt, abre esperanzas respecto del liderazgo de los mismos afectados", reflexiona.
"Descuido"
Muchos años antes de la existencia de las redes sociales, el nombre de Angelmó se había "viralizado" tanto en Chile como en el extranjero. Responsable de ello fueron -en gran parte- los pintores puertomontinos, cuya asociación cuenta con un espacio en el tradicional mercado.
Sin embargo, hoy son críticos de la situación que presenta el lugar. "Lo veo con mucho deterioro estructural. Tampoco hay prolijidad en el retiro de la basura", cuestiona Ernesto Mancilla, presidente de la Asociación de Pintores de Puerto Montt.
Por lo mismo, adoptaron como hábito que la primera acción del día debe ser el aseo del sector. "El exterior es una inmundicia. Hay que decirlo con todas sus letras, como corresponde", dispara.
Pero no es lo único, ya que también acusa que "hay personas -en situación de calle- que alojan aquí y con ello acentúan el problema de suciedad que ya existe por la falta de cuidado de parte de los visitantes y de los mismos locatarios".
En este punto, reclama que no todos hacen buen uso de los contenedores de basura. "Se dice que habrá una remodelación completa y por eso hemos solicitado agrandar nuestro sitio, con la finalidad de brindarle un espacio cultural a la comunidad", sostiene.
La intención, dice, es reguardar el patrimonio de Angelmó, de lo que ha sido el legado de los pintores, mientras denuncia que ha existido descuido de parte de las autoridades.
"Hay que realizar una intervención similar a la que se ejecuta en la calle Antonio Varas, porque Angelmó lo está pidiendo hace rato", alega.
En su relato, destaca eso sí la labor que ha sostenido por años la presidenta de los locatarios, Rosa González, quien tampoco -en algunas ocasiones- ha tenido una respuesta satisfactoria que permita mejorar Angelmó. "Cada vez se ve peor. Hay turistas que nos dicen que habían estado hace 20 años y que en ese tiempo era otra cosa", revela.
Para el dirigente, la decadencia comenzó hace una década. "Siempre ha tenido precariedades, pero este año se ha notado mucho más", detalla.
Su colega, Fernando Kuschel, opina de manera similar.
"Somos un patrimonio cultural vivo", afirma, al tiempo que cuenta que han postulado a diferentes proyectos que les permitan contar con un espacio para que la gente disfrute del arte.
Su idea es que no sólo sea para los pintores, sino que también se presenten grupos musicales.
Para Kuschel, es indispensable que se invierta en el sector, de manera que no sea únicamente un sitio para comer, sino que se transforme en un lugar destinado al paseo de las familias, en el cual el encuentro con la cultura sea uno de los panoramas a ofrecer en el mercado. "Nosotros nacimos en Angelmó", sentencia.
Y es que la cultura forma parte de su paisaje tradicional. Prueba de ello es que la presencia de cantantes recorriendo los locales es un panorama frecuente.
Uno de estos artistas es Jorge Almonacid, quien comenta que los temas chilotes y el "Sentados frente al mar" del grupo "Los Iracundos" no pueden faltar en su repertorio, ya que así se lo solicita su público, el que respondió de buena manera durante este verano.
Para Kuschel, en tanto, el llamado a los usuarios es a que aporten con la limpieza del recinto y no dejen sus colillas de cigarro o sus latas de cervezas tiradas en cualquier parte. "Todo lo tiran y por eso se va juntando más basura", afirma.
"Muy distinto"
"Por algo hay un barrio comercial Manoly", señala Ernesto Mancilla en clara referencia al aporte realizado por los pintores al desarrollo de Angelmó. Uno de ellos fue Manuel Maldonado, más conocido como Manoly.
El diputado Alejandro Bernales (PL) es nieto del recordado artista y quien analiza la situación en la que se encuentra el sector. "Hace un par de semanas -cuenta- estuve con la embajadora de Marruecos (Kenza El Ghali) en la embajada de ese país en Santiago, al entrar y para mi sorpresa habían tres cuadros de mi abuelo Manoly y otro de Gastón Gómez. Uno de ellos era un paisaje de Angelmó con las lanchas chilotas en la orilla de playa, con algunas personas caminando alrededor de ellas y con Puerto Montt de fondo. Mi emoción al ver esas obras fue profunda y nos dimos un gran abrazo por esta bella anécdota".
Sin embargo, agrega, "cuando me dijo que quería viajar y venir a conocer ese Angelmó le comenté que hoy era muy distinto a esa imagen que tenía en su pared.".
Sin duda un escenario diferente al que describió su antepasado y que Bernales rememora al recordar que en cuyas obras se plasma el "Angelmó del pasado".
Según dice, se trató de un tiempo en el "que por medio de la pintura de distintos artistas visuales de los 60' quedó impregnado en nuestro imaginario colectivo hasta el día de hoy. Es muy complejo para quienes somos puertomontinos separar la antigua caleta de Angelmó con la que vemos hoy".
Para Bernales, se trata de "esa identidad donde se veían mariscadoras, campesinos y campesinas vendiendo los productos de sus huertas y campos, así como las lanchas chilotas que llegaban con mercancía de distintas islas y sectores alejados. Algunas de esas escenas no me tocó vivirlas en persona, pero a través del relato de mis abuelos, mi madre y vecinos siento como si hubiese estado ahí".
El hoy diputado reelecto rememora que "con mi madre y abuelo paseábamos en el mercado anterior al incendio que lo destruyó casi por completo. Ese de pasillos estrechos con ollas gigantes donde preparaban pulmay, con la bodega donde estaban las caseras y lleno de personajes históricos del barrio, con vecinos que llegaban a vender animales y verduras. Es cierto, el tiempo ha hecho lo suyo y la caleta se ha ido deteriorando, pero también es cierto que hay muchos vecinos que trabajan día a día para mejorar las condiciones del barrio".
"Se sacan la mugre por sacarlo adelante -añade-, lamentablemente muchas veces lo hacen solos. Los problemas que vive hoy el sector son multifactoriales", describe.
Bernales enumera los inconvenientes y en este sentido destaca las tomas de las laderas, lo estrechas que se hacen
" Es muy complejo para quienes somos puertomontinos separar la antigua caleta de Angelmó con la que vemos hoy"
Alejandro Bernales, Diputado PL y nieto del pintor Manoly