Correo
Respuesta de arzobispo
Recientemente el señor Pablo Gaete Prieto, en una carta publicada en El Llanquihue, me ha emplazado a que me pronuncie sobre algunos temas, a raíz de mi columna de opinión del 30 de enero pasado.
Al respecto, sugiero al señor Gaete leer mis anteriores columnas publicadas en este mismo diario el 3 de enero de 2021, sobre eutanasia, 31 de enero de 2021, acerca del aborto, 12 de septiembre de 2021, sobre educación de niños, niñas y adolescentes, así como también la del 14 de febrero de 2021, acerca del valor social de la vacuna.
+ Fernando Ramos Pérez, Arzobispo de Puerto Montt
Admisión universitaria
Los resultados del proceso de admisión universitaria que conocimos la semana pasada reflejaron una nueva y lamentable baja en el número de postulantes a las carreras de pedagogía. La situación agrava así la carencia proyectada de profesores idóneos que afectará a nuestro país, y sobre todo a las regiones, en un futuro muy cercano. La situación es grave y la solución no resulta fácil. Los incentivos requeridos para impulsar la carrera docente no pasan sólo por medidas económicas. A ellas subyace una crisis de valoración del pedagogo, de su rol y del sentido de la educación, cuyas raíces son culturales y más complejas de abordar.
Ya en 1949, Gabriela Mistral nos advertía: "Una especie de fatalidad pesa sobre maestros y profesores… La ambición legítima se la van a paralizar los ascensos lentos, y la fatiga peculiar del ejercicio pedagógico le irá menguando la frescura de la mente y la llama del fervor... El sueldo magro… todo esto y mucho más irá royendo sus facultades. Aquellas buenas gentes renunciadas por fuerza, que nacieron para ser los jefes naturales de todas las patrias, y hasta marcados a veces con el signo real de los rectores de almas, van quedándose con la resobada pedagogía de la clase, y eso que llamamos "la corrección de los deberes"".
María Gabriela Huidobro Salazar. Decana, Facultad de Educación y Ciencias Sociales, UNAB
Litio: mañana es tarde
En Chile la historia del salitre es largamente conocida: el auge de su producción y su posterior caída, con el desarrollo del salitre sintético y las crisis económicas mundiales. Ahora se vuelve a hablar de un nuevo oro blanco: el litio. Pero para no repetir los errores cometidos con el salitre, partamos señalando que el litio está rodeado de mitos que debemos desmentir. Primero, el mercado no es de gran tamaño, las exportaciones de productos de litio son un 4% de los envíos del cobre. El segundo mito es que es una sustancia estratégica: Chile tiene sólo el 10% de las reservas de litio del mundo, y el futuro del litio está destinado a la electromovilidad y energías limpias, no a usos militares como fue en el pasado. El tercer mito es que debería ser el Estado, a través de la empresa nacional, quien realice su explotación. Una idea que choca con dos realidades: por un lado, hay avances en sustitutos del litio, como las baterías a base de sodio, que impiden perder tiempo; por el otro, el Estado Chileno enfrentará a desafíos políticos y sociales de gran envergadura. ¿Éste podrá hacerse cargo de los gastos que la puesta en marcha de un proyecto de litio? ¿Expropiarán concesiones mineras? ¿El ciclo político permitirá dirigir recursos a esta aventura antes que a otros fines más inmediatos? Por lo anterior, la idea de que los privados exploten litio a través de un CEOL se justifica plenamente para aumentar la producción y capturar gran parte de su valor, pasando al privado el riesgo de explorar y encontrar reservas suficientes para desarrollar un proyecto. El gobierno entrante aún está a tiempo de permitirle a Chile ser un actor principal en la revolución de energía y electromovilidad, y que el litio no sea -como lo fue antes el salitre- una oportunidad perdida.
Alejandro Montt, abogado y socio de Dalgalarrando y Cía.
5G en Chile
Chile es el primer país de América Latina en implementar la tecnología 5G, con un objetivo claro, disminuir las dificultades de conectividad existentes, que afectan al 73% de los chilenos y alcanzar el 90% de cobertura del territorio nacional.
José Miguel Torres, CEO On*Net Fibra
Cáncer infantil
El Día Internacional del Cáncer Infantil es una campaña de colaboración global para crear conciencia y apoyo a los niños y adolescentes que padecen esta enfermedad, a los sobrevivientes y sus familias. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer infantil es una de las principales causas de muerte de niños y adolescentes en el mundo, y cada año más de 400.000 menores son diagnosticados en todo el mundo.
Carola Montecino, académica de la Escuela de Enfermería UDLA