Un municipio que quiera avanzar en sostenibilidad y certificar sus acciones, tiene una decena de sellos y certificaciones a los que optar (Huella Chile, Sello Comuna Energética, SCAM, entre otros). Algo similar ocurre con las empresas, que también pueden optar a certificaciones y sellos que entrega el Estado.
Sólo pensar en eso agobia a cualquiera. Diez contrapartes, diez formularios, diez sets de indicadores que completar. Por el Estado, diez equipos "compitiendo" por motivar a los municipios o empresas a participar en sus certificaciones.
Esto se explica, especialmente, por la tendencia del Estado y también de las empresas a trabajar en silos, mientras tendencias más exitosas apuntan a romper con esa cultura y generar sinergias en los equipos de trabajo.
En un esfuerzo inédito de coordinación, los ministerios de Medio Ambiente, Energía y la Agencia de Sostenibilidad Energética (Agencia SE), lideran un proceso para desarrollar una certificación integrada de gestión sostenible en municipios.
Este desafío se presenta también en la implementación de políticas públicas relacionadas con la sostenibilidad. Así, en Energía, existe hoy una institucionalidad clara y moderna, con un ministerio que norma y hace políticas públicas, y una Agencia, fundación público-privada, que desarrolla e implementa programas de eficiencia energética y energías renovables que responden a las necesidades de la política pública.
Su figura público-privada le entrega una flexibilidad y agilidad única en el Estado, le permite apalancar fondos públicos con recursos privados y fondos internacionales. Tiene estrictos sistemas de control desde el Ministerio de Energía, lo que asegura el buen uso de los recursos.
Así como se determinó que la eficiencia energética debía integrarse con las energías renovables, lo que llevó a transformar la Agencia Chilena de Eficiencia Energética en la AgenciaSE; hoy, distintos actores (comunidades, municipios, empresas) buscan integrar soluciones que incorporen no sólo la eficiencia energética y energías renovables, sino también el cuidado del agua, la economía circular y el manejo sustentable de residuos.
En los próximos meses, probablemente se discutirá sobre la mejor forma de promover el cuidado del agua o el manejo sostenible de residuos; se promoverán modelos de agencias, siguiendo la exitosa experiencia de Energía.
Si mantenemos la lógica de los silos, podríamos encontrarnos con varias agencias; no obstante, contar con una sola, que integre diversas temáticas permitirá ahorrar miles de millones de pesos y también ofrecer soluciones integrales, que es lo que los actores requieren para avanzar con más fuerza en la sostenibilidad.
No será fácil, pues a todos les gusta cuidar y administrar su metro cuadrado y su cuota de poder. Trabajar en silos es una práctica cada vez más en retirada en organizaciones modernas y exitosas, y es algo que debemos empezar a replicar en el Estado, si queremos avanzar decididamente en temas tan importantes como el desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático.