Un total de 184 comunas a lo largo del país tienen decretos de escasez hídrica, repartidas desde las regiones de Atacama hasta Los Lagos. Según el último informe hídrico de la Dirección General de Aguas, el déficit de lluvia en las grandes ciudades llega al 98%, en comparación a años normales, mientras pequeños poblados agrícolas se acostumbran a vivir con racionamientos.
En las últimas semanas, desde diversas comunas de la zona central se ha pedido a las autoridades de Gobierno que declaren zona de emergencia agrícola, debido a la falta de agua para el riego y para la ganadería. Si no existe una política global, dicen los expertos, Chile enfrentará graves conflictos los próximos cinco años. Resulta evidente que el cambio climático es una realidad que está demostrando sus efectos en el mundo y particularmente en Chile. Por efecto de la corriente marina cálida de El Niño se ha generado en Sudamérica un déficit en la acumulación de nieve en la cordillera. Esto supone una disminución del recurso que abastece de agua, especialmente en verano.
La principal recarga de los acuíferos en verano es de nieve, pero el aumento de la temperatura se traduce en que en invierno hubo menos recurso en la cordillera. Como consecuencia, las cifras de acumulación de agua en las estaciones de monitoreo muestran fuertes déficit con respecto a lo que se considera un año normal, lo que afecta al riego y la agricultura. Señalan las autoridades que 2021 fue un año similar al 2019, que fue considerado el más seco desde que hay registros en Chile. De acuerdo con los informes, la situación es especialmente compleja para las zonas agrícolas del país. En el caso de Puerto Montt, cerró este 2021 como el año más seco desde que existe registro histórico (1964). Según la estación ubicada en El Tepual, precipitaron 921,7 mm, muy por debajo de los 1802,5 mm considerados para un año normal. Las personas deben tomar conciencia del impacto que puede provocar cualquier actividad que realizan, más si se trata de las atentatorias contra el ambiente, como talas indiscriminadas de bosques, incendios forestales y derroche en el consumo de agua. El cuidado del recurso nos compete a todos y debe partir desde cada hogar, porque el agua es cada vez más escasa.
Puerto Montt cerró 2021 como el año más seco de la historia (desde que hay registro): apenas 921,7 mm, muy lejos de los 1802,5 mm de un año normal.