Plan de salud mental en el país
Los lineamientos trazados por el Gobierno en esta área responden en gran medida a las consecuencias que ha provocado el encierro en la población. Los confinamientos a los que se ha sometido a la ciudadanía han terminado causando cuadros de depresión y angustia.
El Ministerio de Salud presentó hace unos días el Plan de Acción Salud Mental 2019-2025, un nuevo documento guía que tiene por objetivo dar respuesta a las necesidades en salud mental de la población en los próximos años, surgido de las conclusiones de una mesa de expertos en el tema. El ministro Enrique Paris ha señalado que se incorporan las nuevas necesidades surgidas en el contexto de pandemia, las prioridades del plan de Gobierno y otros compromisos tales como la incorporación de la telemedicina, para fortalecer la oferta pública y privada de salud mental del país.
La crisis sanitaria por la pandemia, que se inició en marzo de 2020, y el aislamiento por tanto tiempo de las familias en casa durante las cuarentenas cambió los esquemas de la sociedad. De hecho, la duración de la emergencia sanitaria, que va en su segundo año, ha presentado un escenario complejo para la salud mental de los chilenos. Junto con el impacto económico y social que el covid ha tenido en los distintos rubros, los especialistas hablan de una nueva pandemia: la de las patologías mentales. Los efectos psicológicos en la población se expresan en angustia, pesimismo, insomnio, ataques de pánico, de ansiedad o depresión.
El covid-19 ha sido una nueva enfermedad y los investigadores y profesionales de la salud de todo el mundo han tenido que estudiarla y aprender de su comportamiento. Y en la población esto ha generado incertidumbre al no saber cómo se logrará controlarla y por cuánto tiempo más estará presente.
Es cierto que con la pandemia y las medidas preventivas que se han adoptado, la salud mental de las personas ha empeorado. Encierro, distanciamiento social, soledad, dificultades para dormir y sensación constante de agobio son sólo algunos de los factores que han llevado a que hoy un tercio de la población tenga algún tipo de enfermedad mental, como angustia, estrés o depresión.
Los profesionales del área reconocen que se han incrementado los trastornos psicológicos y psiquiátricos, y muchas personas han requerido tratamiento farmacológico o psicoterapia, cuando los síntomas han sido severos. Se trata de una realidad que ha permanecido en segundo plano por el coronavirus, pero que prontamente emergerá con fuerza.